El ÓRGANO más OLVIDADO: ¿qué hace el BAZO?
Summary
TLDREste vídeo educativo explora el bazo, un órgano a menudo marginado pero esencial para nuestra salud. Se explica que, aunque se puede vivir sin él, su falta aumenta la vulnerabilidad a infecciones graves. El bazo tiene múltiples funciones críticas: actúa como un filtro de sangre, eliminando glóbulos rojos dañados y almacenando sangre y hierro; y es parte integral del sistema inmunitario, produciendo y almacenando linfocitos para combatir infecciones. A pesar de que en algunos casos médico se extirpa, su presencia es vital para una defensa inmunitaria efectiva.
Takeaways
- 📚 La antigua civilización griega y romana creían que el bazo producía una sustancia llamada 'bilis negra' relacionada con la melancolía.
- 🌐 La palabra 'melancolía' proviene del griego 'melaina kholé', que significa 'bilis negra'.
- 🧐 El bazo es un órgano a menudo marginado y es más conocido por sus problemas (como romperse en accidentes) que por sus funciones beneficiosas.
- 🔍 El bazo tiene una forma similar a un riñón grande, mide entre 7 y 14 centímetros y pesa entre 100 y 200 gramos.
- 📍 Se encuentra en la parte izquierda superior del abdomen, a la altura del estómago.
- 🌿 Está dividido en pulpa blanca y pulpa roja, donde se encuentran las claves de sus funciones en el organismo.
- 🛡️ El bazo ayuda al sistema inmunitario y a la calidad y funcionamiento correcto de la sangre.
- 🩸 Durante la gestación, el bazo contribuye a la producción de glóbulos rojos, aunque en la edad adulta esta función la realiza la médula ósea.
- 🔄 Filtra la sangre eliminando glóbulos rojos dañados y actúa como una reserva de células sanguíneas y elementos como el hierro.
- 💪 La pulpa blanca contiene linfocitos T y B, que son esenciales para la respuesta inmunitaria específica contra patógenos.
- ⚠️ Aunque se puede vivir sin el bazo, su ausencia puede aumentar la predisposición a infecciones graves y problemas de salud a largo plazo.
Q & A
¿Qué teoría antigua relacionaba el bazo con la melancolía?
-Las antiguas civilizaciones griega y romana creían que el bazo producía una sustancia esencial llamada 'bilis negra', asociada con la melancolía.
¿De qué tamaño es el bazo y en qué parte del cuerpo se encuentra?
-El bazo mide aproximadamente entre 7 y 14 centímetros y pesa entre 100 y 200 gramos. Se encuentra en la parte izquierda superior del abdomen, a la altura del estómago.
¿Cuáles son las dos partes esenciales del bazo y cuál es su función?
-Las dos partes esenciales del bazo son la pulpa blanca y la pulpa roja. La pulpa blanca tiene una función inmunitaria, mientras que la pulpa roja tiene una función sanguínea.
¿Cómo contribuye el bazo a la producción de glóbulos rojos durante la gestación?
-Durante la gestación, el bazo contribuye a producir los glóbulos rojos que formarán nuestra sangre, aunque esta función la toma la médula ósea en la edad adulta.
¿Qué función desempeña la pulpa roja del bazo en relación con la sangre?
-La pulpa roja del bazo actúa como un filtro de sangre y como una reserva de células sanguíneas, eliminando glóbulos rojos dañados y almacenando glóbulos rojos, plaquetas y hierro.
¿Cómo ayuda el bazo a reciclar el hierro de los glóbulos rojos?
-Los macrófagos del bazo fagocitan glóbulos rojos defectuosos, extraen el hierro y lo almacenan o lo exportan al torrente sanguíneo para su reutilización en la síntesis de hemoglobina.
¿Qué papel juega la pulpa blanca del bazo en el sistema inmunitario?
-La pulpa blanca del bazo contiene linfocitos T y B, que son esenciales para la respuesta inmunitaria específica contra patógenos, y es donde ocurre la presentación de antígenos a los linfocitos.
¿Es esencial el bazo para la vida y qué sucede si se extirpa?
-Aunque se puede vivir sin el bazo, las personas que han sufrido una extirpación pueden tener una mayor predisposición a infecciones graves y pueden experimentar complicaciones a largo plazo.
