La PESTE NEGRA, su origen y cómo sus efectos cambiaron el mundo
Summary
TLDREl texto narra la historia de la Peste Negra, que comenzó en 1346 en Caffa, Crimea. La enfermedad, transportada por comerciantes venecianos, se extendió rápidamente por Europa y África del Norte, matando a millones. La plaga generó cambios sociales y culturales significativos, incluyendo el declive del feudalismo y el surgimiento del Renacimiento. Aunque la Yersinia pestis fue identificada como la causa, la transmisión y origen de la peste siguen siendo objeto de debate entre expertos.
Takeaways
- 🏰 La historia comienza en 1346 en Caffa, Crimea, que era un importante mercado de esclavos controlado por los genoveses.
- 🛡 El Khan de la Horda de Oro, Jani Beg, no aprobó el comercio de esclavos de origen túrquico y atacó la ciudad.
- 🦠 Entre los mongoles había soldados infectados por una epidemia que causaba la muerte en pocos días, la cual más tarde sería conocida como la Peste Negra.
- 🗡 Jani Beg utilizó los cuerpos de los soldados fallecidos como arma biológica, lanzándolos sobre Caffa para infectar a los genoveses.
- 🚢 La enfermedad se extendió rápidamente a lo largo de Europa a través de barcos que huían de Caffa, llegando a puertos como Constantinopla y Alejandría.
- 🌍 La Peste Negra se propagó por Europa y el norte de África en menos de tres años, siendo Islandia y algunas zonas de Escandinavia las únicas áreas salvadas.
- 🏥 La medicina del tiempo no tenía tratamientos efectivos para la Peste Negra y los médicos recurrieron a métodos como sangrías y purgantes.
- 🙏 Se interpretó la plaga como un castigo divino y se organizaron procesiones y rezos, sin embargo, no surtieron efecto.
- 📉 La población de Europa se redujo drásticamente, con pérdidas entre el 25% y 75% en algunas regiones, y el número total de muertos en Europa se estima entre 25 y 30 millones.
- 🌐 La Peste Negra causó cambios sociales y culturales significativos, contribuyendo al inicio del Renacimiento y al fin del feudalismo.
- 🔬 El agente causante de la Peste Negra, la bacteria Yersinia pestis, fue identificada en 1894 por Alexandre Yersin, pero su forma de transmisión a los humanos quedó claro en 1905 gracias al trabajo de William Liston.
Q & A
¿En qué año comenzó la historia que se relata en el guion y qué sucedió ese año?
-La historia comenzó en 1346 en la ciudad de Caffa, hoy conocida como Feodosia en Crimea. Los genoveses habían convertido la localidad en uno de los mayores mercados de esclavos, lo que no agradaba al Khan de la Horda de Oro.
¿Qué relación tenía el comercio de esclavos en Caffa con el Khan de la Horda de Oro?
-El Khan de la Horda de Oro no estaba contento con que los genoveses comerciaban con cautivos de origen túrquico en Caffa, lo que llevó a los venecianos a intentar recuperar la plaza.
¿Cómo respondió Jani Beg, el nuevo Khan, ante la situación en Caffa?
-Jani Beg, tras presionar infructuosamente a los genoveses para que abandonaran Caffa, mandó a sus tropas para tomar la ciudad.
¿Qué enfermedad estaba infectando a los soldados mongoles que rodeaban Caffa?
-Los soldados mongoles estaban infectados por una antigua epidemia de Asia Central que ennegrecía la piel y provocaba la muerte a los pocos días.
¿Qué táctica empleó Jani Beg para atacar Caffa durante la epidemia?
-Jani Beg ordenó colocar partes de los cuerpos de los soldados fallecidos por la extraña enfermedad en las catapultas y lanzarlos por encima de las murallas de Caffa.
¿Cómo se extendió la enfermedad en Europa después de la caída de Caffa?
-La enfermedad se extendió rápidamente por los puertos de Francia, la península itálica, Grecia, los Balcanes, Egipto y Aragón, donde los barcos procedentes de Caffa hacían escala.
