Platón DEMUESTRA que el ALMA es INMORTAL 😱🔥 (con 3+1 Argumentos!!!)
Summary
TLDREn este video, se exploran los argumentos de Platón sobre la inmortalidad del alma, presentados en su diálogo 'Fedón'. A través de una conversación entre los personajes, se abordan cuatro argumentos principales: la compensación de los contrarios, la reminiscencia, la afinidad con las Ideas, y la exclusión de los contrarios. Cada argumento busca demostrar que el alma no solo ha existido antes del cuerpo, sino que también es inmortal y perdura después de la muerte. El video concluye con la reflexión sobre la necesidad de pensar críticamente sobre estos conceptos filosóficos.
Takeaways
- 📖 Platón presenta sus argumentos sobre la inmortalidad del alma en el diálogo 'Fedón', escrito durante su madurez.
- 🕊️ El diálogo tiene lugar en las últimas horas de vida de Sócrates, quien trata de consolar a sus amigos frente a su inminente muerte.
- 💡 Sócrates explica que la filosofía es una preparación para la muerte, ya que busca la separación del alma del cuerpo.
- ⚖️ Primer argumento: la compensación de los procesos contrarios. Así como pasamos de la vida a la muerte, debe haber un proceso inverso que nos lleve de la muerte a la vida.
- 🧠 Segundo argumento: la reminiscencia. Conocer es recordar, y el hecho de que podemos recordar Ideas sugiere que el alma existió antes del cuerpo.
- 🔄 Aunque el segundo argumento demuestra la preexistencia del alma, no garantiza su existencia futura después de la muerte.
- ⚖️ Tercer argumento: afinidad con las Ideas. El alma es más similar a las Ideas inmutables y eternas, lo que sugiere que también es inmortal.
- ♻️ Leónidas plantea una objeción: el alma podría ser como un tejedor que usa muchos cuerpos, pero eventualmente se agota y perece.
- 🔥 Cuarto argumento: la exclusión de los contrarios. Como el alma se identifica con la vida, no puede admitir la muerte, lo que la convierte en inmortal.
- 🔚 Platón concluye que el alma, por su esencia, es inmortal e imperecedera, y que sólo lo mortal en el hombre muere, mientras que lo inmortal se retira intacto.
Q & A
¿Cuál es la principal diferencia entre la visión de Sócrates y la de Platón sobre la inmortalidad del alma?
-Sócrates tenía una creencia más intuitiva y menos argumentada sobre la inmortalidad del alma, mientras que Platón, en el 'Fedón', desarrolla argumentos más complejos y racionales para defender esta idea.
¿Qué representa el diálogo 'Fedón' en la obra de Platón?
-'Fedón' es un diálogo de madurez de Platón, escrito cuando tenía unos 40 años, en el cual Sócrates discute con sus amigos sobre la inmortalidad del alma justo antes de morir, lo que le otorga un carácter dramático y filosófico profundo.
¿Cuál es el primer argumento que presenta Sócrates sobre la inmortalidad del alma?
-El primer argumento es el de la compensación de los procesos contrarios, donde Sócrates afirma que todo en la naturaleza surge a partir de su contrario, y, por tanto, así como de la vida surge la muerte, también de la muerte debe surgir la vida.
¿Qué es la teoría de la reminiscencia en Platón?
-La teoría de la reminiscencia plantea que conocer es recordar, es decir, que las almas han conocido las ideas y formas perfectas en una existencia previa y al aprender en esta vida solo estamos recordando lo que ya sabíamos.
¿Cómo conecta Sócrates los dos primeros argumentos sobre la inmortalidad del alma?
-Sócrates combina el argumento de la reminiscencia con el de los procesos contrarios para demostrar que si el alma existía antes del cuerpo, también debe existir después, completando así el ciclo de la vida y la muerte.
¿Qué plantea el tercer argumento de la afinidad con las Ideas?
-El tercer argumento sostiene que el alma se parece más a las Ideas inmutables y eternas que al mundo material, lo que sugiere que, al igual que las Ideas, el alma también es inmortal.
¿Cuál es la objeción que los amigos de Sócrates presentan a los tres primeros argumentos?
-Sus amigos objetan que, aunque los argumentos muestran que el alma puede sobrevivir al cuerpo, no queda claro si el alma es imperecedera o si eventualmente también podría desaparecer después de muchas vidas.
¿Qué es el símil del tejedor que menciona Leónidas?
