Robert Waldinger: What makes a good life? Lessons from the longest study on happiness | TED
Summary
TLDREl estudio de desarrollo adulto de Harvard, que ha seguido a 724 hombres durante 75 años, ha demostrado que las relaciones positivas son fundamentales para la felicidad y la salud. Las personas con conexiones sociales más fuertes viven más y son más felices que las que están aisladas. La calidad de las relaciones cercanas es más importante que la cantidad de amigos o el estar en una relación comprometida. Las relaciones conflictivas son perjudiciales para la salud, mientras que las relaciones cálidas y positivas son protectoras y pueden amortiguar los efectos del envejecimiento. Las relaciones saludables no solo protegen el cuerpo, sino también la mente, y las memorias de las personas en relaciones seguras se mantienen agudas más tiempo. Este estudio nos recuerda que la vida buena se construye con relaciones saludables y que invertir en ellas es una inversión valiosa para nuestro futuro.
Takeaways
- 📈 La inversión en relaciones positivas es fundamental para la felicidad y la salud a lo largo de la vida.
- 💼 La riqueza y la fama no son las únicas metas a alcanzar; las relaciones significativas son más importantes.
- 🧠 La soledad es perjudicial para la salud y la longevidad, mientras que las conexiones sociales son benéficas.
- 🤝 La calidad de las relaciones cercanas es más importante que la cantidad de amigos o estar en una relación comprometida.
- 👵🏼 Con el envejecimiento, las relaciones satisfactorias a los 50 años predicen una mejor salud a los 80 años.
- 🧗 La satisfacción en las relaciones cercanas actúa como un buffer contra los desafíos de envejecer.
- 🧠 Las relaciones saludables no solo protegen el cuerpo, sino también la mente y la memoria.
- 👫 La confianza en una pareja o un amigo cercano en los 80s contribuye a una memoria más aguda y retarda la declinación cognitiva.
- 💔 El conflicto en las relaciones, como en matrimonios de alta conflictividad, es negativo para la salud.
- 👪 La atención y el esfuerzo en mantener relaciones familiares y amistosas es un trabajo duro pero valioso a largo plazo.
- 🌟 La felicidad en la jubilación está asociada con la capacidad de reemplazar a compañeros de trabajo por nuevos amigos y relaciones significativas.
Q & A
¿Cuál es el objetivo principal del estudio de desarrollo de adultos de Harvard?
-El objetivo principal del estudio es observar y estudiar a lo largo del tiempo a las personas desde la adolescencia hasta la vejez para descubrir qué realmente mantiene a las personas felices y saludables a lo largo de la vida.
¿Cuánto tiempo ha durado el estudio de desarrollo de adultos de Harvard?
-El estudio ha durado 75 años y sigue en curso.
¿Qué dos grupos de hombres fueron rastreados en el estudio de desarrollo de adultos de Harvard?
-El primer grupo estaba compuesto por estudiantes de segundo año de la Universidad de Harvard y el segundo grupo por niños de los vecindarios más pobres de Boston.
¿Qué factores son clave para mantener a las personas felices y saludables según el estudio?
-Las relaciones positivas y cercanas con la familia, amigos y comunidad son los factores clave para mantener a las personas felices y saludables.
¿Por qué las relaciones sociales son importantes para nuestra salud física y mental?
-Las relaciones sociales son importantes porque las personas que están más conectadas con otros son más felices, tienen mejor salud física y viven más tiempo que las personas que están menos conectadas.
¿Qué impacto tiene el aislamiento y la soledad en la salud y la longevidad de las personas?
-El aislamiento y la soledad son tóxicos para la salud. Las personas que se sienten aisladas experimentan una mayor infelicidad, una caída en la salud a una edad temprana, una función cerebral que declina antes y viven menos que las personas que no se sienten solitarias.
¿Cómo afecta la calidad de las relaciones cercanas nuestra salud y bienestar?
-La calidad de las relaciones cercanas es más importante que la cantidad. Vivir en medio de conflictos es perjudicial para nuestra salud, mientras que vivir en relaciones cálidas y positivas es protector y puede amortiguar los efectos del envejecimiento.
¿Por qué es difícil para las personas invertir en sus relaciones cuando buscan una vida buena y satisfactoria?
