Manual de urbanidad y buenas maneras - Manuel A. Carreño - Deberes morales del hombre - Cap. 1
Summary
TLDREl texto explora los deberes morales del hombre hacia Dios, destacando la sabiduría y bondad divinas en la creación. Se insta al amor, gratitud y adoración, independientemente de las circunstancias, y se enfatiza en la importancia de las oraciones y la devoción, tanto en momentos de alegría como de adversidad. Se subraya la necesidad de pedir perdón y alivio, y de actuar con bondad y justicia. Además, se menciona la importancia de respetar a los sacerdotes y de visitar el templo como expresión de devoción y como ejemplo para los demás.
Takeaways
- 🌌 La contemplación del firmamento y las maravillas de la creación nos lleva a reconocer la sabiduría y grandeza de Dios.
- 🙏 Somos deudores de amor, gratitud y adoración a Dios, quien nos ha otorgado bienes y comodidades en la tierra.
- 🌱 En situaciones de placer y desgracia, debemos rendir homenajes y dirigir ruegos fervorosos a Dios para merecer sus beneficios.
- 👨👩👧👦 Debemos orar por nuestros seres queridos, nuestra patria, nuestros bienhechores, amigos e incluso enemigos.
- 🕊 Al levantarse y acostarse, se debe dirigir alabanzas y gratitud a Dios por sus beneficios y pedir su continuidad.
- 🤝 Los deberes morales para con Dios también se reflejan en los deberes sociales y en las prescripciones de la moral.
- 👨🏫 El modelo de virtudes como padre amoroso, hijo obediente, esposo fiel y ciudadano útil proviene de los mandamientos divinos.
- ⛪ La asistencia regular al templo es una forma de cumplir con los deberes hacia Dios y servir como ejemplo saludable para los demás.
- 📜 Los sacerdotes, como ministros de Dios, tienen la misión de mantener el culto divino y guiar nuestras almas hacia la felicidad eterna.
- 🙇♂️ Es un deber respetar a los sacerdotes, ya que esto demuestra respeto a Dios y refleja una buena educación moral y religiosa.
Q & A
¿Qué se debe hacer para comprender la sabiduría y grandeza de Dios según el texto?
-Basta con dirigir una mirada al firmamento o a las maravillas de la creación para concebir la sabiduría y grandeza de Dios.
¿Qué nos obliga el reconocimiento de la sabiduría y bondad de Dios?
-Nos obliga a mostrarle amor, gratitud, profunda adoración y obediencia en todas las situaciones de la vida.
¿Por qué nuestras alabanzas no pueden añadir nada a los atributos de Dios?
-Porque los atributos de Dios son infinitos y perfectos, pero Él se complace en nuestras alabanzas como un homenaje debido a su majestad.
Si Dios ya conoce nuestras necesidades, ¿por qué es necesario rezarle?
-Porque los ruegos son una expresión sincera de reconocimiento de que Dios es la fuente de todo bien y consuelo, y con ellos movemos su misericordia.
¿Qué actitud se recomienda al hombre al dirigirse a su Creador?
-Se recomienda dirigirse a Dios con la confianza de un hijo que habla a su padre, pidiendo alivio de los dolores y perdón de las culpas, mostrando amor y fe.
¿Cuáles son los deberes del hombre antes de acostarse y al despertarse según el texto?
-Al acostarse y despertarse, el hombre debe elevar su alma a Dios, agradecer sus beneficios, pedir por sus seres queridos y hacer votos por la felicidad de la humanidad.
¿Por qué es importante dar gracias a Dios al levantarse de la mesa?
-Porque es un acto de reconocimiento y gratitud por el mayor de los beneficios: la provisión del alimento que conserva la vida.
¿Cómo se relacionan los deberes para con Dios con los deberes sociales y morales?
-Los deberes para con Dios incluyen todos los deberes sociales y las prescripciones morales, ya que los mandamientos de Dios son el origen de toda ley justa y moral.
¿Qué importancia tiene el respeto hacia los sacerdotes según el texto?
-Respetar a los sacerdotes es fundamental, ya que son ministros de Dios en la tierra, y al respetarlos se demuestra respeto hacia Dios mismo.
¿Qué ejemplo debemos dar al asistir al templo?
-Debemos asistir al templo con frecuencia y mostrar devoción y recogimiento, como un acto de adoración pública que sirve de ejemplo para los demás.
Outlines
🌌 Deberes morales del hombre hacia Dios
El primer párrafo enfatiza la importancia de los deberes morales del hombre hacia Dios. Se describe cómo la contemplación de la creación nos lleva a reconocer la sabiduría y grandeza de Dios, y cómo debemos mostrar nuestro amor, gratitud y adoración en todas las situaciones de la vida. Se menciona que, a pesar de ser criaturas humildes e imperfectas, nuestras alabanzas son un homenaje a su majestad y que Dios se complace en ellas. Además, se aborda la idea de que nuestras oraciones y ruegos son una expresión de reconocimiento y que Dios, siendo infinito y bondadoso, siempre está dispuesto a escuchar nuestras súplicas. Se sugiere que la práctica de estas virtudes nos ayuda a mejorar moralmente y a avanzar en el camino de la virtud que conduce a la verdadera felicidad.