-El símil del tejedor compara el alma con un tejedor que utiliza muchos vestidos (cuerpos), pero que, eventualmente, el tejedor muere. De la misma manera, el alma podría usar muchos cuerpos, pero podría agotarse y desaparecer después de muchas vidas.
¿Cómo responde Sócrates a la objeción del símil del tejedor?
-Sócrates responde con el argumento de la exclusión de los contrarios, afirmando que el alma, al estar vinculada a la vida, no puede admitir la muerte en sí misma, y por lo tanto, debe ser inmortal.
¿Por qué el alma no puede admitir la muerte, según Sócrates?
-Sócrates argumenta que el alma está identificada con la vida, por lo que no puede aceptar lo contrario, es decir, la muerte. Como los contrarios se excluyen mutuamente, el alma no puede perecer.
Outlines
🤔 Introducción a la inmortalidad del alma según Platón
El video comienza con una discusión entre dos personajes sobre la creencia en la inmortalidad del alma. Sócrates, quien sostiene esta creencia, es mencionado, pero su razonamiento es considerado poco sólido. Platón, su discípulo, se propone llenar esta laguna presentando una serie de argumentos más elaborados, especialmente en su obra 'Fedón', escrita durante su madurez. Este diálogo se sitúa en las últimas horas de Sócrates, antes de su ejecución, y tiene como objetivo consolar a sus amigos mientras exploran la idea de una vida después de la muerte.
💡 Primer argumento: la compensación de los contrarios
El primer argumento que se presenta es el de la compensación de los procesos contrarios. En la naturaleza, todo surge de su contrario: lo caliente de lo frío, lo bello de lo feo, etc. Platón argumenta que, de la misma manera, la vida y la muerte son contrarios, lo que sugiere que, así como pasamos de la vida a la muerte, también es posible el proceso inverso, donde lo muerto genera lo vivo, dando pie a la idea de la reencarnación y la existencia del alma en el Hades.
🔄 Segundo argumento: la reminiscencia
El segundo argumento es el de la reminiscencia, que sostiene que conocer es recordar. Platón ya había planteado esta idea en el 'Menón', demostrando que las personas pueden llegar a conclusiones sobre cosas que no conocían previamente, lo que indica que estas ideas ya existían en el alma antes de nacer. Esto implica que el alma existió antes del cuerpo, aunque Leónidas señala que esto no prueba necesariamente que el alma siga existiendo después de la muerte, lo que lleva a una conexión con el primer argumento.
🔗 Tercer argumento: afinidad entre el alma y las Ideas
El tercer argumento se centra en la afinidad entre el alma y las Ideas. Platón argumenta que el alma es más afín a las Ideas inmutables y eternas que al mundo sensible y cambiante, lo que refuerza la idea de su inmortalidad.
Mindmap
Keywords
💡Inmortalidad del alma
💡Fedón
💡Sócrates
💡Argumento de la compensación de los procesos contrarios
💡Argumento de la reminiscencia
💡Argumento de la afinidad con las Ideas
💡Argumento por la exclusión de los contrarios
💡Separación del alma y el cuerpo
💡Mito de la reminiscencia
💡Cicuta
Highlights
Platón desarrolla los motivos para creer en la inmortalidad del alma en el 'Fedón', un diálogo escrito cuando tenía unos 40 años.
El 'Fedón' es especialmente dramático ya que transcurre en las últimas horas de la vida de Sócrates, justo antes de beber la cicuta.
Sócrates explica su calma ante la muerte basándose en que la muerte es solo la separación del alma y del cuerpo.
El primer argumento de Platón es la compensación de los procesos contrarios: si lo vivo pasa a lo muerto, debe existir el proceso inverso donde lo muerto se transforma en lo vivo.
El segundo argumento es el de la reminiscencia: conocer es recordar, lo que implica que el alma ha conocido antes las Ideas en una vida anterior.
El tercer argumento es por la afinidad con las Ideas: el alma se asemeja más a lo inmutable y eterno (Ideas), lo que sugiere que es incorruptible e inmortal.
Sócrates compara el alma con lo divino e inmortal, mientras que el cuerpo se asemeja a lo humano y mortal.
Los amigos de Sócrates presentan una objeción: el alma podría ser como un tejedor que usa muchos cuerpos, pero eventualmente también se desgasta y perece.
Para refutar esta objeción, Sócrates presenta su cuarto argumento, la exclusión de los contrarios: el alma se identifica con la vida y no puede admitir la muerte.
Los contrarios, como el calor y el frío, se excluyen mutuamente, y cuando uno se acerca al otro, el primero perece o se aleja.
