14/14 Audiolibro La Virgen de las 7 Calles de ALFREDO FLORES SUAREZ Capítulo 14
Summary
TLDRToledo, un hombre atrapado entre el amor y las obligaciones, llega a Santa Cruz y se enfrenta a un dilema emocional con Zora. A lo largo del relato, sus sentimientos se profundizan, revelando una conexión más allá del deseo. Sin embargo, su amor por Zora es puesto a prueba cuando su ex amante, Juvenal, regresa y desata un enfrentamiento violento que termina con la trágica muerte de Zora. Al mismo tiempo, las dinámicas sociales del pueblo se entrelazan con chismes y relaciones conflictivas, destacando los prejuicios y rivalidades de la comunidad local.
Takeaways
- 🌇 Toledo llega a la ciudad al anochecer y se hospeda en una nueva casa para evitar la vigilancia de sus tías, especialmente de Doña Petrona.
- 📜 Encuentra una carta de Doña Concha, quien le reprocha su ausencia y menciona que Alicita ha estado practicando piezas de piano para tocar cuando él la visite.
- 💌 Toledo no termina de leer la carta, pues su mente está enfocada en Zora, su amante, y se siente cada vez más convencido de que su relación con ella es más que una aventura pasajera.
- ❤️ Toledo siente una profunda ternura por Zora, más allá del deseo, lo que le confirma que está enamorado de ella y que su amor ha transformado su percepción del lugar donde viven.
- 📆 A pesar de que debe regresar pronto a Buenos Aires, Toledo no quiere informar a Zora todavía, ya que le preocupa cómo recibirá la noticia y teme que otro hombre pueda conquistarla en su ausencia.
- 👊 Toledo descubre a Zora siendo atacada por un hombre llamado Juvenal, quien intenta llevarla a la fuerza. Toledo interviene y golpea a Juvenal, pero en medio de la pelea, Zora es herida de gravedad.
- 🏥 Zora es llevada al hospital, donde agoniza durante días. Toledo permanece a su lado, atormentado por su sufrimiento.
- 🕊️ En su lecho de muerte, Zora le pide a Toledo que no la abandone mientras viva, y él se lo promete. Esa misma noche, ella fallece.
- 💔 Toledo queda devastado por la muerte de Zora, viendo cómo la vida se apaga en ella y luchando contra una profunda tristeza.
- 🎻 Mientras tanto, en otro contexto, se anuncia el matrimonio de Carolinita, una conocida de la sociedad local, lo que genera comentarios sobre la vida amorosa y el destino de otras personas, incluidas Alicita y Toledo.
Q & A
¿Por qué Toledo decidió mudarse a otro alojamiento al llegar a la ciudad?
-Toledo decidió mudarse a otro alojamiento para evitar el control de sus tías, especialmente de Doña Petrona, quien seguía estrictamente las normas de moralidad del pueblo.
¿Qué sensación despertaba Santa Cruz en Toledo durante su estancia?
-Santa Cruz despertaba en Toledo un profundo sentimiento de paz, reposo y un deseo de vivir sin sobresaltos, lo que contrastaba con su vida en Buenos Aires.
¿Qué preocupaciones tenía Toledo respecto a Zora y su regreso a Buenos Aires?
-Toledo estaba preocupado de que, tras su partida a Buenos Aires, Zora pudiera caer en los brazos de otro hombre debido a las circunstancias, lo que le generaba celos y angustia.
¿Qué ocurrió cuando Toledo llegó a la casa de Zora y escuchó voces dentro?
-Toledo escuchó la voz alterada de un hombre y el sonido de una bofetada. Al entrar, encontró a Zora golpeada y en desorden, mientras un hombre, Juvenal, la había agredido y estaba intentando llevarla por la fuerza.
¿Cómo resultó herida Zora y qué hizo Toledo en ese momento?
-Juvenal disparó un revólver en dirección a Toledo, pero Zora se interpuso para protegerlo, recibiendo el disparo. Toledo la sostuvo mientras ella se deslizaba al suelo gravemente herida.
¿Cuál fue el destino final de Zora después de ser herida?
-Zora agonizó durante varios días en el hospital antes de fallecer, sumida en delirios y angustiada por sus miedos, mientras Toledo permanecía a su lado.
¿Cómo reaccionó Toledo ante la muerte de Zora?
-Toledo estaba profundamente desolado por la muerte de Zora. Antes de cerrar sus ojos, la miró por última vez, viendo cómo su rostro se volvía lívido y sus ojos perdían su brillo, lo que le llenó de una infinita opresión y angustia.
