Heidegger: El ser y el tiempo, pt. 2/15
Summary
TLDREl guion del video ofrece un análisis detallado del libro 'Ser y tiempo' de Heidegger, destacando que solo se publicaron dos divisiones de las planeadas. La primera explora el análisis de Dasein y su existencia, mientras que la segunda relaciona Dasein con la temporalidad. Aunque la tercera parte y la segunda obra no se incluyeron, Heidegger aborda sus temas en otras obras. La introducción justifica la relevancia de cuestionar el ser, planteando un enfoque fenomenológico para entender el sentido del ser más allá de las respuestas ontológicas tradicionales. El título del libro, 'Ser y tiempo', refleja la centralidad del tiempo en la comprensión del ser, según Heidegger.
Takeaways
- 📚 El texto publicado de 'Ser y tiempo' es solo una fracción de lo que Heidegger originalmente planeó, que incluía una obra de dos grandes partes.
- 🔍 La primera parte de la obra se centra en el análisis del Dasein y su existencia, y la segunda en el Dasein y la temporalidad.
- 🕒 A pesar de que la tercera división sobre el tiempo y el ser no se publicó en 'Ser y tiempo', Heidegger abordó el tema en una conferencia posterior en 1962.
- 🏗️ La segunda parte planeada para el libro consistía en una destrucción de la historia de la ontología, incluyendo el estudio de Kant, Descartes y Aristóteles.
- 🤔 La introducción de 'Ser y tiempo' justifica la necesidad de replantear la pregunta olvidada por el ser y aborda esta pregunta a través del análisis fenomenológico del Dasein.
- 📖 El prefacio del libro comienza con una cita del 'Sofista' de Platón, destacando la perplejidad ante la palabra 'ente' y la necesidad de replantear la pregunta por el sentido del ser.
- 🧐 Heidegger enfatiza la distinción entre el ser y su sentido, lo que es crucial para entender su enfoque en el libro, a diferencia de la diferencia ontológica entre el ser y los entes.
- 🎓 Aristóteles, en su filosofía primera o metafísica, estudiaba lo real ('to on') buscando entender la condición de que sean reales a través del concepto de 'ousia'.
- 🔄 La ontología de Aristóteles se relaciona con su teología, donde lo divino, en su estado de puro acto, es visto como la fuente del ser y la perfección.
- 🤨 Heidegger critica la ontoteología tradicional que identifica a un ente como la instancia más excelsa del ser, argumentando que esto no responde adecuadamente al sentido del ser.
- 🌐 El sentido del ser, para Heidegger, es el horizonte que hace posible la comprensión del ser en sí, y este horizonte es el tiempo, que es central en su obra 'Ser y tiempo'.
- 🔍 La fenomenología, especialmente en la obra de Husserl y Heidegger, se centra en el análisis de la experiencia y cómo la conciencia da sentido a los objetos, en lugar de centrarse en los objetos en sí.
Q & A
¿Cuál era la estructura original propuesta por Heidegger para 'El ser y el tiempo'?
-Heidegger había planeado una obra de dos grandes partes, cada una con tres divisiones. Sin embargo, solo se publicaron las dos primeras divisiones de la primera parte, que tratan sobre el análisis del Dasein y su temporalidad. La tercera división, que iba a tratar sobre el tiempo y el ser, no se publicó en 'El ser y el tiempo', aunque Heidegger dio una conferencia sobre este tema en 1962.
¿Qué temas iba a tratar la segunda parte de 'El ser y el tiempo'?
-La segunda parte del libro iba a consistir en una destrucción de la historia de la ontología, con tres divisiones que tratarían sobre la doctrina del esquematismo y el tiempo en Kant, el fundamento ontológico del 'cogito sum' de Descartes, y la noción del tiempo en Aristóteles, respectivamente.
¿Qué diferencia a la pregunta de Heidegger sobre el ser de las preguntas tradicionales de la ontología?
-Heidegger no pregunta simplemente por el ser como lo hace la ontología tradicional, que se centra en las propiedades de los entes. En cambio, Heidegger pregunta por el 'sentido del ser', que se refiere a la forma en que los entes se vuelven inteligibles o significativos dentro del contexto de la existencia humana.