Como el alma siempre trae vida, no puede aceptar la muerte y debe retirarse cuando ésta se aproxima, reafirmando su inmortalidad.
El alma no solo es más duradera que el cuerpo, sino que, por esencia, es inmortal e imperecedera, ya que está identificada con la vida.
Platón termina el diálogo con un mito que apoya de manera suprarracional la inmortalidad del alma.
Sócrates usa el ejemplo del fuego: al identificarse con el calor, no puede volverse frío, lo que ilustra que el alma, identificada con la vida, no puede aceptar la muerte.
La idea del alma excluye la idea de la muerte, y solo lo mortal en el ser humano perece, mientras que lo inmortal se retira y permanece indestructible.
Transcripts
¡Hola, filoadictos! Hoy vamos a ver qué argumentos tiene Platón para afirmar que nuestra alma es inmortal.
Leónidas, ¿tú le tienes miedo a la muerte?
L: Hombre, bueno, pues sí, supongo que como todo el mundo menos Sócrates.
E: ¿Pero no te convence el razonamiento de Sócrates que vimos en el otro vídeo, de
que no hay que temer a la muerte? L: Bueno, reconforta un poco, es cierto. Pero no tiene
grandes argumentos detrás, la verdad. Se basa en cierta confianza difusa en
que la muerte no es el final, pero ya está, y yo necesito argumentos...
E: Tienes razón: Sócrates no parece tener detrás de su creencia en la inmortalidad del alma
sofisticados argumentos que la apuntalen, y esto es lo que viene a subsanar su
discípulo Platón. ¿Te apetece que lo veamos? L: Venga, va.
Platón desarrolla los motivos
para creer en la inmortalidad del alma en el "Fedón", que suele considerarse un
diálogo de madurez, escrito cuando Platón tenía unos 40 años. Éste es, además, un
diálogo especialmente dramático, pues tiene lugar en las últimas horas de la
vida de Sócrates. Es la última conversación de Sócrates con sus amigos
y discípulos antes de beber la cicuta. En esta conversación, como sus amigos están
afectados por lo que va a ocurrir, Sócrates trata de consolarlos indagando
las razones para creer en una vida después de la muerte. El diálogo empieza
con Sócrates explicando su propia calma ante la muerte. El punto de partida es
que la muerte es la separación del alma y del cuerpo, o mejor, el desprenderse el
alma del cuerpo. Habiendo practicado toda su vida la filosofía, que no consiste
sino en esa misma separación o desprendimiento, en una enemistad con el
cuerpo, el que verdaderamente es filósofo no puede lamentarse cuando le llega la
separación definitiva; es más: debería alegrarse, si es que espera que, separado
del cuerpo, pueda contemplar la sabiduría, que es todo lo que ha amado en esta vida.
Sin embargo, aunque ésta es la esperanza, sus amigos le hacen ver que es una
esperanza no fundamentada, porque no está tan claro que nuestra alma pueda
sobrevivir a la muerte o a la separación del cuerpo. El resto del diálogo Sócrates
se va a esforzar para demostrarles a sus amigos lo contrario, y con este fin va a
presentar cuatro argumentos. L: Muy buenos tienen que ser para convencerme.
E: Veamos, de entrada, los tres primeros.
Primero, el argumento por la compensación de los procesos contrarios. En la
naturaleza, todo lo que se genera lo hace a partir de su contrario: lo que es
caliente ha llegado a ser caliente a partir de lo frío; lo bello llega a ser a
partir de lo feo; lo justo antes era injusto; lo grande sólo puede llegar a
ser grande a partir de lo pequeño; etcétera. Todos los seres que tienen un
contrario, por tanto, se originan siempre a partir de él. Ahora, ¿qué es lo contrario de estar vivo?
L: Estar muerto. E: Perfecto, ¿y verdad que tenemos constancia
de que de estar vivos pasamos a estar muertos?
L: Claro, casi todos los días. E: Muy bien.
¿Y cómo llamamos a ese proceso? L: Lo llamamos "morir".
Pues para mantener la compensación de los procesos contrarios,
que se cumple en todas partes en la naturaleza, tenemos que admitir que
existe también el proceso inverso: que de lo muerto se genera
lo vivo, y a esto tendremos que llamarlo "revivir". Es parecido a como
pasamos de estar despiertos a estar dormidos y viceversa. Del mismo modo,
nuestras almas vienen y van entre el mundo de los vivos y el mundo de los
muertos: existen por tanto nuestras almas en el Hades.