¿Qué rumor surgió sobre la relación de Toledo con alicita y cómo afectó a su reputación?
-Se rumoreaba que Toledo había cortejado a Alicita, pero ella lo rechazó. Luego, se dijo que Toledo, por despecho, había comenzado una vida de libertinaje, lo que afectó negativamente su reputación.
¿Qué importancia tiene el título 'La Virgen de las siete calles' en la historia?
-El título 'La Virgen de las siete calles' se refiere a Zora, una mujer de reputación escandalosa con quien Toledo mantuvo una relación. Este apodo subraya la dualidad de la percepción de Zora, vista tanto como un objeto de deseo como una figura marginada.
¿Cómo contrasta la vida en Buenos Aires con la vida en Santa Cruz según Toledo?
-Toledo veía Buenos Aires como una ciudad turbulenta, fría e indiferente, llena de inquietudes y lucha por una posición social, en contraste con la vida tranquila, cálida y llena de cariño que experimentaba en Santa Cruz.
Outlines
🏠 Llegada a un nuevo hogar
El texto describe la llegada de un personaje a su nuevo alojamiento en la ciudad de San Francisco, donde se mudará para escapar del control de sus tías y en particular de Doña Petrona. La descripción del entorno es de calles solitarias y penumbra, con una atmósfera sosegada y casi misteriosa. Al llegar a su nueva casa, encuentra una carta de Doña Concha que le reclama una visita y le informa sobre la presencia de Alicia, quien ha estado practicando nuevas piezas para tocar al piano. El personaje se siente abrumado por el cariño de Zora y reflexiona sobre su relación, considerando que no es solo una aventura sino algo más profundo y significativo en su vida.
🌹 La ternura del amor y los celos
Este párrafo explora las profundidades del amor y los celos del protagonista, Toledo, hacia Zora. Se describe su nostalgia por los días en el campo y cómo su amor por ella se ha transformado con el tiempo, pasando de ser una simple atracción física a un cariño más profundo y duradero. Se menciona la posibilidad de que él deba regresar a Buenos Aires y cómo esto afectaría su relación. La preocupación de Toledo por la lealtad de Zora en su ausencia es palpable, y se describe con detalle su inquietud sobre si ella se mantendría fiel o se vería obligada a estar con otro hombre. Finalmente, se narra un encuentro violento con un hombre en la casa de Zora, donde se revela la pasión y la tensión en su relación.
🚑 Tragedia y despedida
Este párrafo narra un incidente trágico que resulta en la muerte de Zora. Se describe cómo Toledo, tras un altercado, es atacado con un revólver por un hombre, y Zora, tratando de protegerlo, es herida de gravedad. La descripción de su agonía en el hospital es conmovedora, mostrando la desesperación de Toledo y la ternura con la que cuida a Zora en sus últimos momentos. La muerte de Zora es un evento devastador para Toledo, quien se siente abrumado por la pérdida y la tristeza. La narrativa termina con la descripción del duelo de Toledo y cómo la muerte de Zora deja un vacío en su vida.
💍 Matrimonio y cotilleo
El último párrafo habla sobre el matrimonio de Carolina con Zamito, un evento que causa celebración y satisfacción en las familias Montero y Morales. Se menciona la rivalidad entre estas dos familias y cómo la noticia del matrimonio es recibida con entusiasmo, especialmente por Doña Concha, quien se siente complacida por la alianza. Se discuten las expectativas de las familias sobre la vida matrimonial de Carolina y se hace un paralelismo con la situación de Alicia, que se niega a casarse con Carlos Toledo. La conversación revela las malas intenciones y los rumores que circulan sobre Toledo, pintándolo como un mujeriego y un individuo inmoral, lo que causa vergüenza y juicio en la comunidad.
Mindmap
Keywords
💡Toledo
💡Zora
💡Santa Cruz
💡Doña Concha
💡Alicita
💡Buenos Aires
💡Juvenal
💡Carta
💡La Virgen de las siete calles
💡Celos
Highlights
Toledo arrives in the city at dusk and moves to a new residence in the neighborhood of San Francisco to avoid being controlled by his aunts, especially Doña Petrona.
The streets are nearly empty, and the setting is peaceful, with light from windows casting shadows on the sidewalks and the sound of church bells ringing in the distance.
Toledo finds a letter from Doña Concha, who lovingly chastises him for his absence and mentions that Alicita has been preparing piano pieces for when he visits.
As Toledo changes his clothes, he reflects on his deep feelings for Zora, realizing that she is not a passing fling but someone he truly loves.