¿Qué es la esplenomegalia y qué causas puede tener?
-La esplenomegalia es el agrandamiento del bazo, que no es una enfermedad en sí misma sino un síntoma que puede deberse a numerosas causas, como leucemia, infecciones o enfermedades del hígado.
¿Cómo afecta el bazo la salud si se rompe en un accidente?
-Un bazo roto en un accidente puede causar hemorragias potencialmente mortales, lo que demuestra la importancia del bazo como reserva de sangre y su papel en la coagulación.
Outlines
📚 Mitos y verdades sobre el bazo
Este párrafo explora las teorías antiguas sobre el bazo, como la creencia de que producía 'bilis negra' relacionada con la melancolía, y cómo estas ideas han sido desmentidas con el tiempo. Se destaca que, a pesar de los avances en la comprensión del bazo, su función no es ampliamente conocida. El bazo, a menudo marginado y asociado con lesiones en accidentes de tráfico o inflamaciones como la mononucleosis, es presentado como un órgano esencial que aún guarda misterios en cuanto a sus funciones exactas.
🌡 Funciones del bazo: sangre y defensa
Se explica que el bazo tiene dos funciones principales: inmunológica y sanguínea. En el ámbito inmunológico, el bazo contiene linfocitos que ayudan a combatir infecciones y cáncer. En el sanguíneo, actúa como filtro de sangre y reserva de células sanguíneas, incluyendo la producción de glóbulos rojos durante la gestación y en emergencias. Además, se describe el proceso de filtración y reciclaje de glóbulos rojos viejos y dañados, y el papel del bazo en la recolección y almacenamiento de hierro, esencial para la síntesis de la hemoglobina.
🛡 Defensa inmunológica y papel del bazo en la inmunidad
El bazo es parte integral del sistema linfático, almacenando linfocitos T y B que desempeñan roles cruciales en la respuesta inmunitaria. Se describe cómo las células inmunitarias capturan y 'presentan' antígenos a los linfocitos en el bazo, activando así la producción de anticuerpos. Este proceso es esencial para la detección y la lucha contra agentes infecciosos. Aunque el bazo puede ser extirpado en ciertos casos y no es estrictamente indispensable para la vida, su ausencia aumenta la vulnerabilidad a ciertas infecciones bacterianas graves.
Mindmap
Keywords
💡Bazo
💡Pulpa roja
💡Pulpa blanca
💡Sinusoides venosos
💡Linfocitos
💡Antígenos
💡Hemoglobina
💡Esplenomegalia
💡Reserva de sangre
💡Infecciones
Highlights
El bazo, un órgano a menudo marginado, tiene una historia de teorías y asunciones erróneas, como la creencia antigua de que producía 'bilis negra' relacionada con la melancolía.
A pesar de los avances, muchas personas desconocen las funciones exactas del bazo en el cuerpo humano.
El bazo es un órgano en forma de judía gigante, situado en la parte izquierda superior del abdomen, con una función desconocida para muchos.
El tamaño del bazo es variable, midiendo entre 7 y 14 centímetros y pesando entre 100 y 200 gramos.
El bazo está compuesto por pulpa blanca y pulpa roja, con funciones clave en el sistema inmunitario y la sangre.
La pulpa blanca contiene linfocitos que ayudan a defender el cuerpo de infecciones y cáncer.
La pulpa roja filtra la sangre, eliminando glóbulos rojos dañados y almacenando sangre como reserva.
Durante la gestación, el bazo contribuye a la producción de glóbulos rojos, aunque en la edad adulta esta función la asume la médula ósea.
El bazo puede asumir la función de producción de glóbulos rojos en situaciones de emergencia, como en la beta-talasemia.
La pulpa roja del bazo contiene sinusoides venosos que filtran los glóbulos rojos y plaquetas dañados de la sangre.
Los macrófagos del bazo reciclan el hierro de los glóbulos rojos para la síntesis de hemoglobina y lo almacenan o lo exportan a la sangre.
El bazo actúa como una reserva de sangre, almacenando glóbulos rojos y plaquetas, lo que puede ser peligroso en caso de lesiones.
La pulpa blanca del bazo tiene funciones inmunitarias, conteniendo linfocitos T y B para la respuesta inmunitaria específica.