¿Cuál fue el impacto de la 'Peste Negra' en Europa y cuánto tiempo le tomó extenderse por el continente?
-La 'Peste Negra' se extendió por buena parte de Europa en apenas un año y a prácticamente todo el continente y al norte de África en menos de tres.
¿Cómo contribuyó el clima y las condiciones ambientales de la época a la propagación de la 'Peste Negra'?
-Europa estaba sumida en el período más duro de la llamada 'Pequeña Edad del Hielo', lo que provocó hambrunas y desnutrición generalizada, lo que debilitó significativamente el sistema inmunológico de la población.
¿Qué medidas tomaron las autoridades de Venecia para controlar la propagación de la 'Peste Negra'?
-Las autoridades venecianas implementaron un riguroso sistema de acceso a la ciudad para personas, mercancías y barcos que llegaban de áreas contaminadas, incluyendo cuarentenas y controles médicos.
¿Cuál fue el impacto de la 'Peste Negra' en la sociedad y la cultura de la época?
-La 'Peste Negra' provocó cambios significativos en la sociedad y la cultura, incluyendo el fin de la servidumbre feudal, la demanda de salarios más altos por parte de los asalariados, y la entrada de más mujeres al mercado laboral.
¿Cómo se descubrió el agente causante de la 'Peste Negra' y cuál fue el papel de Alexandre Yersin en esto?
-El agente causante de la 'Peste Negra' fue descubierto en 1894 por el investigador franco-suizo Alexandre Yersin, quien aisló y describió la bacteria Yersinia pestis durante una epidemia en Hong Kong.
Outlines
🏰 La Peste Negra y su origen en Caffa
El primer párrafo relata el inicio de la Peste Negra en 1346 en Caffa, hoy Feodosia en Crimea. Los genoveses habían convertido la ciudad en un mercado de esclavos, lo que desagradaba al Khan de la Horda de Oro. Tras no obtener el abandono de Caffa por parte de los genoveses, Jani Beg ordenó a sus tropas, que incluían a soldados afectados por una epidemia, atacar la ciudad. La estrategia incluyó lanzar cuerpos de soldados fallecidos por la enfermedad sobre las murallas de Caffa. Esto provocó que la enfermedad se extendiera rápidamente por Europa a través de los barcos que huían de Caffa, llevando consigo a los portuarios afectados.
🚢 La propagación de la Peste Negra a través de Europa
El segundo párrafo describe cómo la Peste Negra se extendió rápidamente por Europa, afectando a Francia, Italia, Grecia, los Balcanes, Egipto y Aragón. La alta contagiosidad y la movilidad de las personas, debido al comercio y los conflictos bélicos, contribuyeron a la propagación. Las condiciones de las ciudades medievales, con hacinamiento y escasa higiene, favorecían la expansión de la enfermedad. La reacción de la población incluyó la huida hacia el campo y la práctica de penitencia, como la flagelación, en busca de la salvación y la detención de la plaga.
🏥 La respuesta médica y las teorías de la época frente a la Peste Negra
El tercer párrafo explica la respuesta médica y las teorías de la época frente a la Peste Negra. Los médicos, basándose en la teoría de los humores y los escritos de Galeno, aplicaron sangrías y otros tratamientos que resultaron ineficaces. Con el fracaso de estos métodos, se recurrió a explicaciones sobrenaturales y se consideró que la plaga era un castigo divino. Se llevaron a cabo procesiones y se impusieron medidas contra el juego y la prostitución, pero ninguna de estas acciones detuvo la propagación de la enfermedad.
🛡 Medidas de control y las consecuencias sociales de la Peste Negra
El cuarto párrafo aborda las medidas de control implementadas en Venecia y cómo contribuyeron a detener la propagación de la Peste Negra. Se estableció un sistema de cuarentena y control médico para los viajeros procedentes de áreas afectadas. Además, se discuten las consecuencias sociales de la pandemia, como la crisis de la servidumbre y el aumento de la demanda laboral, lo que llevó a un mejoramiento en la vida de los campesinos y a la entrada de más mujeres al mercado laboral.
