Darren Byler | Enclosure Infrastructures of Terror Capitalism in Northwest China

Summary

Este discurso aborda la situación de los uigures en el noroeste de China, analizando cómo las infraestructuras físicas y digitales han sido utilizadas para excluirlos del nuevo sistema económico. Desde la construcción de infraestructuras para la extracción de recursos hasta la implementación de un sistema de vigilancia digital masivo, los uigures han sido relegados a trabajos forzados y controlados. El discurso conecta estos eventos con la lógica del capitalismo y la 'acumulación primitiva', destacando cómo las tecnologías de control social se utilizan para mantener a las poblaciones en una economía de trabajo no libre, a la vez que reflexiona sobre las implicaciones globales de estos sistemas.

Takeaways

• 😀 La región noroeste de China, hogar ancestral de los uigures, ha sido objeto de una expansión económica impulsada por la extracción de recursos naturales como petróleo y gas, dejando a las comunidades locales excluidas de los sectores más lucrativos de la economía.
• 😀 En la década de 2010, la construcción de infraestructuras físicas en la región fue seguida por el desarrollo de 'encierros digitales', facilitados por las redes 3G, que permitieron a los uigures comunicarse de manera más libre pero también los expuso a la vigilancia estatal.
• 😀 La aplicación WeChat fue un cambio de juego para los uigures, ya que les permitió eludir la censura estatal mediante mensajes de voz, lo que facilitó la organización y la transmisión de ideas religiosas.
• 😀 En 2014, el gobierno chino comenzó a restringir prácticas religiosas, como el uso del velo o las barbas, y a monitorear las actividades de los uigures en línea, iniciando una lucha contra lo que percibían como 'extremismo' asociado con el Islam.
• 😀 La tecnología de vigilancia se desplegó masivamente, con empresas privadas y estatales colaborando para crear sistemas que analizan las huellas digitales de los uigures, incluyendo reconocimiento facial y el análisis de las conversaciones de voz.
• 😀 El uso de herramientas digitales de escaneo, como la 'Espada Antiterrorista', permite a la policía identificar a personas sospechosas mediante sus dispositivos electrónicos, revisando hasta 75,000 marcadores de actividad política o religiosa.
• 😀 Aquellos identificados como 'no confiables' por estas herramientas son enviados a campos de 'reeducación', que son en realidad prisiones de seguridad media con componentes de trabajo forzado.
• 😀 Desde 2018, los prisioneros de los campos han sido transferidos a fábricas en condiciones de trabajo que se asemejan a la esclavitud, con salarios extremadamente bajos y bajo estricta vigilancia, reflejando una forma moderna de trabajo no libre.
• 😀 Las fábricas en las que los uigures y kazajos trabajan están estrechamente vigiladas, con puntos de control, monitoreo constante de teléfonos y cámaras, y un sistema de 'alarmas' que se activa si los trabajadores intentan salir sin permiso.
• 😀 El modelo de explotación de los uigures se inserta en el marco de la 'acumulación primaria' de capital, como lo describió Marx, donde la tierra y la mano de obra son convertidas en mercancías a través de un sistema legal y de trabajo que captura las relaciones sociales.
• 😀 Este tipo de control y explotación no es exclusivo de China, sino que es una tendencia global, con tecnologías de vigilancia similares siendo utilizadas en otros lugares, como la frontera sur de Estados Unidos o en Palestina y Cachemira, bajo diferentes formas de represión y control social.

Q & A

¿Cómo afectó el crecimiento económico de China en la década de 1990 a la región noroeste donde viven los uigures?

El crecimiento económico de China en los años 90 impulsó la necesidad de materias primas para alimentar su economía en expansión. La región noroeste de China, hogar de los uigures, se convirtió en una fuente crucial de recursos naturales, como petróleo y gas. Sin embargo, los uigures fueron excluidos de los beneficios económicos de esta industria emergente y fueron empujados a trabajos agrícolas de menor remuneración.

¿Qué papel jugó la tecnología en la organización social de los uigures a partir de la década de 2010?