¿Qué es la 'ontoteología' según Heidegger y cuál es el problema que plantea?
-La 'ontoteología' es un término acuñado por Heidegger para criticar la tendencia de la ontología tradicional a identificar algún ente, como Dios o las Ideas, como la instancia más excelsa de lo real. El problema es que la tradición ha dado respuestas ónticas a la cuestión del ser, explicando la realidad de los entes con otro ente superior, en lugar de abordar el sentido del ser.
¿Cómo se diferencia el enfoque fenomenológico de Heidegger del de su maestro Husserl?
-Aunque ambos utilizan la fenomenología, Husserl se centra en la consciencia humana como la constituyente del sentido, mientras que Heidegger sostiene que el sentido se constituye en el mundo en que uno se encuentra, un entorno social y significativo, más allá de la simple consciencia individual.
¿Qué ejemplo usa el guion para explicar la diferencia entre el ser y el sentido de algo?
-El ejemplo de la escuela es usado para explicar la diferencia entre el ser de algo y su sentido. Mientras que el ser de una escuela puede describirse en términos de sus propiedades físicas, su sentido está ligado a su función en la socialización y educación dentro de un mundo humano.
¿Por qué Heidegger considera que la pregunta por el sentido del ser es más fundamental que la pregunta por el ser de los entes?
-Heidegger considera que la pregunta por el sentido del ser es más fundamental porque el sentido determina la naturaleza de los entes. Para entender plenamente qué es algo, es necesario comprender su sentido, que está vinculado al mundo en que existe, no solo sus propiedades físicas.
¿Qué relación establece Heidegger entre el ser y el tiempo?
-Para Heidegger, el sentido del ser se vincula directamente con el tiempo. El horizonte que hace posible que comprendamos el ser en tanto ser es el tiempo, y por eso el libro se titula 'El ser y el tiempo'. El ser, desde una perspectiva fenomenológica, es entendido como sentido, y este sentido está inextricablemente ligado al tiempo.
¿Cómo afecta la 'epojé' fenomenológica la comprensión del ser según Heidegger?
-La 'epojé' fenomenológica, que suspende cualquier juicio sobre el mundo natural, permite centrar el análisis en la experiencia misma. Esto cambia la comprensión del ser, ya que no se enfoca en las propiedades ónticas de los entes, sino en el sentido y la inteligibilidad que se dan en la experiencia humana dentro de un mundo social.
¿Por qué es importante para Heidegger hacer explícito el sentido en que nos movemos?
-Heidegger cree que el sentido en el que nos movemos, que es el horizonte del mundo social, es tan cotidiano e implícito que no lo advertimos. Hacer explícito este sentido es crucial para entender cómo los entes se vuelven significativos y cómo el ser mismo se entiende fenomenológicamente.
Outlines
📚 Introducción a 'Ser y Tiempo' de Heidegger
Este párrafo introduce el contexto del libro 'Ser y Tiempo' de Heidegger, destacando que solo se publicaron dos divisiones de la primera parte de su obra original, que tenía un plan más amplio. La primera división se centra en el análisis del Dasein y su existencia, mientras que la segunda explora la temporalidad. Aunque la tercera parte sobre el tiempo y el ser no se publicó, Heidegger habló sobre el tema en una conferencia posterior. La segunda parte del libro, que no se incluyó, pretendía destruir la historia de la ontología, abordando a Kant, Descartes y Aristóteles. Heidegger enfatiza la necesidad de replantear la pregunta por el sentido del ser, en lugar de la ontología tradicional que se centra en los entes.
🌱 La ontología de Aristóteles y la noción de 'energeia'
Este párrafo examina la ontología de Aristóteles, especialmente su concepto de 'energeia', que se relaciona con la forma y la materia y cómo estas se organizan para alcanzar su fin o perfección. Aristóteles ve el ser como un proceso dinámico y teleológico, donde todo lo que existe tiene una forma ideal que se actualiza a través de la actividad. La 'entelequia' es mencionada como la unión de la forma y el fin. Además, se contrasta con la visión teológica de Aristóteles, donde lo divino es visto como la perfección en acto puro, y todo lo demás está en un proceso constante de alcanzar su forma ideal.