-Es difícil porque las relaciones son complicadas y requieren trabajo duro y atención constante. Buscar soluciones rápidas y fáciles es más atractivo que el cuidado a largo plazo de las relaciones familiares y amistosas.
¿Qué tipo de actividades podrían ayudar a fortalecer las relaciones cercanas en la vida diaria?
-Algunas actividades que podrían ayudar incluyen reemplazar el tiempo frente a la pantalla con tiempo con otras personas, hacer actividades nuevas juntos como caminatas o noches de citas, y contactar a familiares con quienes no se ha hablado en años.
¿Qué lecciones aprendió el estudio de que las personas que tuvieron un mejor desempeño a lo largo de los 75 años?
-Las personas que tuvieron un mejor desempeño a lo largo del estudio fueron aquellas que se centraron en las relaciones con su familia, amigos y comunidad en lugar de enfocarse únicamente en la fama, la riqueza y el éxito profesional.
¿Cómo se relaciona el apoyo emocional y la confianza en una pareja con la salud cerebral y la memoria en la vejez?
-El apoyo emocional y la confianza en una pareja en la vejez son protectores para la salud cerebral. Aquellos que se sienten seguros y pueden contar con su pareja en momentos difíciles mantienen una memoria más aguda durante más tiempo.
¿Qué consejo final da el orador para construir una vida buena basada en las relaciones?
-El orador cita a Mark Twain, quien aconsejaba que la vida es demasiado corta para discusiones, disculpas y resentimientos, y que solo hay tiempo para el amor. El consejo final es que una vida buena se construye con relaciones buenas.
Outlines
🧐 La importancia de las relaciones personales
Este párrafo aborda la pregunta de qué nos mantiene saludables y felices a lo largo de la vida. Se menciona una encuesta con millennials que destaca la aspiración a la riqueza y la fama como principales metas. Sin embargo, se sugiere que estas metas no son las únicas que conducen a una vida buena. Se introduce el Harvard Study of Adult Development, un estudio de 75 años que ha seguido a 724 hombres desde la adolescencia hasta la vejez, para entender qué realmente mantiene a las personas felices y saludables. El estudio es excepcional por su duración y por el hecho de que ha sobrevivido a desafíos comunes que afectan a proyectos similares.
🤝 Las relaciones y la salud: lecciones de 75 años de estudio
Este párrafo profundiza en los hallazgos del estudio, destacando que las relaciones positivas son fundamentales para la felicidad y la salud. Se comparten tres lecciones clave: la conexión social es beneficiosa y la soledad puede ser perjudicial; la calidad de las relaciones cercanas es más importante que la cantidad; y las relaciones saludables no solo protegen el cuerpo sino también la mente. Se revela que las personas con relaciones satisfactorias en la edad media tienen una vejez más saludable y que las relaciones estables mejoran la resiliencia frente al envejecimiento y la enfermedad.
💡 La sabiduría olvidada: la importancia de las relaciones
Este párrafo reflexiona sobre por qué, a pesar de que la sabiduría sobre la importancia de las relaciones está arraigada en la historia, es difícil de aceptar y fácil de ignorar. Se discute la naturaleza complicada de las relaciones y cómo el esfuerzo de mantenerlas no es algo rápido o fácil, sino una tarea de por vida. Se comparten consejos prácticos sobre cómo involucrarse más en las relaciones, como reemplazar el tiempo frente a pantallas por tiempo con personas o hacer nuevas actividades juntos. Finalmente, se cita a Mark Twain para resaltar la importancia de centrarse en el amor y las buenas relaciones en la construcción de una vida buena.
Mindmap
Keywords
💡Relaciones saludables
💡Estudio de Harvard
💡Bienestar
💡Loneliness
💡Calidad de las relaciones
💡Conflicto
💡Apoyo emocional
💡Memoria
💡Riqueza y fama
💡Actividad social
💡Esfuerzo en las relaciones
Highlights
La mayoría de los millennials encuestados consideran alcanzar la riqueza y la fama como objetivos vitales principales.
Se nos anima a enfocarnos más en el trabajo y a lograr más, lo que podría llevar a una vida buena.
El Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard es quizás el estudio más largo de la vida adulta jamás realizado.
El estudio ha seguido durante 75 años a 724 hombres, analizando su vida laboral, hogar, salud y bienestar.
El estudio ha sobrevivido gracias a la suerte y la persistencia de varias generaciones de investigadores.