El bazo es parte del sistema linfático, contribuyendo a la defensa contra agentes infecciosos y al drenaje de líquidos del cuerpo.
El bazo presenta antígenos a los linfocitos para activar la respuesta inmunitaria y la producción de anticuerpos.
A pesar de su importancia, el bazo es prescindible y se puede vivir sin él, aunque con mayor riesgo de infecciones.
La extirpación del bazo se realiza en casos de lesiones graves, trastornos de la sangre, ciertos tipos de cáncer o infecciones.
La esplenomegalia, o agrandamiento del bazo, puede deberse a diversas causas y puede provocar síntomas como dolor de abdomen y fatiga.
El bazo, aunque a veces ignorado, es esencial para la salud, ya que ayuda tanto en la producción de sangre como en la defensa contra infecciones.
Transcripts
A lo largo de la historia han existido todo tipo de teorías y asunciones erróneas sobre
el papel que tiene en nuestro organismo el BAZO, ese órgano en forma de judía gigante
situado en nuestro abdomen. Sin ir más lejos, las antiguas civilizaciones griega y romana
creían que el bazo producía una de las cuatro sustancias esenciales del cuerpo llamada “bilis
negra”, una sustancia que relacionaban con la melancolía.
Este es el origen de curiosidades como que la palabra “melacolía” deriva de “melaina
kholé”, que en griego significa “bilis negra”. O que en castellano utilicemos la
palabra inglesa para el bazo, “spleen”, para referirnos a “una melancolía que produce
hastío o tedio de todo”.
Han habido muchos siglos de por medio para demostrar que la función del bazo no era
esa: ni secreta la tal “bilis negra” ni está relacionado con la melancolía. Y sin
embargo, si a día de hoy te pregunto qué es exactamente lo que hace el bazo… lo más
probable es que no sepas la respuesta.
El bazo es de los órganos más marginados que hay, porque es más conocido por cuando
la caga o le pasa algo que por lo que hace de bueno. Por ejemplo, tal vez que sepas que
el bazo es ese órgano que se suele romperse en los accidentes de tráfico y causa hemorragias
que pueden llegar a ser mortales, o que el bazo se inflama cuando tienes una infección
como la mononucleosis. Pero si te pregunto cuál es la función del bazo, ¿sabrías
responderme?
Está claro que si el bazo es un órgano más de nuestro cuerpo, es que de algo tiene que
servir, por algo tiene que estar ahí. Entonces, ¿para qué sirve exactamente? ¿Qué hace
en nuestro organismo? ¿Es tan indispensable para la vida o se puede vivir sin él?
Hoy en la Hiperactina, hablamos del bazo.
Este vídeo está patrocinado por la Universitat Politècnica de València.
La mayoría de nosotros tenemos una imagen bastante clara de cómo es un intestino, un
corazón o un páncreas, ¿pero qué forma tiene un bazo? Pues a ver, el bazo es este
órgano de aquí. Si te fijas, tiene aspecto de algo así como un riñón grande, y para
que te hagas una idea del tamaño, mide aproximadamente entre 7 y 14 centímetros O sea, una cosa
así (usar metro). Pesa entre 100 y 200 gramos (aunque esto varía mucho entre personas,
según su edad, altura o sexo). ¿Y dónde se encuentra? Pues se encuentra aquí, en
la parte izquierda superior del abdomen, a la altura del estómago.
Si hasta aquí el bazo te parece un órgano un poco basic, espera a que te diga lo que
hay dentro. Si observásemos el interior del bazo, veríamos una especie de árbol ramificado
en el cual se entrelazan vasos sanguíneos, vasos linfáticos, nervios y todo tipo de
estructuras especializadas. Todo este entramado de cosas se divide en las dos partes esenciales
de un bazo: la pulpa blanca y la pulpa roja, en las que se encuentra la clave de cuáles
son las funciones del bazo en nuestro organismo.
La pulpa blanca está formada, entre otras cosas, por linfocitos, esas células del sistema
inmunitario que ayudan a defender el organismo de infecciones, sustancias extrañas o incluso
células cancerosas.
Y la pulpa roja contiene un tipo de estructuras y vasos sanguíneos especializados en filtrar
la sangre del cuerpo.