Segundo, argumento de la reminiscencia.
L: ¿Qué es eso de la reminiscencia? E: Es una teoría platónica según la cual
conocer es recordar. L: ¡Ah, sí, ya me acuerdo!
Platón la había argumentado en un diálogo llamado "Menón", notando que si se interroga bien a
las personas sobre cosas que no saben se consigue que por ellas mismas vayan
sacando correctamente las conclusiones, sobre todo en temas de geometría. Esto,
dice Platón, no sería posible si no se hubieran conocido en otro momento y en
otro lugar todas estas cosas que, gracias a la interrogación socrática, se van
trayendo a la memoria. De este modo conocer es, en el fondo, re-conocer lo que
ya se sabía. Pero nadie reconoce una persona pintada en un cuadro si no ha
conocido antes a la persona. Del mismo modo, no tiene sentido reconocer un
cuerpo como bello si no se ha conocido antes en algún sitio la Belleza. Pero la
Belleza no la conocemos en esta vida con los sentidos del cuerpo; es necesario, por
tanto, que la hayamos conocido en otra vida anterior al cuerpo. Partiendo de
esta teoría, que Sócrates y sus amigos consideran muy asentada, se tiene que
aceptar que el alma ha existido antes que el cuerpo, pues es necesario que haya
conocido en algún lugar y tiempo anterior las Ideas y las Formas que en
esta vida reconoce y recuerda en los cuerpos. L: Pero, un segundo... Esto sólo demostraría
que las almas han existido ANTES que el cuerpo, y no que sigan
existiendo DESPUÉS. E: Cierto, pero tienes que conectar este argumento con el
anterior, porque ahora hemos demostrado que existía antes que el cuerpo, pero
esto, conectado con el argumento anterior, significa que seguirá existiendo después,
porque tras morir tiene que volver a renacer.
Tercero: argumento por la afinidad con las Ideas.
Vamos a ver, ¿a qué crees que se parece más el alma: a las Ideas o al mundo material?
L: No sé si entiendo la pregunta... E: ¿Cómo es el alma, visible o invisible?
L: Invisible, lo que es visible es el cuerpo.
E: ¿Y qué captamos con los sentidos del cuerpo, lo cambiante o lo inmutable y eterno?
L: Lo cambiante, claro está, las cosas materiales del mundo, las que cambian.
E: En cambio, con el alma conocemos y entendemos las ideas inmutables y
eternas, que han existido siempre y son inmortales. L: ¿Ergo...?
E: Ergo de la dualidad alma-cuerpo lo que más se asemeja a las ideas es el alma.
Cabe sospechar, por tanto, que el alma comparta las otras características de
las Ideas, entre ellas, las de la incorruptibilidad e inmortalidad.
Si puede conocer lo inmortal, es razonable pensar que el alma también sea inmortal.
Además, igual que las Ideas gobiernan el mundo material, también el alma gobierna
el cuerpo y es superior a él, con lo que no es irracional pensar que pueda
sobrevivir a su muerte. "El alma es lo más semejante a lo divino, inmortal,
inteligible, uniforme, indisoluble y que está siempre idéntico consigo mismo,
mientras que, a su vez, el cuerpo es lo más semejante a lo humano, mortal,
multiforme, irracional, soluble y que nunca está idéntico a sí mismo. Si las
cosas son así, ¿no le conviene al cuerpo disolverse pronto y al alma, en cambio,
ser por completo indisoluble o muy próxima a ello?".
L: Vale, todos estos argumentos están muy bien, pero no me acaban de convencer...
Parecen demostrar que el alma ha existido con anterioridad al cuerpo y
quieren derivar su inmortalidad como extensión de esa misma pre-existencia.
Pero esto no acaba de quedar claro... E: ¿A ver? Explícate.
L: Quiero decir que no está demostrado que el alma pueda seguir existiendo después del cuerpo por
siempre. Quizás el alma es inmortal en el sentido de
que sobrevive al cuerpo, pero no es imperecedera en el sentido de que, en algún
momento, pues se disolverá... Mira te pongo un ejemplo: el alma es como un tejedor que
teje muchos vestidos. Por muchos vestidos que haga, llegará un día en que el tejedor morirá.
Del mismo modo, bien puede ser que nuestra alma utilice muchos cuerpos
(igual que el tejedor muchos vestidos), pero que tras un tiempo indeterminado
termine por desgastarse, agotarse y desaparecer.