Aprendizajes clave del estudio: Las relaciones buenas nos mantienen más felices y saludables.
Las conexiones sociales son muy beneficiosas y la soledad puede ser letal.
La calidad de las relaciones cercanas es más importante que la cantidad de amigos o estar en una relación comprometida.
Vivir en medio de conflictos es muy perjudicial para nuestra salud.
Las relaciones satisfactorias a los 50 años son predictoras de una mejor salud a los 80.
Las relaciones cercanas y satisfactorias amortiguan los problemas asociados con envejecer.
Las relaciones saludables no solo protegen nuestro cuerpo, sino también nuestra mente.
Las relaciones seguras y confiables en la octogésima edad mantienen la agudeza mental más tiempo.
Invertir en relaciones, tanto familiares como sociales, es fundamental para una vida buena.
Leer en relaciones implica actividades como reemplazar el tiempo frente a pantallas por tiempo con personas o hacer cosas nuevas juntos.
Las personas que tuvieron las mejores jubilaciones fueron aquellas que trabajaron activamente en reemplazar a colegas de trabajo por nuevos compañeros de diversión.
El estudio demuestra una y otra vez que las personas que tuvieron mejor desempeño invirtieron en relaciones.
La vida buena se construye con relaciones buenas, según la sabiduría de Mark Twain.
Transcripts
What keeps us healthy and happy
as we go through life?
If you were going to invest now
in your future best self,
where would you put your time and your energy?
There was a recent survey of millennials
asking them what their most important life goals were,
and over 80 percent said
that a major life goal for them was to get rich.
And another 50 percent of those same young adults
said that another major life goal
was to become famous.
(Laughter)
And we're constantly told to lean in to work, to push harder
and achieve more.
We're given the impression that these are the things that we need to go after
in order to have a good life.
Pictures of entire lives,
of the choices that people make and how those choices work out for them,
those pictures are almost impossible to get.
Most of what we know about human life
we know from asking people to remember the past,
and as we know, hindsight is anything but 20/20.
We forget vast amounts of what happens to us in life,
and sometimes memory is downright creative.
But what if we could watch entire lives
as they unfold through time?
What if we could study people from the time that they were teenagers
all the way into old age
to see what really keeps people happy and healthy?
We did that.
The Harvard Study of Adult Development
may be the longest study of adult life that's ever been done.
For 75 years, we've tracked the lives of 724 men,
year after year, asking about their work, their home lives, their health,
and of course asking all along the way without knowing how their life stories
were going to turn out.
Studies like this are exceedingly rare.
Almost all projects of this kind fall apart within a decade
because too many people drop out of the study,
or funding for the research dries up,
or the researchers get distracted,
or they die, and nobody moves the ball further down the field.
But through a combination of luck
and the persistence of several generations of researchers,
this study has survived.
About 60 of our original 724 men
are still alive,
still participating in the study,
most of them in their 90s.
And we are now beginning to study
the more than 2,000 children of these men.
And I'm the fourth director of the study.
Since 1938, we've tracked the lives of two groups of men.
The first group started in the study
when they were sophomores at Harvard College.
They all finished college during World War II,
and then most went off to serve in the war.
And the second group that we've followed
was a group of boys from Boston's poorest neighborhoods,
boys who were chosen for the study
specifically because they were from some of the most troubled
and disadvantaged families
in the Boston of the 1930s.
Most lived in tenements, many without hot and cold running water.
When they entered the study,
all of these teenagers were interviewed.
They were given medical exams.
We went to their homes and we interviewed their parents.
And then these teenagers grew up into adults
who entered all walks of life.
They became factory workers and lawyers and bricklayers and doctors,
one President of the United States.
Some developed alcoholism. A few developed schizophrenia.
Some climbed the social ladder
from the bottom all the way to the very top,
and some made that journey in the opposite direction.
The founders of this study
would never in their wildest dreams
have imagined that I would be standing here today, 75 years later,
telling you that the study still continues.
Every two years, our patient and dedicated research staff
calls up our men and asks them if we can send them
yet one more set of questions about their lives.
Many of the inner city Boston men ask us,
"Why do you keep wanting to study me? My life just isn't that interesting."
The Harvard men never ask that question.
(Laughter)
To get the clearest picture of these lives,
we don't just send them questionnaires.
We interview them in their living rooms.
We get their medical records from their doctors.