🧬 Descubrimientos científicos y el legado de la Peste Negra
El último párrafo relata los descubrimientos científicos sobre la Peste Negra, como la identificación de Yersinia pestis como agente causante por Alexandre Yersin y la teoría de transmisión a través de las pulgas de William Liston. También se menciona el debate científico sobre la veracidad de la teoría y la investigación que sitúa el origen de la plaga en el norte de Kirguistán. Finalmente, se reflexiona sobre el impacto duradero de la Peste Negra en la historia de Europa y el mundo.
Mindmap
Keywords
💡Caffa
💡Peste Negra
💡Jani Beg
💡Gabriel de Mussis
💡Pequeña Edad del Hielo
💡Feudalismo
💡Flagelantes
💡Clemente VI
💡Yersinia pestis
💡Renacimiento
Highlights
La historia de la Peste Negra comienza en 1346 en Caffa, Crimea.
Los genoveses habían convertido Caffa en un importante mercado de esclavos.
El Khan de la Horda de Oro, Jani Beg, tomó la ciudad por no dejar de comerciar con esclavos de origen túrquico.
Los soldados mongoles llevaban consigo una epidemia que ennegrecía la piel, provocada por una bacteria.
Jani Beg utilizó cuerpos de soldados infectados como arma biológica contra Caffa.
La peste se extendió rápidamente por Europa a través de los puertos y caravanas.
La Peste Negra fue especialmente letal y se propagó con gran rapidez.
La 'Pequeña Edad del Hielo' y la desnutrición debilitaron el sistema inmunológico de la población.
Las ciudades medievales ofrecían un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades.
El comercio y los caminos de peregrinación facilitaron la propagación de la peste.
Los conflictos bélicos de la época contribuyeron a la dispersión de la peste.
Los síntomas de la Peste Negra incluían bubones dolorosos y fiebre alta.
La población afectada por la peste disminuyó drásticamente en Europa y Asia Menor.
La medicina de la época no tenía tratamientos efectivos para la Peste Negra.
La religión interpretó la peste como un castigo divino y se realizaron procesiones y rezos.
Los flagelantes se auto azotaban públicamente buscando aplacar la ira divina.
Hubo una persecución antisemita en Europa, a pesar de la defensa papal.
Los médicos de la época arriesgaron sus vidas atendiendo a enfermos y documentando su experiencia.
Venecia implementó un sistema de cuarentena que sirvió de modelo para otras ciudades.
La Peste Negra se mantuvo en Europa hasta el siglo XVIII con brotes esporádicos.
La Peste Negra causó la muerte de entre 75 y 200 millones de personas mundialmente.
La primera ola de la Peste Negra contribuyó al inicio del Renacimiento.
La peste provocó cambios sociales y culturales significativos en Europa.
Alexandre Yersin y Kitasato Shibasaburō identificaron a Yersinia pestis como la bacteria responsable de la Peste Negra.
William Liston descubrió que la peste se transmitía a los humanos a través de las pulgas.
Graham Twigg publicó un libro que cuestionaba si la peste bubónica había sido la causante de la Peste Negra.
Un estudio en 2022 situó el origen de la Peste Negra en el norte de Kirguistán.
Transcripts
La historia de hoy, bien podría comenzar en 1346, en la entonces Caffa, hoy,
la turística ciudad de Crimea, llamada Feodosia. Los genoveses,
hacía tiempo habían convertido la localidad en uno de los mayores mercados de esclavos. Sin embargo,
que comerciaran con cautivos de origen túrquico, no había gustado mucho al Khan de la Horda de Oro.
Los venecianos, vieron en ello, su oportunidad para recuperar la plaza que por décadas fue suya
y comenzaron a negociar con el Khan. Jani Beg, el nuevo Khan, tras presionar infructuosamente
a los genoveses para que abandonaran Caffa, mandó a sus tropas para tomar la ciudad.
