Nadie regresa por tercera vez

Summary

En este relato, se describe una experiencia frustrante con trámites burocráticos en los que un individuo enfrenta múltiples obstáculos y largas esperas. A pesar de pagar a tiempo, el problema radica en la existencia de dos cuentas, lo que lleva a una serie de interacciones con personal de diferentes módulos. A lo largo de la jornada, el protagonista es enviado de un lado a otro, realizando gestiones innecesarias, hasta que finalmente se le informa que todo está resuelto. La experiencia refleja la paciencia y la complejidad de los trámites administrativos, además de una crítica a las irregularidades del sistema.

Takeaways

• 😀 Hubo un malentendido sobre el pago de una deuda, lo que llevó a una serie de complicaciones en el proceso administrativo.
• 😀 Un hombre con una actitud seria se presentó para resolver el problema, sugiriendo que había dos cuentas a revisar.
• 😀 La persona afectada insistió en que las cosas debían resolverse de manera correcta, sin buscar atajos.
• 😀 Después de un tiempo de espera en el módulo 11, se interrumpió a una persona que estaba platicando y se la envió a otro módulo.
• 😀 En el módulo 11, una señorita envió a la persona al módulo 15 para resolver el problema, pero hubo más complicaciones.
• 😀 Se le pidió a la persona afectada comprar cigarros y dulces para obtener los papeles necesarios, lo que implicó una especie de soborno informal.
• 😀 El problema en sí se debía a que había dos cuentas, lo que ya se sabía previamente.
• 😀 La persona afectada sugirió que fuera más sencillo cancelar una de las cuentas en lugar de realizar todos los trámites.
• 😀 A pesar de las horas perdidas y la frustración, la situación finalmente parecía llegar a una resolución con una cancelación de cuenta.
• 😀 El trato con los empleados no fue fácil, y la persona afectada pasó casi 4 horas esperando para resolver el problema, con la sensación de que todo se complicaba innecesariamente.

Q & A

¿Qué problema enfrentaba el narrador al principio de la historia?

El narrador enfrentaba la situación de que le iban a embargar en una semana, y no podía resolverlo de inmediato debido a la complejidad de sus cuentas.

¿Qué le sugirió el hombre con cara de pocos amigos al narrador?

El hombre le sugirió que fuera al módulo 11, ya que había un problema con dos cuentas, y le ofreció ayudarle a resolverlo.

¿Cómo reaccionó el narrador cuando vio a las señoritas en el módulo 11?

El narrador se hartó de que las señoritas no atendieran el asunto de manera eficiente y las interrumpió, provocando que la amiga se despidiera para irse a otro módulo.

¿Qué ocurrió después de que el narrador interrumpió la conversación en el módulo 11?

Después de interrumpir la plática, la señorita le indicó que fuera al módulo 15 para continuar el trámite, y le mandó a sacar copias al café de chinos.

¿Por qué tuvo que comprar cigarrillos y dulces el narrador?

El narrador tuvo que comprar cigarrillos y dulces porque no hubo cambio en el módulo, y los empleados necesitaban que les comprara esos productos para permitirle continuar con el trámite.

¿Qué le pidió la señorita del módulo 15 al narrador?

La señorita le pidió las escrituras de su casa para poder cancelar una de las cuentas y rehacer el contrato.

¿Por qué el narrador sugirió cancelar la segunda cuenta en lugar de rehacer todo el contrato?

El narrador sugirió cancelar la segunda cuenta porque consideraba que era una solución más sencilla que rehacer todo el contrato.

¿Cuánto tiempo pasó desde que el narrador comenzó el trámite hasta que le indicaron que ya estaba resuelto?

Pasaron alrededor de tres horas antes de que el narrador recibiera la indicación de que debía ir al módulo 12 para obtener su comprobante.

¿Cómo se sintió el narrador al recibir la nueva instrucción para ir al módulo 12?

El narrador se sintió frustrado, ya que pensó que ya había resuelto el problema, pero aún le indicaron que tenía que hacer más trámites.

¿Qué actitud tomó el hombre malencarado hacia el narrador durante el proceso?

El hombre malencarado parecía desinteresado y despectivo, negando con la cabeza y diciéndole al narrador que no se preocupara por el comprobante, ya que ya no irían a su casa.