We draw their blood, we scan their brains,
we talk to their children.
We videotape them talking with their wives about their deepest concerns.
And when, about a decade ago, we finally asked the wives
if they would join us as members of the study,
many of the women said, "You know, it's about time."
(Laughter)
So what have we learned?
What are the lessons that come from the tens of thousands of pages
of information that we've generated
on these lives?
Well, the lessons aren't about wealth or fame or working harder and harder.
The clearest message that we get from this 75-year study is this:
Good relationships keep us happier and healthier. Period.
We've learned three big lessons about relationships.
The first is that social connections are really good for us,
and that loneliness kills.
It turns out that people who are more socially connected
to family, to friends, to community,
are happier, they're physically healthier, and they live longer
than people who are less well connected.
And the experience of loneliness turns out to be toxic.
People who are more isolated than they want to be from others
find that they are less happy,
their health declines earlier in midlife,
their brain functioning declines sooner
and they live shorter lives than people who are not lonely.
And the sad fact is that at any given time,
more than one in five Americans will report that they're lonely.
And we know that you can be lonely in a crowd
and you can be lonely in a marriage,
so the second big lesson that we learned
is that it's not just the number of friends you have,
and it's not whether or not you're in a committed relationship,
but it's the quality of your close relationships that matters.
It turns out that living in the midst of conflict is really bad for our health.
High-conflict marriages, for example, without much affection,
turn out to be very bad for our health, perhaps worse than getting divorced.
And living in the midst of good, warm relationships is protective.
Once we had followed our men all the way into their 80s,
we wanted to look back at them at midlife
and to see if we could predict
who was going to grow into a happy, healthy octogenarian
and who wasn't.
And when we gathered together everything we knew about them
at age 50,
it wasn't their middle age cholesterol levels
that predicted how they were going to grow old.
It was how satisfied they were in their relationships.
The people who were the most satisfied in their relationships at age 50
were the healthiest at age 80.
And good, close relationships seem to buffer us
from some of the slings and arrows of getting old.
Our most happily partnered men and women
reported, in their 80s,
that on the days when they had more physical pain,
their mood stayed just as happy.
But the people who were in unhappy relationships,
on the days when they reported more physical pain,
it was magnified by more emotional pain.
And the third big lesson that we learned about relationships and our health
is that good relationships don't just protect our bodies,
they protect our brains.
It turns out that being in a securely attached relationship
to another person in your 80s is protective,
that the people who are in relationships
where they really feel they can count on the other person in times of need,
those people's memories stay sharper longer.
And the people in relationships
where they feel they really can't count on the other one,
those are the people who experience earlier memory decline.
And those good relationships, they don't have to be smooth all the time.
Some of our octogenarian couples could bicker with each other
day in and day out,
but as long as they felt that they could really count on the other
when the going got tough,
those arguments didn't take a toll on their memories.
So this message,
that good, close relationships are good for our health and well-being,
this is wisdom that's as old as the hills.
Why is this so hard to get and so easy to ignore?
Well, we're human.
What we'd really like is a quick fix,
something we can get
that'll make our lives good and keep them that way.
Relationships are messy and they're complicated
and the hard work of tending to family and friends,
it's not sexy or glamorous.
It's also lifelong. It never ends.
The people in our 75-year study who were the happiest in retirement
were the people who had actively worked to replace workmates with new playmates.
Just like the millennials in that recent survey,
many of our men when they were starting out as young adults
really believed that fame and wealth and high achievement
were what they needed to go after to have a good life.
But over and over, over these 75 years, our study has shown
that the people who fared the best were the people who leaned in to relationships,
with family, with friends, with community.
So what about you?
Let's say you're 25, or you're 40, or you're 60.
What might leaning in to relationships even look like?
Well, the possibilities are practically endless.
It might be something as simple as replacing screen time with people time
or livening up a stale relationship by doing something new together,
long walks or date nights,
or reaching out to that family member who you haven't spoken to in years,
because those all-too-common family feuds
take a terrible toll
on the people who hold the grudges.
I'd like to close with a quote from Mark Twain.
More than a century ago,
he was looking back on his life,
and he wrote this:
"There isn't time, so brief is life,
for bickerings, apologies, heartburnings, callings to account.
There is only time for loving,
and but an instant, so to speak, for that."
The good life is built with good relationships.
Thank you.
(Applause)
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