Lo mongoles -o tártaros, como se decía entonces- desconocían que entre sus soldados había muchos
infectados por una antigua epidemia de Asía Central, que ennegrecía la piel,
hasta que entre fiebres y grandes dolores, los afectados morían a los pocos días.
Según escribió, Gabriel de Mussis, un notario de Piacenza casi contemporáneo
con los acontecimientos. Jani Beg ordenó colocar, partes de los cuerpos de los soldados fallecidos,
por la extraña enfermedad, en las catapultas y lanzarlos por encima de las murallas de Caffa.
Cuando la enfermedad se extendió por la ciudad. Los que pudieron sobrevivir a los mongoles,
en 1347 embarcaron rumbo a un puerto que les cobijase. Con las cubiertas atestadas
de muertos y moribundos y después de haber tirado a no pocos fallecidos por la borda.
Unos barcos llegaron a Constantinopla, mientras que otros arribaron a Alejandría o Mesina,
en donde las autoridades locales, ya alertadas, no les permitieron desembarcar. Sin embargo,
unos seres vivos que viajaban como polizones en los barcos,
si lograron bajar a tierra e infectar la ciudad. La “Plaga”, la "Muerte Negra" o la "Peste Negra",
como se la denominó más tarde, se extendió rápidamente por los puertos de Francia,
la península itálica, Grecia, los Balcanes, Egipto y Aragón, donde los barcos procedentes de caffa
hacieron escala. En apenas un año, la pandemia se había extendió por buena parte de Europa,
y en menos de tres, a prácticamente todo el continente y al norte de África. Islandia y
algunas zonas de Escandinavia fueron las únicas regiones, que se libraron de la terrible pandemia.
Numerosos expertos, algunos de ellos cuestionando lo escrito por Gabriel de Mussis, consideran
improbable que la "Peste Negra" se originara en un único foco. Proponiendo la existencia de varios
puntos de partida. Unos ubicados en las costas, desde donde la enfermedad habría llegado por vía
marítima. Mientras que otros estarían relacionados con las caravanas que, provenientes de China,
India y el sudeste asiático, atravesaban Asia Central y llegaban hasta el Mediterráneo.
Ninguna de las plagas y epidemias que azotaron el Medievo, ni siquiera la devastadora peste
que asoló gran parte de Europa, Asia y el norte de África en tiempos del emperador
Justiniano (siglos VI-VII) o la temida lepra, se había propagado con tanta rapidez,
letalidad y alcance a personas de cualquier condición social; como la "Muerte Negra".
Sin duda, su alta contagiosidad fue un factor determinante en su veloz expansión. Sin embargo,
otros factores también jugaron a su favor. Europa, se encontraba sumida en el período
más duro de la llamada "Pequeña Edad del Hielo". Evento climático que provocó
hambrunas y desnutrición generalizada, lo que debilitó significativamente el sistema
inmunológico de la población, haciéndola más susceptible a contraer enfermedades.
Las ciudades medievales, por otro lado, ofrecían un ambiente propicio para la
proliferación de enfermedades. Sus estrechas calles, el hacinamiento, la escasa higiene y la
proliferación de roedores, creaban un caldo de cultivo perfecto para la propagación de patógenos.
El comercio entre las grandes ciudades, a menudo separadas por largas distancias, fue otro factor
que aceleró la propagación de la peste, no solo en ellas, sino también a otras localidades cercanas.
Ante la llegada de la peste a una población, era habitual que los ciudadanos sanos,
sin conocimiento de cuál era el período de incubación del mal, huyeran en masa
hacia el campo. Decisión, que no siempre les protegió y sí contribuyó a que prácticamente
no quedaran lugares libres de contagio. Los caminos de peregrinación también se
convirtieron en vías de propagación. De igual forma, los conflictos bélicos de la época,
como la guerra entre Nápoles y Hungría, la guerra de los Cien Años entre Inglaterra y
Francia o la guerra civil de Castilla, facilitaron la dispersión de la peste
al movilizar grandes cantidades de personas, de muy distintos lugares.