🙏 Respeto hacia los sacerdotes y la práctica del culto
El segundo párrafo se centra en la importancia de manifestar nuestro amor, gratitud y adoración hacia Dios a través de actos públicos, como visitar el templo con frecuencia y mostrar devoción. Se destaca la misión de los sacerdotes como ministros de Dios en la tierra y la necesidad de respetarlos, ya que su ofensa es considerada más grave ante los ojos de Dios. Se enfatiza la importancia de seguir sus consejos y de reconocer su papel en la guía espiritual. El párrafo concluye con una recomendación de respeto hacia los sacerdotes como una manifestación de respeto a Dios y como un signo de una buena educación moral y religiosa.
Mindmap
Keywords
💡Deberes morales
💡Creación
💡Bondad
💡Adoración
💡Salvación eterna
💡Providencia
💡Sacramentos
💡Caridad
💡Santidad
💡Ejemplo
Highlights
Observar el firmamento o cualquiera de las maravillas de la creación nos lleva a reconocer la sabiduría y grandeza de Dios.
Dios ha creado el mundo y gobernado con bondad y misericordia, lo que nos hace deudores de amor, gratitud y adoración.
Debemos rendir homenajes y dirigir ruegos fervorosos a Dios en todas las situaciones de la vida.
Dios es la fuente de todo bien, consuelo y felicidad, y nuestros ruegos son un reconocimiento de esto.
El acto de dirigirse a Dios con confianza y pedir el perdón de sus culpas es propio y natural para el hombre.
Al levantarnos y acostarnos, debemos dirigir nuestras alabanzas y gracias a Dios por sus beneficios.
Debemos pedir por nuestros padres, familias, patria, bienhechores, amigos y enemigos, así como por la felicidad del género humano.
Al examinar nuestra conciencia y proponernos mejorar, vamos corrigiendo nuestros defectos y avanzando en la virtud.
Los deberes para con Dios se encuentran en todos los deberes sociales y prescripciones de la moral.
El modelo de todas las virtudes y la ley humana proviene de los mandamientos de Dios.
La obediencia a Dios y a la iglesia es el medio más eficaz para nuestro bienestar y felicidad eterna.
Debemos manifestar nuestro amor, gratitud y adoración con actos públicos que sirvan de ejemplo a los demás.
Los sacerdotes tienen la misión de mantener el culto divino y conducir nuestras almas hacia la felicidad eterna.
El respeto a los sacerdotes es una manifestación de respeto a Dios y un signo de buena educación moral y religiosa.
Transcripts
y deberes morales del hombre capítulo
primero de los deberes para con dios
basta dirigir una mirada al firmamento
oa cualquiera de las maravillas de la
creación y contemplar instante los
infinitos bienes y comodidades que
ofrece la tierra para concebir desde
luego la sabiduría y grandeza de dios y
todo lo que debemos amor a su bondad ya
su misericordia en efecto quien sin
odios ha creado el mundo y gobierna
quien ha establecido y conserva el orden
inalterable con que atraviesa los
tiempos la masa formidable y portentosa
del universo quien vela incesantemente
por nuestra felicidad y la de todos los
objetos que no son queridos en la tierra
y por último quien sino él puede
ofrecernos y nos ofrece la dicha inmensa
de la salvación eterna somos le pues
deudores de todo nuestro amor de toda
nuestra gratitud y de la más profunda
adoración y obediencia y en todas las
situaciones de la vida en medio de los
placeres inocentes que su mano generosa
derrama en el camino de nuestra
existencia como en el seno de la
desgracia con que en los juicios
inescrutables de su sabiduría infinita
prueba a veces nuestra paciencia y
nuestra fe estamos obligados a rendirle
homenajes y a dirigirle nuestros ruegos
fervorosos para que nos haga merecedores
de sus beneficios en el mundo y de la
gloria que reserva a nuestras virtudes
en el cielo dios es el ser que reúne la
inmensidad de la grandeza y de la
perfección y nosotros aunque criaturas
suyas y destinados a gozar le por toda
una eternidad
somos unos seres muy humildes e
imperfectos así es que nuestras
alabanzas nada pueden añadir a sus
soberanos atributos pero él se complace
en ellas y las recibe como un homenaje
debido a la majestad de su gloria y como
prendas de adoración y amor que el
corazón le ofrece en la efusión de sus
más sublimes sentimientos y nada puede
por tanto excusarnos de dirigirse las
tampoco nuestros ruegos le pueden hacer
más justo porque todos sus atributos son
infinitos ni por otra parte les son
necesarios para conocer nuestras
necesidades y nuestros deseos porque el
penetra en lo más íntimo de nuestros
corazones pero esos ruegos son una
expresión sincera del reconocimiento en
que vivimos de que él es la fuente de
todo bien de todo consuelo y de toda
felicidad y con ellos movemos su
misericordia y aplicamos la severidad de
su divina justicia
por nuestras ofensas porque él es dios
de bondad y su bondad tampoco tiene
límites cuán propio y natural no es que