🔍 Ontoteología y la crítica de Heidegger a la tradición ontológica
Este párrafo discute el término 'ontoteología' acuñado por Heidegger para criticar la tradición ontológica que identifica a un ente, como Dios o las Ideas, como la instancia más real. Heidegger argumenta que la ontología tradicional responde a la pregunta del ser con más entes, en lugar de cuestionar el sentido del ser. La crítica se basa en cómo la tradición ha respondido a la pregunta del ser utilizando un ente más real, lo que Heidegger considera un error. Él, en cambio, cuestiona el sentido del ser desde una perspectiva fenomenológica, lo que implica un análisis de la experiencia y no solo de los objetos como tales.
🤔 El sentido del ser y la fenomenología de Heidegger
Este párrafo profundiza en la diferencia entre preguntar por el ser de un ente y preguntar por el sentido del ser. Heidegger cuestiona el sentido del ser desde una perspectiva fenomenológica, enfocándose en cómo los objetos se presentan en nuestra experiencia y cómo se intencionan. La distinción entre el ser y el sentido del ser es crucial para entender su enfoque en 'Ser y Tiempo'. La fenomenología, especialmente la reducción fenomenológica de Husserl, pone de manifiesto que lo que se estudia no es el objeto o el sujeto en sí, sino la correlación entre ambos en la experiencia vivida. Heidegger argumenta que el sentido de algo es el mundo al que pertenece, lo que da contexto y significado a la experiencia, y que este sentido es lo que realmente constituye el ser.
🕰️ El tiempo como el sentido del ser según Heidegger
Este párrafo concluye que el sentido del ser, según Heidegger, es el tiempo, lo que justifica el título de su libro 'Ser y Tiempo'. Heidegger ve el tiempo como el horizonte que hace posible nuestra comprensión del ser. La discusión se centra en cómo el sentido de un ente es determinado por el mundo o horizonte en el que se presenta, y este horizonte para el ser en sí mismo es el tiempo. La obra de Heidegger no es una ontología tradicional, sino que se basa en un análisis fenomenológico que reduce el ser al sentido o significatividad, y donde el ser de algo se entiende como su sentido en el tiempo.
Mindmap
Keywords
💡Ser y el tiempo
💡Dasein
💡Temporalidad
💡Pregunta olvidada por el ser
💡Fenomenología
💡Esse
💡Ente
💡Ontoteología
💡Energía
💡Noema y Noesis
💡Mundo
Highlights
El texto publicado de 'Ser y tiempo' es solo una fracción de lo que Heidegger originalmente propuso, con una obra planeada en dos grandes partes.
La primera división de 'Ser y tiempo' analiza el Dasein y su existencia, mientras que la segunda explora la temporalidad en relación con el Dasein.
Heidegger dio una conferencia en 1962 sobre el tiempo y el ser, aunque esta no se incluyó en 'Ser y tiempo'.
La segunda parte del libro, no publicada, pretendía realizar una destrucción de la historia de la ontología, abordando temas como el esquematismo en Kant y el tiempo en Aristóteles.
Heidegger aborda la necesidad de replantear la pregunta olvidada por el ser a través de un análisis fenomenológico de Dasein.
La cita del Sofista de Platón en el prefacio de 'Ser y tiempo' destaca la perplejidad ante la palabra 'ente', lo que Heidegger utiliza para replantear la pregunta por el sentido del ser.
Heidegger enfatiza la diferencia crucial entre el ser y su sentido, lo que es fundamental para entender su enfoque en 'Ser y tiempo'.
La ontología tradicional, como la de Aristóteles, busca entender el ser a través de la 'ousia', mientras que Heidegger busca el sentido del ser desde una perspectiva fenomenológica.
La fenomenología de Husserl, a través de la reducción epojé, pone en entredicho la 'actitud natural' y se centra en el análisis de la experiencia misma.
Heidegger se aleja de la concepción husserliana de que la conciencia constituye el sentido, argumentando que es el entorno o 'mundo' el que lo hace posible.
