Un año de cambios: Día 45

Summary

Este devocional invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones pueden agradar a Dios, basándose en las enseñanzas bíblicas. Aunque no necesitamos hacer nada para ser aceptados por Él debido al sacrificio de Cristo, tenemos el privilegio de hacerle sonreír a través de nuestras decisiones y vida. Al agradar a Dios, experimentamos paz, gozo y un renovado propósito. Este mensaje anima a los creyentes a vivir con una nueva ambición, impulsada por el amor hacia Dios, y destaca la importancia de buscar Su felicidad en todas nuestras acciones cotidianas.

Takeaways

• 😀 El comportamiento y estilo de vida de los cristianos pueden afectar emocionalmente a Dios, tanto para agradarle como para entristecerle.
• 😀 El pecado entristece a Dios, pero la obediencia y la confianza en Él lo alegran y le producen placer.
• 😀 La Biblia utiliza antropomorfismos para describir las emociones de Dios, como celos, tristeza y alegría, lo que muestra la profundidad de Su relación con nosotros.
• 😀 Agradar a Dios no es un requisito para ser aceptado por Él, sino un privilegio que los creyentes reciben gracias a la obra de Cristo en la cruz.
• 😀 El amor verdadero hacia Dios se manifiesta al hacer lo que le agrada, como un padre que busca la felicidad de sus hijos.
• 😀 El cristiano puede vivir con el propósito de agradar a Dios, lo que genera una nueva pasión y ambición por cumplir Su voluntad.
• 😀 La ambición cristiana no es un deseo superficial, sino un anhelo profundo por hacer lo que es correcto y digno de Dios.
• 😀 Agradar a Dios es una forma de encontrar gozo y propósito en la vida, ya que genera una conexión emocional significativa con Él.
• 😀 La presencia del Espíritu Santo permite al creyente agradar a Dios y experimentar paz y alegría en el proceso.
• 😀 La forma de apoyar al ministerio no es con dinero, sino comprando libros y regalándolos, ayudando así a que más personas disfruten de los recursos espirituales.

Q & A

¿Qué significa que nuestra conducta y estilo de vida puedan producir un cambio emocional en Dios?

Significa que nuestras acciones tienen un impacto emocional en Dios. Cuando pecamos, le causamos tristeza, pero cuando vivimos de acuerdo a Su voluntad, le damos placer. Dios no es indiferente a nuestra conducta; de hecho, le afecta profundamente.

¿Cómo puede el pecado entristecer a Dios según la Biblia?

El pecado entristece a Dios porque es una forma de desobedecer Su voluntad. En Efesios 4:30 se menciona que podemos entristecer al Espíritu Santo, lo que indica que nuestras acciones tienen un impacto real en los sentimientos de Dios.

¿De qué manera se revela la naturaleza emocional de Dios en el Antiguo Testamento?

Dios se presenta como emocionalmente afectado por el comportamiento de Su pueblo. Por ejemplo, en Éxodo 20:5, se describe a Dios como un 'Dios celoso'. Además, en el libro de Oseas, se compara el amor de Dios con el dolor de un esposo infiel, mostrando el sufrimiento emocional que provoca el pecado de Su pueblo.

¿Qué enseñanza se puede extraer de Jeremías 31:20 acerca de la relación emocional de Dios con Su pueblo?

En Jeremías 31:20, Dios expresa que Sus 'entrañas se conmueven' por Israel, lo que refleja Su compasión y misericordia. Este versículo subraya cómo las acciones del pueblo afectan emocionalmente a Dios, quien experimenta un profundo amor y compasión por ellos.

¿Qué diferencia hay entre agradar a Dios y ser aceptado por Él?

Agradar a Dios no es un requisito para ser aceptado, sino un privilegio que resulta de nuestra relación con Él. Ya somos aceptados por medio de la cruz de Cristo, y agradar a Dios es una respuesta natural a ese amor, una expresión de gratitud y devoción.

¿Qué significa tener una nueva ambición según 2 Corintios 5:9?

Una nueva ambición es un deseo apasionado de vivir para agradar a Dios. Es una motivación profunda que impulsa al cristiano a vivir de manera que honre a Dios en todas las áreas de su vida, buscando Su placer más que cualquier otro objetivo o logro mundano.

¿Cómo se puede aumentar el placer que Dios siente por nosotros?

Aunque no podemos disminuir el nivel de aceptación de Dios hacia nosotros, sí podemos aumentar el placer que Él experimenta de nosotros al vivir conforme a Su voluntad. Esto se logra a través de nuestras acciones y decisiones, que reflejan un corazón transformado por Su gracia.

¿Por qué es importante diferenciar entre el amor que Dios nos da y lo que nosotros hacemos para agradarlo?

Es importante entender que el amor de Dios por nosotros no depende de nuestras acciones, sino que es incondicional. Sin embargo, nuestras acciones pueden aumentar el placer de Dios, reflejando nuestra gratitud y deseo de complacerle como respuesta a Su amor.

¿Cómo la relación con nuestros hijos refleja nuestra relación con Dios en cuanto a hacerlos felices?

Al igual que un padre disfruta viendo la felicidad de sus hijos, nosotros encontramos gozo en agradar a Dios. Este deseo de hacer felices a nuestros seres queridos es un reflejo del gozo que sentimos al ver a Dios complacido por nuestras acciones.

¿Qué rol juega el Espíritu Santo en nuestra capacidad de agradar a Dios?

El Espíritu Santo nos da la capacidad de agradar a Dios, transformando nuestro corazón y nuestras motivaciones. Gracias al Espíritu, podemos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, lo cual nos permite complacerle y vivir de una manera que refleje Su amor y gracia.