A los infectados por la Peste Negra les brotaban bubones, dolorosas inflamaciones de color negro,
habitualmente en las axilas, ingles, cuello, espalda, pecho o extremidades. Desde donde
se extendían por todo el cuerpo. Estas protuberancias, supuraban un pus espeso,
viscoso y de color verdoso o amarillo, que desprendía un olor nauseabundo que
impregnaba la ropa y el ambiente. Los enfermos experimentaban fiebre alta,
escalofríos intensos y sudoración abundante, que les provocaban constantes delirios.
En algunos casos, los pulmones se veían afectados, lo que provocaba una dificultad respiratoria,
un fuerte dolor en el pecho, sangrado interno y una tos que expulsaba sangre. Los dolores
musculares y articulares eran tan intensos que podían provocar rigidez muscular y dificultad
para mover las extremidades, mientras que la debilidad extrema les impedía realizar incluso las
tareas más básicas. Transcurridos no más de siete días desde que aparecían los primeros síntomas,
dependiendo de la región y los cuidados, entre el 30% y el 75% de los infectados, fallecían.
La peste negra, no distinguía entre jóvenes o ancianos, ricos o pobres, mendigos o reyes. Si
bien es cierto que aquellos con propiedades en el campo buscaron refugio en sus castillos o fincas,
alejándose del peligro que suponían las ciudades, como lo hizo el propio Papa Clemente VI en su
castillo, cerca de la montaña de Aviñón. Familias enteras, que no pudieron huir,
desaparecieron en cuestión de días. Había tantas víctimas y cadáveres por toda Europa,
que las autoridades se vieron impotentes. Las carretas apiladas con muertos y los
entierros en fosas comunes, cuando existían enterradores y sacerdotes, se convirtieron en
habituales. El miedo a contagiarse se apoderó de las gentes; por escritos de la época, hoy sabemos,
que varios fueron los niños huérfanos enterrados vivos por temor a que estuvieran contagiados.
En otros casos, los mismos familiares eran los que abandonaban a su suerte a los enfermos. También
hubo quien aprovechándose de los moribundos o fallecidos, les robaban sus pertenencias;
entre estos, parece que había muchos enterradores Durante el primer brote de la Peste Negra,
en ciudades como Florencia, Siena y San Gimignano, se estima que entre el 50% y
el 60% de su población sucumbió a la pandemia. Londres, perdió entre de entre un tercio y la
mitad de sus habitantes. En París, durante el punto más crítico de la peste, se estima que
se enterraban a 800 muertos diarios. Ginebra, Bolonia y Estrasburgo, entre otras localidades,
también padecieron dramáticas reducciones en sus poblaciones. En Aviñón, donde se encontraba la
corte Papal en ese tiempo, tuvieron que tomarse medidas extremas para solucionar el problema
de la gran cantidad de muertos. La península Ibérica, pasó de tener unos
seis millones de habitantes a unos dos y medio; siendo especialmente virulenta esta primera ola,
en Navarra y en la corona de Aragón. Otro ejemplo, podría ser la Toscana,
que perdió entre el 50 y el 60% de su población. Determinar el número exacto de víctimas del primer
brote de la Peste Negra, es muy difícil. Algunas regiones, como Milán o Polonia, apenas sintieron
sus efectos, mientras que en otros lugares, como hemos mencionado, quedaron devastados. La mayoría
de los historiadores sitúan el número de muertos en Europa entre 25 y 30 millones, una pérdida
poblacional que no se recuperaría hasta alrededor de 1550. Sin embargo, en Asia Menor y África,
la tragedia fue aún más profunda, con un número de víctimas en conjunto que duplicaría al de Europa.