El sentido de algo, para Heidegger, es el mundo al que pertenece, lo que da comprensión o inteligible a las cosas de nuestra experiencia.
Heidegger contrasta la respuesta 'ontológica' con la 'ontica', donde la primera se ocupa del sentido y la segunda responde preguntas sobre entes con más entes.
El título 'Ser y tiempo' refleja la idea de Heidegger de que el sentido del ser es el tiempo, el horizonte que hace posible la comprensión del ser.
Heidegger utiliza el análisis fenomenológico para reducir el concepto de 'ser' a su sentido o significatividad, alejándose de la ontología tradicional.
El argumento central de 'Ser y tiempo' es que el ser de algo es equivalente a su sentido, lo cual es crucial para entender la comprensión heideggeriana del ser.
Transcripts
Antes de empezar con la Introducción de El ser y el tiempo, echemos un vistazo al libro
entero, a ver qué nos espera.
Para empezar, el texto que se publicó es sólo una fracción de lo que Heidegger originalmente
propuso.
Había planeado una obra de dos grandes partes, cada parte consistiendo de tres divisiones.
Sin embargo, salieron publicadas sólo las primeras dos divisiones de la primera parte.
La primera división trata del célebre análisis de Dasein y su existencia; la segunda de Dasein
y la temporalidad; y la tercera iba a tratar el tiempo y el ser.
Aunque este último no se publicó en El ser y el tiempo, Heidegger dio una conferencia
sobre este tema décadas después en 1962 que luego se editó.
La segunda parte del libro iba a consistir en una destrucción de la historia de la ontología.
Sus tres divisiones iban a tratar la doctrina del esquematismo y el tiempo en Kant, el fundamento
ontológico del cogito sum de Descartes, y la noción del tiempo en Aristóteles, respectivamente.
Aunque esta segunda parte tampoco logró incluirse en El ser y el tiempo, Heidegger trata estos
temas en otros libros y escritos que publicó a lo largo de los años.
Entonces, estas primeras dos divisiones forman la mayor parte de El ser y el tiempo.
Pero antes que eso tenemos una introducción muy importante donde justifica la necesidad
de volver a esta pregunta olvidada por el ser, la necesidad también de abordar esta
pregunta por medio de un análisis de Dasein, y como final la necesidad de hacer este análisis
de manera fenomenológica.
Pero incluso antes de la introducción, en la primera página de la obra, tenemos una
especie de prefacio en el que, como vimos en el último vídeo, Heidegger cita el Sofista
de Platón.
Si te acuerdas, ahí los interlocutores manifiestan su perplejidad ante la expresión “ente”.
No están seguro qué significa.
Es muy importante entender bien lo que Heidegger escribe en las líneas que siguen a la cita.
Dice: “¿Tenemos hoy una respuesta a la pregunta acerca de lo que propiamente queremos
decir con la palabra “ente”?
De ningún modo.
Entonces es necesario plantear de nuevo la pregunta por el sentido del ser.”
Fíjense bien en eso.
Aun cuando su tema en este libro sea el ser, lo que investiga es el sentido del ser.
Esta distinción entre el ser y su sentido es crucial para entender lo que Heidegger
hace en este libro, pero desafortunadamente muchos la pasan por alto a favor de la diferencia
ontológica entre el ser y los entes.
¿Qué quiere decir Heidegger por el sentido del ser?
Podemos acercarnos a una respuesta al considerar primero cómo sería preguntar simplemente
por el ser.
Ya tenemos un muy buen ejemplo de esto en Aristóteles.
En lo que él llamaba filosofía primera, cosa que nosotros llamamos metafísica, Aristóteles
pretendía estudiar simplemente todo lo real, todo aquello que tiene ser: árboles, perros,
sillas, planetas.
Estas cosas o entes son lo que llamaba “to on”, como vimos en el último vídeo.
Pero no estudia estas cosas como botánico o antropólogo, sino como filósofo.
Aristóteles pregunta por la realidad de estos entes.
¿Cuál es la condición de que sean reales?
Su respuesta es “ousia”.