Por tanto, las dos funciones principales del bazo son: por una parte, ayudar a nuestro
sistema inmunitario, o en otras palabras, ayudar a nuestro cuerpo a defenderse de las
amenazas; y por otra parte, contribuir a la calidad y funcionamiento correcto de nuestra
sangre.
Estas son las dos caras del bazo pero vamos a ver estas dos funciones más en detalle
porque te aseguro que vas a flipar. Comencemos por la primera: ¿qué hace el bazo por nuestra
sangre?
El bazo hace dos cosas por nuestra sangre principalmente: funciona como un filtro de
sangre y como una reserva de células sanguíneas por si se necesitan en algún momento dado.
Pero a parte de eso, que veremos ahora en más detalle, el bazo nos ayuda incluso desde
antes de nuestro nacimiento.
Durante la gestación, cuando nos estamos desarrollando en el útero de nuestra madre,
el bazo contribuye a producir los glóbulos rojos que formarán nuestra sangre. Sin embargo,
cuando somos adultos, esta es una función que asume la médula ósea, ese tejido esponjoso
que se encuentra en el interior de algunos huesos y que da lugar a las células de nuestra
sangre: los glóbulos rojos, que reparten el oxígeno por las células de nuestro cuerpo;
los glóbulos blancos o leucocitos, que nos ayudan a combatir las infecciones; y las plaquetas,
que nos ayudan a coagular la sangre.
Pero aunque, si bien es cierto que cuando somos adultos la producción de células sanguíneas
es algo que hace la médula ósea, lo cierto es que el bazo puede volver a asimilar esta
función en situaciones de emergencia, por ejemplo en una situación de enfermedad en
la que la médula ósea no pueda cubrir toda la demanda de células sanguíneas. Esto puede
ocurrir por ejemplo en la beta-talasemia, una enfermedad en la que se produce una destrucción
masiva de los glóbulos rojos. En esa situación, el bazo puede ayudar a la médula ósea a
producir estos glóbulos rojos para compensar la pérdida que está habiendo.
Vale, y esto es en situaciones de emergencia, pero en situaciones normales, ¿Qué hace
el bazo por nuestra sangre?
Pues como hemos dicho, el bazo se divide en la pulpa blanca, que tiene una función inmunitaria,
y la pulpa roja, que tiene una función sanguínea. Concretamente, la pulpa roja tiene la función
de eliminar materiales de desecho que se encuentran en la sangre, como por ejemplo glóbulos rojos
en mal estado, ya sea porque están envejecidos o por estar mal formados.
¿Y cómo hace esto? Pues aquí viene lo chulo: en la pulpa roja del bazo existen un tipo
de estructuras llamadas sinusoides venosos. Estos sinusoides contienen una serie de huecos
que se utilizarán para filtrar los glóbulos rojos de la sangre. La cosa funciona del siguiente
modo:
De todos los glóbulos rojos que llegan al bazo, algunos pasan “tal cual”, pero otros
son expulsados fuera de la circulación, en el espacio interior del bazo. De estos glóbulos,
los glóbulos rojos jóvenes y flexibles pasarán sin problema a través de los huecos de los
sinusoides para reincorporarse al flujo sanguíneo. Por otro lado, los glóbulos rojos más viejos,
más grandes y deformes quedarán atrapados en estas estructuras. Y una vez ocurre esto,
¿Qué pasa? ¿Se quedan ahí y ya? Pues no: el cuerpo, que lo tiene todo pensado, tiene
un sistema para eliminar esas células deformes que no han pasado el filtro: los macrófagos,
unas células del sistema inmunitario que “devoran” o “fagocitan” estos glóbulos
rojos defectuosos.
Pero ¡ojo! Porque estos macrófagos son más que simples “carroñeros” de glóbulos
rojos chungos. Estos macrófagos están especializados en reciclar un elemento muy valioso que contienen
los glóbulos rojos en su interior: el hierro. ¿Y para qué nos interesa tanto el hierro?
Pues por ejemplo, porque el hierro es necesario para formar una proteína indispensable en
nuestro organismo: la hemoglobina. La hemoglobina, que se encuentra dentro de los glóbulos rojos,
transporta el oxígeno por la sangre para repartirlo entre las distintas células de
nuestro cuerpo.