el hombre se dirija a su creador le
hable de sus penas con la confianza de
un hijo que habla al padre más tierno y
amoroso le pida el alivio de sus dolores
y el perdón de sus culpas y con una
mirada dulce y llena de unción religiosa
le muestra su amor y su fe como los
títulos de su esperanza así al acto de
acostarnos como al de levantarnos
elevaremos nuestra alma adiós y con todo
el fervor de un corazón sensible y
agradecido le dirigiremos nuestras
alabanzas le daremos gracias por todos
sus beneficios y le rogamos nos los siga
dispensando le pediremos por nuestros
padres por nuestras familias por nuestra
patria por nuestros bienhechores y
amigos así como también por nuestros
enemigos y haremos votos por la
felicidad del género humano y
especialmente por el consuelo de los
afligidos y desgraciados y por aquellas
almas que se encuentran extraviadas de
la senda de la bienaventuranza y
recogiendo entonces nuestro espíritu y
rogando a dios nos ilumine con las luces
de la razón y de la gracia examinaremos
nuestra conciencia y nos propondremos
emplear
medios más eficaces para evitar las
faltas que hayamos cometido en el
transcurso del día
tales son nuestros deberes al
entregarnos al sueño y al despertarnos
en los cuales además de la satisfacción
de haber cumplido con dios y de haber
consagrado un momento a la filantropía
encontraremos la inestimable ventaja de
ir diariamente corrigiendo nuestros
defectos mejorando nuestra condición
moral y avanzando en el camino de la
virtud único que conduce a la verdadera
dicha es también un acto de vido a dios
y propio de un corazón agradecido el
manifestarle siempre nuestro
reconocimiento al levantarnos de la mesa
si nunca debemos olvidarnos de dar las
gracias a la persona de quien recibimos
un servicio por pequeño que sea con
cuanta más razón no deberemos darlas a
la providencia cada vez que nos dispensa
el mayor de los beneficios cuál es el
medio de conservar la vida en los
deberes para con dios se encuentran
refundidos todos los deberes sociales y
todas las prescripciones de la moral así
es que el modelo de todas las virtudes
el padre más amoroso el hijo más
obediente el esposo más fiel el
ciudadano más útil a su patria
cuál es la ley humana cuál el principio
cuál la regla que encamina a los hombres
al bien y los aparte del mal que no
tenga su origen en los mandamientos de
dios en esa ley de las leyes tan sublime
y completa cuánto sencilla y breve donde
hay nada más conforme con el orden que
debe reinar en las naciones y en las
familias con los dictados de la justicia
con los generosos impulsos de la caridad
y la noble beneficencia y con todo lo
que contribuye a la felicidad del hombre
sobre la tierra que los principios
contenidos en la ley evangélica nosotros
satisfacemos el sagrado deber de la
obediencia a dios guardando fielmente
sus leyes y las que nuestra santa
iglesia ha dictado en el uso legítimo de
la divina delegación que ejerce y es
este al mismo tiempo el medio más eficaz
y más directo para obrar en favor de
nuestro bienestar en este mundo y de la
felicidad que nos espera en el seno de
la gloria celestial pero no es esto todo
los deberes de que tratamos no se
circunscriben a nuestras relaciones
internas con la divinidad el corazón
humano
esencialmente comunicativo siente una
inclinación invencible a expresar sus
afectos por signos y demostraciones
exteriores
debemos pues manifestar adiós nuestro
amor nuestra gratitud y nuestra
adoración con actos públicos que al
mismo tiempo que satisfagan nuestro
corazón sirvan de un saludable ejemplo a
los que nos observan y como es el templo
la casa del señor y el lugar destinado a
rendirle nuestros homenajes procuremos
visitarlo con la posible frecuencia
manifestando siempre en él toda la
devoción y todo el recogimiento que
inspira tan sagrado recinto los
sacerdotes ministros de dios sobre la
tierra tienen la alta misión de mantener
el culto divino y de conducir nuestras
almas por el camino de la felicidad
eterna tan elevado carácter nos impone
el deber de respetarlos en rare los
oyendo siempre con interés y docilidad
los consejos con que nos favorecen
cuando en nombre de su divino maestro y
en desempeño de su augusto ministerio
nos dirige su voz de caridad y de
consuelo grande es sin duda la falta en
que incurrimos al ofender a nuestros
prójimos sean éstos quienes fueren pero
todavía es mucho más grave ante los ojos
de dios la ofensa dirigida al sacerdote
pues con ella hacemos injuria a la
divinidad que le ha investido con
atributos sagrados y le ha hecho su
representante
en este mundo concluyamos pues el
capítulo de los deberes para con dios
recomendando el respeto a los sacerdotes
como una manifestación de nuestro
respeto a dios mismo y como un signo
inequívoco de una buena educación moral
y religiosa
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