Formalmente, lo que todos los árboles, perros y sillas tienen en común es su ser o ousia,
lo que al latín se tradujo como “sustancia”.
Muchos filósofos de la tradición han estado de acuerdo en este punto, que lo que todos
los entes comparten en común es su ser, lo que los Antiguos Griegos llamaban ousia.
Sin embargo, han entendido la naturaleza de este ousia de formas distintas.
Platón decía que la naturaleza de ousia era eidos (las Ideas), Sto.
Tomás de Aquino decía que era esse, y Aristóteles decía que era energeia.
La pregunta “¿Qué hace que algo sea real?”
se responde generalmente con el ser (es decir, ousia) y específicamente con las Ideas, el
esse, o el energeia, dependiendo del filósofo.
Seguimos con Aristóteles.
La palabra “energeia” está relacionada con su idea de que todo es un compuesto de
materia y forma, por ejemplo, la materia del árbol, la madera, está organizada de cierta
forma.
La forma de algo es la manera ideal de ser de ese algo.
Sea esa forma algo que se desarrolle naturalmente como en el árbol o algo que se dé artificialmente
como un escultor imponiendo la forma sobre la materia del mármol, lo que tenemos es
un proceso tanto dinámico como teleológico.
La forma del árbol o la estatua está potencialmente en la semilla o en la mente del escultor.
El proceso de actualizar esa potencialidad es lo que Aristóteles quiere decir por energeia.
Es la actividad que hace que algo sea lo que es.
Viene de la palabra “ergon” que significa trabajo.
Energeia está estrechamente relacionado con otra palabra griega, entelequia, que se compone
de la palabra “telos” o fin.
La forma ideal de ser del árbol o de la escultura es el fin o la perfección que se da sólo
mediante la actividad de actualización.
Ahora bien, ¿tú conoces algo que esté en su forma ideal, algún árbol o ser humano
perfecto?
No.
Lo único que está en perfectas condiciones, en puro acto, es lo divino.
Todo lo demás está en constante proceso de alcanzar ese ideal.
En este sentido, el ser o ousia de algo consiste en una de dos cosas: o está en proceso de
alcanzar su forma ideal o ya la posee, o está en movimiento o en puro descanso.
Esta ontología de Aristóteles puede relacionarse muy bien con su teología.
Si la ontología responde la pregunta por la naturaleza del ser de lo real, la teología
responde la pregunta por la fuente de ese ser.
Esa fuente no puede ser más que lo divino dado que Dios, o el motor inmóvil, es acto
puro, energeia perfectamente logrado y realizado.
Bueno, volvamos con Heidegger.
La palabra “ontoteología” que Heidegger acuñó expresa el problema que tiene con
lo que Aristóteles y otros dicen sobre el ser.
La ontología tradicional simplemente identifica algún ente como Dios o las Ideas como la
instancia más excelsa de lo real.
De diferentes formas, la tradición ha dado una respuesta ontica a la cuestión del ser.
Explica el “to on” acudiendo a la noción de “ousia”, pero luego explican “ousia”,
o sea la realidad de lo real, al acudir a otro “on” o ente, el más excelso.
Esto entonces es un ejemplo de la pregunta por el ser en la metafísica clásica, pero
Heidegger no hace eso, sino que pregunta más bien por el sentido del ser.
¿Por qué?
Porque aborda la cuestión desde la fenomenología.
Haría falta todo un vídeo para explicar la idea general tras la fenomenología, pero
de momento podemos decir lo siguiente.
Por muy abstracta que sea la ontología de Aristóteles, aborda la cuestión del ser
desde lo que Husserl llamaba la “actitud natural”, una postura o disposición hacia
nuestra experiencia del mundo que la ve como una simple presentación de objetos tal y
como son en sí mismos.
En su método fenomenológico, Husserl pone esa actitud entre paréntesis (eso es su célebre
epojé) y así suspende cualquier juicio sobre el mundo natural, centrándose más bien en
un análisis de la experiencia misma.
En esta nueva actitud, fenomenológicamente reducida por el epojé, la experiencia deja
de ser una simple presentación de objetos y pasa a ser un proceso dinámico en el que
nuestra consciencia participa.