La medicina de la época, en lugar
de basarse en la experimentación, se sustentaba en los escritos de autores greco-latinos como por
ejemplo, Galeno de Pérgamo. Sin embargo, estos textos no ofrecían ninguna guía para tratar o
prevenir una enfermedad como la Peste Negra. Los médicos, en un principio, basándose en la
teoría de los humores. Buscaron restaurar el equilibrio corporal, aplicando sangrías
para eliminar las "malas sangres infectadas" y utilizando laxantes y purgantes para expulsar
cualquier sustancia nociva del organismo. Todo ello, acompañado del consumo de especias o hierbas
consideradas beneficiosas para la salud. Al fracasar estos remedios "científicos",
algunos médicos y eruditos recurrieron a explicaciones sobrenaturales. Dos años antes
del inicio de la peste, la alineación de Saturno, Júpiter y Marte, fue interpretada por la entonces
influyente disciplina de la astrología, como un presagio de grandes desastres. Basándose en
textos de la medicina clásica griega, muchos sostenían que la enfermedad se debía a la
corrupción del aire, por la descomposición de materia orgánica, la cual se transmitía al ser
humano por la respiración o el contacto con la piel. Incluso, hubo quien atribuía la causa de
la enfermedad a la erupción del Vesubio en 1347, que liberó los efluvios del infierno.
En un contexto en que la religión dominaba todo, la plaga fue vista como un castigo divino por los
pecados cometidos por la humanidad. Por lo que, lo único que las personas podían hacer, era evitar el
contacto con la gente y rezar, en busca de la cura, gracias a la intervención divina.
El Papa Clemente VI convocó procesiones y rezos en toda la cristiandad, implorando
la misericordia divina. Sin embargo, pasaron los años y las procesiones realizadas por toda Europa,
no sirvieron para aplacar la plaga. En algunos lugares, sin mucha eficacia,
los gobernantes implementaron medidas contra el juego y la prostitución con la esperanza
de frenar la propagación de la enfermedad. Fracasados los remedios de las dos instituciones
más poderosas. Muchos, comenzaron a simpatizar con un grupo de penitentes,
creado tiempo atrás en Renania; se hacían llamar, los flagelantes. Unos penitentes
que se auto azotaban públicamente con el propósito de purgar sus pecados,
para conseguir la salvación y con la esperanza de aplacar la ira de Dios.
Durante la primera ola de la Peste Negra, grupos de flagelantes recorrían ciudades y aldeas,
instando a los pecadores al arrepentimiento y convencidos de que con su autoflagelamiento
público, aplacarían la ira divina y se pondría fin a esta terrible plaga. Sin embargo,
con el paso del tiempo, individuos con perversas intenciones se unieron a ellos. Aprovechando la
vulnerabilidad de la población, extorsionaban, abusaban y cometían otros actos delictivos,
manchando la imagen de los verdaderos penitentes y provocando que las
autoridades civiles y religiosas prohibieran sus actividades en diversas regiones europeas.
Flagelantes y otros sectores de la sociedad, cegados por el miedo, la ira y la ignorancia,
culparon infundadamente a los judíos de envenenar pozos y propagar deliberadamente la peste. A pesar
de la bula papal "Quamvis Perfidiam" de 1348, promulgada por Clemente VI para condenar las
falsas acusaciones contra la comunidad judía (pues proporcionalmente morían tantos como cristianos),
se desató una cruenta persecución antisemita en partes de Europa. Ciudades como: Maguncia,
Colonia, Estrasburgo, Basilea y Zúrich, junto a algunas regiones de Francia, fueron escenario de
una gran violencia contra los judíos. A pesar de la defensa que hicieron de la comunidad judía los
reyes de Baviera, Austria y Francia, multitudes enfurecidas, torturaron, incendiaron sus
posesiones y miles de judíos perdieron la vida. Otros se vieron obligados a huir de sus hogares en
busca de refugio. En Polonia, el rey Casimiro III les brindó protección y favoreció su asentamiento
Durante la pandemia, los médicos, debido a su constante contacto con enfermos y fallecidos
los convirtió en blanco fácil para la enfermedad. A pesar de los riesgos, hubo médicos, como Guy de
Chauliac, cirujano personal del papa Clemente VI, quien contrajo la enfermedad y logro sobrevivir
a ella. Continuaron asistiendo a los afectados y documentando todas sus experiencias y aprendizajes
en sus obras. Estos valiosos escritos sentaron las bases para futuras estrategias en la lucha
contra las siguientes oleadas de Peste Negra. Otros médicos, como el andalusí Ibn al-Khatib,
Jean de Mandeville, Taddeo Alderotti, Gabriel de Santangelo, Francesco di Piedimonte y,
Juan Tomás Porcell, también contribuyeron con sus textos, de manera determinante en
la lucha contra esta pandemia. Sin embargo, muchos expertos,
sin restar mérito a las valiosas contribuciones de estos grandes médicos, creen que el sistema
implantado en Venecia en 1348, después de su terrible experiencia inicial, fue decisivo para
controlar la propagación de la Peste Negra, sirviendo de modelo para otras ciudades.