Es decir, el alma duraría mucho más que el cuerpo pero igualmente terminaría por
perecer, después de muchos cuerpos, si quieres.
Si esto es así, no tiene sentido estar tranquilo ante la muerte, porque nunca
sabríamos si esta muerte puede ser la última, si después de este cuerpo
nuestra alma terminará por agotarse del todo. Quizás este cuerpo mío de ahora es mi último vestido.
E: ¡Muy bien, Leónidas! De hecho, ahora que lo pienso
éste es sospechosamente el mismo símil que los amigos de Sócrates le ponen en el diálogo
como objeción a estos tres primeros argumentos... L: ¿En serio? ¡Mira qué cosas!
E: En fin, ¿cómo responde Sócrates a esta objeción? Con el cuarto y último argumento, que pretende
ser el definitivo. Pon atención.
Argumento por la exclusión de los contrarios.
Aunque haya cosas que puedan ir de un contrario a otro, los mismos contrarios
se excluyen mutuamente, ¿cierto? L: A ver, ¿puedes poner un ejemplo?
Por ejemplo, el calor y el frío: el calor
no puede ser frío y el frío no puede ser caliente. Aunque haya cosas que puedan
pasar de estar calientes a estar frías, los mismos contrarios, el calor y el frío,
se excluyen mutuamente. ¿Hasta aquí bien? L: Sí, creo que lo entiendo.
Demos un paso más: si hay cosas que están siempre conectadas con uno de los dos contrarios,
cuando el otro contrario se le acerca les puede pasar una de dos cosas: o bien
perecen o bien se alejan. Por ejemplo, el fuego siempre es caliente, está conectado
a lo caliente. El fuego, cuando se le acerca lo frío, o bien perece (se apaga)
o bien se aleja, se retira y le cede su lugar. Lo que no puede hacer es asumir lo
frío, volverse frío, y seguir siendo fuego, ¿verdad? L: Sí, sí, eso es evidente.
Por tanto, no sólo los contrarios se excluyen mutuamente, sino que hay cosas
que, como se identifican exclusivamente con uno de los dos contrarios, también
excluyen completamente al otro. No sólo los contrarios no soportan dicha
aproximación, sino que hay cosas que, como siempre están conectadas con uno de los
dos contrarios, no pueden aceptar en sí al otro. Ahora bien, ¿qué es lo que ha de
haber en un cuerpo para que esté vivo? L: Tiene que haber alma.
E: ¿Y esto es siempre así? L: Claro, ¿cómo no?
E: Por tanto, hay que decir que, igual que el fuego siempre trae el calor, el alma siempre trae la vida.
L: Eso parece. E: Esto significa que el alma se identifica con la vida,
la vida es lo que constituye el ser del alma. Ahora bien, ¿hay algo que sea contrario a la vida o nada?
L: Sí que hay algo: la muerte. E: Por tanto, el alma, que se identifica con
la vida, jamás podrá admitir en sí su contrario, la muerte, jamás podrá admitir
lo contrario de aquello que ella trae al cuerpo. Ahora bien, lo que no admite lo
par, ¿cómo lo llamamos? L: Lo llamamos "impar".
E: Perfecto, entonces aquello que no admite la muerte, ¿cómo tendremos que llamarlo?
L: Tendríamos que llamarlo "inmortal".
E: Ergo el alma es inmortal, porque excluye la misma idea de la muerte.
De los dos destinos u opciones que tenía antes un contrario cuando se le acercaba el otro
(o perecer o alejarse), el alma lo único que puede hacer es alejarse, pues no
puede perecer, porque perecer significaría aceptar en sí la muerte,
cosa que no puede hacer porque se identifica con la vida. El alma trae la
vida al cuerpo, y cuando llega la muerte ella simplemente se retira: la muerte no
puede tocarla. CCuando llega la muerte, el alma se retira: sólo lo mortal en el
hombre muere, no lo inmortal. Se demuestra, así, que no es sólo que el alma sea más
duradera que el cuerpo, sino que por esencia (porque trae la vida, porque se
identifica con la vida), es inmortal e imperecedera. La idea del alma excluye la
idea de la muerte. "Al sobrevenirle entonces al ser humano la muerte, según
parece, lo mortal en él muere, pero lo inmortal se va y se aleja, salvo e
indestructible, cediendo el lugar a la muerte".
E: ¿Qué, te convence? L: No lo sé, tengo que pensarlo.
Platón termina el diálogo con un mito, como apoyo
suprarracional a la argumentación, pero eso vamos a dejarlo para otro día.
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