Por eso, cuando los macrófagos degradan a los glóbulos rojos, cogen el hierro que contenían
y o bien lo almacenan o bien lo exportan al torrente sanguíneo.
De todos modos, el hierro no es la única cosa que almacena el bazo. En realidad, el
bazo actúa también como una reserva de sangre. Concretamente, el bazo almacena glóbulos
rojos y plaquetas, esas células que intervienen en la coagulación de la sangre. Cuando te
haces una herida y un vaso sanguíneo se rompe, las plaquetas se activan y se unen entre sí
formando una malla, un coágulo de sangre, para taponar ese agujero e impedir que perdamos
sangre.
Es debido a que el bazo es una reserva de sangre en el organismo que, si se rompe debido
a un accidente, puede dar lugar a un sangrado que ponga en peligro la vida de la persona.
Así que en resumen, las funciones sanguíneas del bazo son en esencia: filtrar glóbulos
rojos y plaquetas dañados de la sangre; y almacenar cosas como hierro, macrófagos,
glóbulos rojos o plaquetas.
Y por si todo este sistema de FILTRACIÓN DE LA SANGRE y RESERVA DE COSAS te parece
poco, espera a que te explique la otra función del BAZO, que tiene que ver con un maravilloso
sistema al que ya le dedicamos un vídeo entero por lo increíble que era: el sistema linfático.
Bueno, ahora ya sabemos qué hace exactamente la pulpa roja del bazo: tiene funciones relacionadas
con la sangre. Roja, sangre… tiene sentido. Pero ¿Qué ocurre con la pulpa blanca?
Pues la pulpa blanca será la encargada de realizar funciones inmunitarias, de defensa.
Concretamente, la pulpa blanca contiene en su interior linfocitos T y linfocitos B, esas
células inmunitarias que permiten la respuesta de defensa específica contra un patógeno.
En realidad, el bazo es uno más de los órganos que forman parte de nuestro querido sistema
linfático, junto al timo, la médula ósea o los ganglios linfáticos. Recordemos que
el sistema linfático es ese conjunto de vasos, órganos y tejidos que tiene funciones imprescindibles
para la vida como drenar los líquidos del cuerpo, transportar las grasas que absorbemos
en el intestino o contribuir a la respuesta inmunitaria de defensa contra un agente infeccioso.
Como parte del sistema linfático que es, el bazo almacena en su interior todo un ejército
de células inmunitarias preparadas para atacar en caso de que se produzca una infección.
Igual que la pulpa roja del bazo almacenaba glóbulos rojos y plaquetas, la pulpa blanca
del bazo almacena linfocitos.
Pero el bazo no funciona como un mero reservorio de células inmunitarias, sino que, al igual
que ocurría con otros órganos linfáticos, en su interior ocurre algo clave para la respuesta
inmunitaria que se llama presentación de antígenos a los linfocitos.
A ver, dentro de lo que es nuestro sistema inmunitario, existen algunas células que
se encargan de dar vueltas por la sangre buscando microorganismos infecciosos que hayan podido
colarse en nuestro cuerpo. Algunas de ellas, como por ejemplo los macrófagos, en cuanto
encuentran a un microorganismo como a un virus o bacteria, lo “engullen” o lo “fagocitan”.
Y una vez ingerido y destruido ese microorganismo en su interior, estas células cogen las proteínas
que formaban parte de ese microorganismo y las colocan en su superficie, como si fueran
una especie de banderines. Esta es la forma que tienen de avisar al resto de células
de que hay un intruso en el cuerpo que hay que destruir. En otras palabras, es la forma
de activar una respuesta de defensa.
Bien, pues estas proteínas que formaban parte del microorganismo son lo que se llaman ANTÍGENOS.
Es decir, un antígeno es una molécula (por ejemplo, una proteína de un virus) que no
forma parte de nuestro organismo y que por tanto nuestro sistema inmunitario reconoce
como extraña y activa una respuesta de defensa en consecuencia.
Pues una vez nuestras células inmunitarias engullen a un microorganismo y exponen sus
antígenos en la membrana, llevan estos antígenos a las siguientes células del sistema inmunitario
que entrarán en acción: los linfocitos T y los linfocitos B, que secretarán anticuerpos.