Los venecianos inspirados por el éxito del férreo control de fronteras implementado en Milán,
y la prohibición del contacto entre personas sanas y enfermas. Decidieron implementar un
riguroso sistema de acceso a la ciudad para personas, mercancías y barcos que llegaran de
zonas contaminadas. De esta manera, cualquier viajero que llegara a Venecia era sometido a
duros controles médicos para detectar cualquier signo de infección. El que presentaba síntomas,
era inmediatamente trasladado a otra isla donde se había establecido un hospital.
A los que no se les había detectado infección alguna, debían permanecer en unas islas asignadas,
llamadas “lazarettos”, 40 días en donde eran continuamente examinados y vigilados.
Transcurrida la cuarentena sin habar presentado síntoma alguno de enfermedad, el viajero podía
acceder a la ciudad. En caso de aparecer la infección, se le trasladaba a la isla hospital.
[Música]
La mejora de las condiciones higiénicas, el incipiente sistema de cuarentena que algunas
localidades implementaron, y la restricción de la movilidad, junto con el hecho de que
muy probablemente algunos individuos, con el transcurso del tiempo, hubieran desarrollado una
inmunidad natural a la pandemia. Contribuyeron a que la Peste Negra, remitiera entre los años 1351
a 1353, regresando de nuevo, con menos fuerza, en la década de 1360, manteniéndose en Europa hasta
el siglo XVIII, con brotes esporádicos, especialmente en localidades portuarias.
Se estima que la Peste Negra, en todas sus oleadas, causó la muerte;
dependiendo de la fuente y la metodología utilizada para calcular las cifras, entre
75 y 200 millones de personas en todo el mundo. A día de hoy, esta pandemia no ha sido erradicada
por completo y sigue presente en áreas específicas de Asia, África, Estados Unidos y Sudamérica.
[Música]
La primera ola de la Peste Negra, además de sus catastróficos efectos,
trajo consigo profundos cambios sociales y culturales en las décadas inmediatamente
posteriores a 1351. Algunos de estos cambios ya estaban en marcha con anterioridad,
pero la peste aceleró su desarrollo. Varios autores sostienen que los efectos
de la primera ola contribuyeron de manera significativa al inicio del Renacimiento.
Muchas tierras quedaron sin dueño tras la devastación de la Peste Negra. Los nobles y
las autoridades locales se hicieron con algunas de ellas, pero también hubo campesinos que
adquirieron lotes de terrenos abandonados. Por otro lado, la institución feudal de la
servidumbre, que implicaba que un campesino pagara una renta a un señor feudal y quedara
adscrito a la tierra, entró en crisis. Privado el señor feudal de su principal fuente de ingresos,
pues no eran muchos los siervos con vida. Para poder sobrevivir, en algunos casos, el señor se
vio obligado a sembrar por si mismo la tierra o vender sus servicios militares al mejor postor.