En la experiencia entendida así, la consciencia deja de ser un cogito cartesiano ante el cual
se despliegan objetos, y pasa a encontrarse en una relación esencial con objetos, una
relación que Husserl llama intencional.
El cogito cartesiano es simplemente consciencia.
El cogito husserliano es siempre “consciencia de”, intencionalmente relacionada con aquél
del que está consciente.
El objeto de análisis para el fenomenólogo no es el objeto ni el sujeto, sino la correlación
de los dos en la experiencia vivida.
Dada esta correlación, lo que se estudia no son objetos como cosas allá afuera en
el mundo, sino precisamente fenómenos, es decir, la aparición o presentación de objetos
a la experiencia consciente.
En el latín, se diría que el fenómeno es un intentum, es decir, aquello que es intencionado
o significado, lo que Husserl llamaba el noema.
Y correlativamente, ese algo intencionado es producto de un intentio o acto de la consciencia,
lo que Husserl llamaba noesis.
El punto de todo esto es si tu teoría sobre el ser se centra en objetos o entes, entonces
tu pregunta va a orientarse en términos de propiedades.
Por ejemplo, el objeto “hombre” tiene las propiedades de ser animal y racional.
Pero si tu forma de abordar el ser se centra en la correlación entre fenómenos y los
actos intencionales que los producen, entonces lo relevante no son propiedades sino el sentido,
es decir, la forma en que el objeto o el fenómeno más bien se vuelve inteligible o significativo.
Los objetos de nuestra experiencia siempre se dan o se presentan en cierto aspecto, perspectiva
o, lo que es lo mismo, sentido.
Un claro ejemplo es el que Frege usó en su célebre distinción entre “sentido” y
“referencia”.
El planeta Venus es el objeto allá afuera, la referencia de nuestro habla, pero hablamos
de él en diferentes sentidos, como “la estrella matutina” y “la estrella vespertina”.
Ahora bien, este sentido no es algo que los objetos albergan en sí mismos, sino que se
constituye.
Husserl afirmaba que esta constitución del sentido lo hacía la consciencia humana.
Heidegger dirá que es otra cosa, como veremos más adelante, y en esto se distingue principalmente
de su maestro.
De momento vamos a ver un ejemplo más concreto de esta cuestión del sentido para explicarlo
un poco mejor.
Imagínate alguien que tuviera amnesia y que dijera: “Oiga, he oído hablar de algo que
se llama una escuela.
¿Qué es eso, qué significa?”
Aquí tenemos una pregunta por el ser de algo, un ente, a saber una escuela.
Uno podría responder con una definición, mencionando sus propiedades, o incluso llevarlo
a una escuela y decir: “Es este edificio aquí, con salones llenos de mesas y sillas
y maestros y alumnos”.
Con esto tenemos una comprensión del objeto pero no de su sentido.
¿Qué se hace con una escuela, de qué sirve, para qué es?
Uno respondería al amnésico que una escuela es para aprender; es parte del proceso de
socialización de los jóvenes por el que logran ser aptos para formar parte de la sociedad
y trabajar en ella.
Este “para qué” responde mucho mejor a la pregunta del amnésico, pero todavía
no capta lo que Heidegger quiere decir al hablar del sentido.
Como comenta Magda King, el sentido o significado, para Heidegger, es aquello del cual algo es
entendible o inteligible como la cosa que es.
¿De qué o de dónde es una escuela entendible como la cosa que es?
Solo desde un mundo de la existencia humana.
Como se puede apreciar pasando de la infancia a la vejez, la vida humana es una de crecimiento
y transformación donde nos adaptamos a nuevas circunstancias al desarrollar nuevas habilidades
para reproducir el mundo en que vivimos.
Es debido a eso que tenemos cosas como escuelas.
Lo que posibilita nuestra comprensión de la noción de escuela es precisamente el sentido.
El sentido de la escuela es el mundo al que pertenece.
Aquí es donde Heidegger se desprende de su maestro Husserl.
Lo que constituye el sentido de algo no es la consciencia humana, sino el entorno en
que uno se encuentra.