A partir de la introducción de las redes 3G y los smartphones en la región, los uigures comenzaron a usar aplicaciones como WeChat para organizarse, compartir ideas y discutir temas relacionados con su religión y cultura. Esta nueva capacidad digital les permitió sortear parte de la censura estatal, lo que preocupó al gobierno chino.

¿Qué medidas tomó el gobierno chino en respuesta a la autonomía digital de los uigures?

El gobierno chino implementó sistemas de vigilancia digital avanzados para controlar y monitorear las comunicaciones de los uigures. Esto incluyó herramientas de transcripción y traducción automatizadas, así como el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los uigures en videos de vigilancia.

¿En qué consistieron los 'campos de reeducación' y cómo se vincularon con el sistema laboral?

Los 'campos de reeducación' en la región uigur no solo funcionaban como centros de detención, sino también como fábricas de trabajo forzado. Los uigures detenidos eran utilizados como mano de obra barata para las fábricas, especialmente en la producción de algodón, lo que convirtió a estos campos en un motor económico basado en el trabajo esclavo.

¿Cómo se describe el sistema de vigilancia en las fábricas donde los uigures eran forzados a trabajar?

El sistema de vigilancia en las fábricas era extremadamente riguroso. Los trabajadores eran monitoreados a través de puntos de control, donde se escaneaban sus identificaciones y se les inspeccionaba para evitar el robo de herramientas. Además, sus teléfonos eran revisados constantemente, y cualquier intento de abandonar la fábrica o el dormitorio activaba alarmas, lo que traía como consecuencia la intervención policial.

¿Qué simboliza el caso de Gulzira Auelkhan en la narrativa de control estatal sobre los uigures?

El caso de Gulzira Auelkhan refleja cómo el sistema de control estatal es tanto físico como digital. Después de ser detenida por sus actividades relacionadas con el Islam, fue forzada a trabajar en una fábrica donde vivió bajo constante vigilancia, lo que demuestra cómo los uigures son atrapados en un ciclo de detención, trabajo forzado y control social.

¿Qué significa 'enclosures' (enclusuras) en el contexto de la región uigur?

'Enclosures' hace referencia a los procesos mediante los cuales el gobierno chino ha cerrado espacios tanto físicos como digitales para controlar a la población uigur. Estas 'enclusuras' incluyen desde las barreras materiales, como las instalaciones de vigilancia, hasta las digitales, como los sistemas de monitoreo en línea y las restricciones a la libertad de expresión y movimiento.

¿Cómo se relaciona la explotación de los uigures con las teorías marxistas sobre la acumulación primitiva de capital?

La explotación de los uigures puede verse como una forma de 'acumulación primitiva de capital', un concepto de Karl Marx. La extracción de recursos en la región, junto con la explotación del trabajo uigur en los campos de reeducación y las fábricas, permite la acumulación de capital para el estado chino y las empresas privadas involucradas, de manera similar a cómo las economías capitalistas históricamente han despojado a los pueblos indígenas de sus recursos y mano de obra.

¿Cómo se compara el sistema de control de los uigures con otras formas de control social globalmente?

El sistema de control sobre los uigures no es único, sino que comparte similitudes con otras formas de control social globalmente, como las políticas migratorias en la frontera sur de Estados Unidos y las situaciones en Palestina o Cachemira. Aunque las circunstancias y los efectos específicos varían, en todos estos lugares hay un uso de tecnologías digitales y físicas para controlar, monitorizar y explotar a poblaciones vulnerables.

¿Qué implicaciones tiene la digitalización de la vigilancia y el control en la economía global?

La digitalización de la vigilancia y el control en la región uigur refleja una tendencia más amplia en la economía global, donde las tecnologías digitales no solo facilitan la producción y el consumo, sino que también se utilizan para controlar a las poblaciones marginalizadas. Esto abre nuevas formas de explotación laboral, como el trabajo forzado en fábricas vigiladas, y podría expandirse a otras partes del mundo a medida que las tecnologías de vigilancia se globalizan.