La escasez de asalariados provocó que estos empezaran a exigir sueldos más altos. La
aristocracia intentó resistirse a estas nuevas demandas, obteniendo el apoyo de los dirigentes,
lo que desencadenó revueltas campesinas y, en algunos casos, de burgueses en contra de
los privilegios de la nobleza y el alto clero. Ejemplos de estas revueltas se pueden encontrar
en Francia en 1358, en Florencia en 1378 y en Inglaterra en 1381. Algunos historiadores vinculan
esta época y estos acontecimientos, con el nacimiento del mito de Robin Hood,
ya que la primera referencia conocida a este personaje es un poema inglés datado en 1377.
La vida cotidiana de la mayoría de la gente comenzó a mejorar gradualmente, y las ciudades,
gracias a la emigración desde el campo, empezaron a recuperar poco a poco su antiguo
dinamismo. En ciertas regiones y en contextos específicos, la disminución de la población
y la escasez de mano de obra llevaron a que más mujeres ingresaran al mercado laboral y que
algunas viudas heredaran propiedades y negocios de sus esposos fallecidos. En algunos casos,
estas mujeres pudieron mantener el control de sus posesiones incluso después de volver a casarse.
Hasta el siglo XIX, no se conocía científicamente el agente causante de la Peste Negra. En 1894, el
investigador franco-suizo del Instituto Pasteur, Alexandre Yersin, junto con el bacteriólogo
japonés Kitasato Shibasaburō, llegaron a Hong Kong para estudiar una epidemia en la Región de Cantón
que estaba causando alta mortalidad. Después de examinar a los enfermos, ambos asociaron de
forma independiente los síntomas de la epidemia de Cantón con los de la Peste Negra. Yersin aisló y
describió la bacteria, identificando que provenía de la rata negra asiática. En su honor, decidieron
nombrar a la bacteria como “Yersinia pestis”. Se conocía cuál podía ser el posible agente
causante, pero se desconocía cómo se transmitía a los humanos. En 1905, la epidemia llegó a la
India, entonces colonia británica. El entomólogo William Liston, al estudiar la epidemia, concluyó
que la peste bubónica (como hoy se conoce a la peste negra), se transmitió a los humanos a través
de las pulgas. Según Liston, la peste causaba la muerte de las ratas negras, dejando a las
pulgas sin alimento, por lo que buscaban otros seres vivos para parasitar, incluyendo a los
seres humanos, a quienes inoculaban la enfermedad mediante la picadura. Cuando la persona infectada
fallecía, las pulgas buscaban otro ser vivo donde parasitar, propagando así la pandemia.
La teoría de la Yersinia pestis (en sus tres modalidades: primaria, pulmonar y septicémica;
las dos últimas de muerte segura en no más de 72 horas desde el contagio), fue ampliamente aceptada
hasta que en 1985 el biólogo y zoólogo Graham Twigg publicó un libro sólidamente argumentado
que cuestionaba seriamente si la peste bubónica había sido la causante de la peste negra. Este
trabajo dividió a expertos y científicos, aunque la mayoría continuó aceptando a la Yersinia pestis
como el patógeno responsable de la Peste Negra. Solo quedaba por determinar si el origen de la
peste negra había sido, China como se pensaba entonces, después de conocerse
que una epidemia entre los años 1338 y 1339 había devastado una comunidad de aquel país,
o si por el contrario provenía de otros lugares, como algunos teorizaban. En 2022,
un grupo interdisciplinar de investigadores alemanes y británicos, del Instituto Max Planck
de Antropología Evolutiva y varias universidades, estudiaron e hicieron pruebas de ADN a antiguos
genomas de Yersinia pestis y situaron el origen de la peste negra en el norte de Kirguistán,
un país montañoso de Asia Central. Para sorpresa de muchos, este ‘Big Bang’, se había producido
poco tiempo antes de que la pandemia más infame de la historia asolara Europa, el
norte de África y Asía durante siglos; cambiando su historia para siempre; al menos la de Europa.
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