Hablaremos mucho más de su noción de mundo, pero de momento debe quedar claro que no se
trata de una mera colección de objetos físicos, sino de relaciones sociales significativas.
Cuando hablamos del mundo académico o el mundo político, ése es el sentido en que
lo usa Heidegger.
¿Te acuerdas en el último vídeo cuando hablé de los artefactos en un museo?
Dije que dejas tu mundo de trabajo y ocupaciones y entras en uno bastante distinto.
Existimos en un mundo social, lo cual es el contexto o horizonte que da sentido o inteligibilidad
a las cosas de nuestra experiencia.
Este mundo o horizonte es como el agua para los peces, algo tan cotidiano e implícito
que no lo advertimos.
Este sentido en el que nos movemos es lo que Heidegger quiere hacer explícito.
Al margen de lo que nos dirá Heidegger, una forma de hacer explícito ese sentido es cambiar
el horizonte, como hicimos cuando entramos al museo.
Si preguntamos por la escuela dentro del horizonte de la física, ella y muchas cosas más se
vuelven literalmente sinsentido.
¿Por qué?
Porque en el mundo de la física, las categorías relevantes son la materia, masa, movimiento
y energía.
Si el amnésico hace su pregunta a un físico, ¿qué es este ente que se llama una escuela?,
la respuesta del físico va a consistir en más entes: ladrillos, cemento, átomos, todo
organizado en el espacio.
Pero no por ello entiende el amnésico el sentido de la escuela, su para qué.
La respuesta del físico no es inválida, sino sólo superficial, es decir, no fundamental.
Es una respuesta que Heidegger caracterizará como óntica, es decir, responde una pregunta
sobre un ente con más entes.
La respuesta que Heidegger pretende dar en este libro es, en cambio ontológica, una
que tiene que ver con el sentido.
Para Heidegger, esta última tiene una clara prioridad.
¿Por qué?
Pues un físico te puede decir cómo construir una escuela, la forma que debe tener, pero
puede saber eso en primera instancia sólo si sabe el sentido de una escuela, para qué
es.
De esta forma, la naturaleza del sentido determina la naturaleza del ente.
Para ir terminando, en todo esto hemos estado preguntando por el sentido de un ente, el
de una escuela, y hemos concluido que el sentido de algo es el mundo al que pertenece, el horizonte
en el que se presenta como algo inteligible y significativo.
Pero la pregunta de Heidegger es por el sentido del ser mismo, que no es ningún ente.
¿Qué es el sentido del ser?
De acuerdo con todo lo que hemos platicado aquí, tendría que ser el horizonte que hace
posible que comprendamos el ser en tanto ser.
¿Qué es ese horizonte?
No es ni más ni menos que el tiempo.
Por eso el título del libro.
El ser y el tiempo no es un tratado ontológico tradicional.
Es muy importante entender que cuando Heidegger habla del ser no está hablando obviamente
de ningún ente, ni tampoco de algún éter místico flotando por ahí.
El análisis en este libro es 100% fenomenológico, lo cual quiere decir que cualquier concepto,
incluso el de “ser”, se somete al epojé o reducción fenomenológica.
El ser, fenomenológicamente reducido, es el sentido o la significatividad.
Ontológicamente, el objeto de análisis es el ser, y Heidegger utiliza este lenguaje
del ser porque está respondiendo a toda una larga tradición que lo utiliza.
Sin embargo, por abordar esta cuestión de forma fenomenológica, el objeto de análisis
es realmente el sentido.
Para Heidegger, el ser de algo no es más que su sentido.
En otras palabras, cuando decimos que algo es, eso es equivalente a decir que tiene sentido.
Si preguntas: ¿qué es lo que necesito entender para comprender el argumento de este libro?,
diría que es esta pequeña frase, “el sentido de ser” y por eso he pasado todo este vídeo
hablando de ello.
Pues apenas hemos revisado la primera página de esta gran obra.
Afortunadamente, hemos tocado muchos temas que veremos en la introducción, así que
vamos a acelerar un poco el análisis en el siguiente vídeo.
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