Entrevista con Silvia Satulovsky y María Teresa Negrete
Summary
TLDREn el marco del Primer Congreso Internacional de Intervención Educativa, dos ponentes discuten un proyecto centrado en la transformación de los enfoques tradicionales de intervención educativa. Subrayan la importancia de un trabajo basado en la escucha activa, la exploración lúdica y la reflexión personal, destacando la necesidad de que los interventores abandonen su formación académica rígida para establecer una relación más abierta y humana con las comunidades. Enfrentan desafíos relacionados con el cambio de paradigmas en la educación y el papel crucial de los académicos en este proceso, proponiendo un enfoque ético y colaborativo para la intervención educativa.
Takeaways
- 😀 La formación de los jóvenes interventores debe ser flexible, abierta y exploratoria, alejándose de la rigidez de los métodos tradicionales.
- 😀 Es esencial que los interventores lleguen a las comunidades con una actitud de escucha abierta, dispuestos a aprender de las necesidades y perspectivas de los otros.
- 😀 Las actividades lúdicas y de exploración son claves para que los interventores se conecten genuinamente con la comunidad, más que imponerles conocimientos de manera tradicional.
- 😀 Los interventores deben desaprender los métodos formales de la educación escolarizada y centrarse en el diálogo y el entendimiento mutuo.
- 😀 Las actividades deben permitir que los participantes se miren a sí mismos y reflexionen sobre sus vidas, intereses y necesidades, sin preconceptos o juicios previos.
- 😀 El trabajo sobre los supuestos previos de los interventores es fundamental para evitar imponer una visión preconcebida de la comunidad o los individuos a los que van a ayudar.
- 😀 La intervención educativa debe enfocarse en un acto ético, permitiendo que cada persona se haga responsable de sus acciones y decisiones dentro del proceso.
- 😀 Los educadores deben estar dispuestos a cuestionar y cambiar sus paradigmas, renunciando a las viejas formas de enseñar para adaptarse a las nuevas necesidades de los estudiantes y la sociedad.
- 😀 Los jóvenes y las comunidades piden visibilidad y participación, lo que pone presión sobre los académicos y educadores para crear espacios de escucha genuina.
- 😀 El enfoque de intervención debe ser flexible, adaptándose a las necesidades cambiantes de la comunidad y los participantes, sin buscar una solución predefinida o rígida.
- 😀 La intervención educativa no debe ser vista como un proceso de enseñanza tradicional, sino como un proceso de colaboración y co-creación con la comunidad, basado en la ética y la responsabilidad compartida.
Q & A
¿Por qué es importante que los interventores lleguen a las comunidades con una actitud abierta de escucha?
-Es esencial que los interventores tengan una actitud abierta y porosa, ya que de esta manera podrán visibilizar lo que el otro tiene para decir. Si no se forman en esta lógica, los interventores podrían imponer su propia visión sin realmente comprender las necesidades y perspectivas de la comunidad.
¿Qué tipo de actividades proponen los ponentes para trabajar con las comunidades?
-Los ponentes sugieren actividades lúdicas de carácter exploratorio en lugar de actividades de enseñanza tradicionales. Estas actividades permiten conocer las necesidades y percepciones de la población a través del diálogo y el juego, sin imponer una estructura académica preestablecida.
¿Por qué es importante explorar las necesidades de los otros a través de preguntas existenciales básicas?
-Explorar a través de preguntas básicas como '¿cómo te ves?', '¿qué te molesta?', permite que la intervención sea más genuina. Esto ayuda a despojar a los interventores de su formación académica y les permite acercarse a la población de una manera más humana y menos estructurada.
¿Cómo afecta la formación tradicional académica a la intervención en las comunidades?
-La formación tradicional académica puede limitar la capacidad del interventor para establecer un diálogo abierto y flexible. Los interventores están formados en un sistema que prioriza el control y la disciplina, lo que puede dificultar su capacidad para escuchar y adaptarse a las necesidades reales de la población.
¿Qué retos enfrentan los académicos al formar nuevos interventores?
-Los académicos enfrentan el reto de desestructurar sus propios enfoques educativos. Deben replantear la noción de enseñanza, pasando de un modelo tradicional centrado en el conocimiento hacia un enfoque en el cual el aprendizaje es más fluido, flexible y contextualizado, adaptándose a las dinámicas de la intervención.
¿Qué implicaciones tiene la intervención educativa para los formadores?
-Para los formadores, la intervención educativa implica cuestionar los paradigmas tradicionales, renunciando a enfoques rígidos y adoptando métodos más dinámicos. Esto requiere crear un espacio donde el aprendizaje se construya de manera conjunta, considerando tanto las necesidades de la población como los recursos disponibles.
¿Cómo deben los interventores prepararse antes de llegar al campo de trabajo?
-Los interventores deben realizar un trabajo introspectivo sobre sus propios supuestos y prejuicios antes de llegar al campo. Esto les permite acercarse con una mente abierta, dispuestos a escuchar y explorar sin imponer sus propias ideas o diagnósticos preestablecidos.
¿Qué relación existe entre el cuerpo, las emociones y la intervención educativa?
-La intervención educativa debe incorporar tanto el cuerpo como las emociones, ya que el sistema educativo tradicional ha marginado estos aspectos. Al integrar el cuerpo y las emociones, los interventores pueden tener una conexión más profunda y auténtica con la población, lo que facilita un proceso de aprendizaje más integral.
¿Cómo afecta la resistencia al cambio en el ámbito académico de la intervención educativa?
-La resistencia al cambio en el ámbito académico puede generar una tensión entre mantener métodos tradicionales y abrirse a nuevas formas de intervención. Este miedo al cambio puede llevar a los formadores a recurrir a enfoques conocidos, evitando explorar nuevas formas de enseñar y aprender.
¿Qué significa un 'acto ético' dentro de la intervención educativa?
-Un 'acto ético' en la intervención educativa implica que el interventor se hace responsable de sus acciones y decisiones, reconociendo que la intervención no se basa en un deber ser, sino en un proceso ético que involucra a la población en la toma de decisiones. Este enfoque otorga a los participantes un papel activo en la construcción de la intervención.
Outlines

This section is available to paid users only. Please upgrade to access this part.
Upgrade NowMindmap

This section is available to paid users only. Please upgrade to access this part.
Upgrade NowKeywords

This section is available to paid users only. Please upgrade to access this part.
Upgrade NowHighlights

This section is available to paid users only. Please upgrade to access this part.
Upgrade NowTranscripts

This section is available to paid users only. Please upgrade to access this part.
Upgrade NowBrowse More Related Video

Intervención Educativa e Intervención Pedagógica

La intervención educativa, distinciones conceptuales

What happened after TED Prize 2013 | Sugata Mitra | TEDxUFM

Mensaje por la 7ª Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar | Dignificamos la gran labor docente

Equipo de Orientación Escolar Virrey del Pino La Matanza

Modelos básicos de intervención psicopedagógica
5.0 / 5 (0 votes)