Los anticuerpos son moléculas diseñadas para dirigirse de forma específica al agente
infeccioso y unirse a él, de forma que quede “marcado” para que otras células inmunitarias
vayan a destruirlo y terminen con la infección.
Y esta presentación de los antígenos a los linfocitos para activarlos tiene lugar, entre
otros sitios, en el bazo. Una vez las células inmunitarias hayan fagocitado a un microorganismo
y hayan expuesto los antígenos en su membrana, van a viajar hacia algunos órganos como el
bazo para “mostrarles” esos antígenos a los linfocitos que hay en el interior del
bazo, para informarles de que hay un microorganismo en el cuerpo y así poder activarlos. Una
vez activados, los linfocitos proliferan para potenciar la respuesta inmunitaria y poder
ir al tejido infectado a ayudar en la batalla.
Estoy segura de que antes de que empezase el vídeo podías tener una pequeña idea
de lo que hacía el bazo, igual “algo relacionado con la sangre”, pero ¿te imaginabas que
hacía todo esto? Si a estas alturas del vídeo el bazo no te parece una pasada, poco más
te puedo decir.
Después de toda esta locura que te he contado, que si filtración de la sangre, que si almacenamiento
de linfocitos, glóbulos rojos y plaquetas, que si presentación de antígenos… podríamos
decir que el bazo es un órgano tan imprescindible para nuestro cuerpo que una persona que perdiese
el bazo tendría las horas contadas… ¿o no?
Pues lo triste del bazo no es solo que la gente no se acuerde de él en general, sino
que es de algún modo… prescindible. Se puede vivir sin bazo.
De hecho, el bazo puede necesitar ser extirpado en algunas ocasiones, por ejemplo cuando se
rompe en accidentes de coche, cuando existe un agrandamiento del bazo que provoca malestar,
debido a algunos trastornos de la sangre, algunos tipos de cáncer o infecciones.
Y me dirás: pues vaya decepción, porque si se puede vivir sin bazo, tampoco será
tan importante.
Pues sí y no, es decir, una persona a la que se le ha extirpado puede seguir viviendo
sin problemas aparentes… pero se ha observado que aquellos individuos que han sufrido una
extirpación del bazo tienen una mayor predisposición a padecer infecciones graves de ciertos tipos
de bacterias, como por ejemplo la Streptococcus pneumoniae (que causa neumonía), Neisseria
meningitidis (que causa meningitis), la Salmonella (que afecta al intestino), o la Staphylococcus
aureus, que produce toda una gama de enfermedades.
Como dato curioso, este estudio publicado en The Lancet muestra el seguimiento que se
hizo durante 28 años de 740 veteranos de la Segunda Guerra Mundial cuyos bazos fueron
extirpados en el campo de batalla… En total, se observó un aumento significativo en la
tasa de muerte habitual por neumonía y un aumento en la tasa de muerte por cardiopatía
isquémica, que se produce cuando las arterias que suministran sangre al músculo del corazón
se obstruyen y se bloquea el flujo sanguíneo hacia el mismo.
Así que sí, se puede vivir sin bazo, pero con consecuencias. De todos modos, el bazo
no solo da problemas en su ausencia.
Por ejemplo, como hemos comentado, el bazo puede agrandarse en algunas ocasiones, algo
que se conoce como esplenomegalia. Aun así, la esplenomegalia no es una enfermedad en
sí misma, sino un síntoma que puede deberse a numerosas causas, como ciertos tipos de
cáncer como la leucemia, algunas infecciones como la malaria o la mononucleosis o enfermedades
del hígado como la cirrosis. Por lo general, el bazo agrandado no causa síntomas, pero
en otros casos puede provocar dolor en el abdomen, fatiga, anemia, infecciones frecuentes
o sangrado fácil.
Bueno, a estas alturas espero que ya no conozcas el bazo solo por cómo puede liarla, sino
también todas las maravillas que hace por nuestro organismo, tanto por nuestra sangre
como por ayudarnos a combatir las infecciones.
Espero que os haya gustado mucho este vídeo, quiero que me digáis en comentarios si conocíais
la existencia del bazo y qué pensabais que hacía antes de ver el vídeo. Y por supuesto,
coméntame también si te ha gustado el vídeo.
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