Despite the five days spent apart, Toledo feels more tenderness than desire for Zora, which solidifies his understanding that his love for her is real.
Toledo contemplates the peaceful and poetic atmosphere of Santa Cruz and contrasts it with the busy, cold life awaiting him in Buenos Aires.
He fears that once he returns to Buenos Aires, Zora might fall into the arms of another man, which causes him jealousy and concern.
Toledo arrives at Zora’s house but hesitates when he hears the angry voice of a man and the sound of a slap, leading him to burst through the door.
Toledo finds Zora disheveled and bleeding, and a confrontation ensues with Juvenal, who had returned to forcefully take her away.
Juvenal pulls out a gun, but Zora sacrifices herself by jumping in front of Toledo, taking the bullet meant for him.
Zora’s condition worsens over the next few days in the hospital, where she repeatedly calls out Toledo’s name in her delirium.
In a brief moment of clarity, Zora makes Toledo promise not to leave her until she passes away.
Zora dies later that night, and Toledo is devastated, witnessing her once-vibrant eyes lose their light.
Some days later, the Morales family visits the Montero family to announce the engagement of Carolinita to Ramirito, stirring up social rivalry between the families.
During the conversation, Doña Concha reveals that Toledo had once courted Alicita, but she rejected him, which led him to his relationship with Zora, a scandal in their eyes.
Transcripts
la Virgen de las siete calles de Alfredo
flores
Suárez capítulo
14 anochecía cuando llegó a la ciudad su
nuevo alojamiento quedaba en el bambo de
San
Francisco pues desde que comenzó sus
relaciones con zora había considerado
discreto trasladarse a otra casa para
sustraerse al control de las viejas tías
y en particular al de Doña petrona que
tan severamente practicaba las reglas de
la moral
pueblerina las calles solitarias estaban
ya casi sumidas en la penumbra de alguna
ventana enrejada salía un rayo de luz
gualda que al proyectarse sobre las
aceras de los corredores
las campanas de la vieja iglesia
repicaban graves y pausadas con una
sonoridad
maravillosa la casa ancha y chata de
amplios aleros sostenidos por largos
horcones de madera estaba situada en una
esquina allí ocupaba Toledo Dos
habitaciones exteriores cuyas puertas y
ventanas daban a la
calle sobre los muros blanqueados se
reflej Aba débilmente una luz
amarillenta que parpadeaba tras los
vidrios ahumados de un farol a esa hora
no transitaba por ahí ni un alma solo de
tarde en tarde se escuchaba un eco
sonoro de pasos lejanos quebrando un
manso silencio del Crepúsculo
fugitivo Toledo bajó el caballo y se
dirigió a la puerta al abrirla cayó a
sus pies un pequeño trozo de papel lo
cogió era un sobre que alguien había
tratado de introducir por los
intersticios durante su ausencia y que
allí quedó
aprisionado encendió la luz y comenzó a
leer la
misiva era una carta de Doña Concha en
la que esta le reclamaba visita Le
trataba cariñosamente de ingrato por
haberlas dado con la ausencia durante
días y finalmente le comunicaba que
alicita se había pasado toda la semana
estudiando nuevas piezas para tocarlas
al piano cuando él fuera a la
casa no terminó la lectura y con gesto
de fastidio arrojó el papel sobre una
mesa luego miró la hora y comenzó a
cambiarse la ropa de
viaje estaba ansioso por ver aora los
días pasados en el campo lejos de ella
habían tenido la virtud de demanar sus
sentimientos purificando su cariño y
convenciéndola de que sora no era para
él una simple Aventura pasajera que
podía abandonarse a voluntad en
cualquier
momento él sentía ahora por ella no
obstante los cinco días de forzada
castidad que había pasado más ternura
que deseo y esto que en otra oportun
le habría parecido paradojal le hizo
comprender que estaba enamorado y que
esta mujer no pasaba por su vida como
una Ráfaga de sensualidad sino que había
en ella algo más que un cuerpo tentador
fuente de voluptuosidad o de
erotismo y era algo que emanaba como un
efluvio hechicero de su alma
femenina algo que había transformado
todo lo que le rodeaba llenándolo de
ternura y alegría porque era sin duda el
cariño de aquella mujer que le había
hecho hallar nuevamente el encanto
oculto en la belleza rústica del pueblo
y sentir la poesía que encerraba su
quietud él había notado pese a su afán
por regresar a Buenos Aires que de lo
más hondo del alma le brotaba a veces un
deseo Incontenible de paz de reposo de
renunciamiento
un ansia de vivir mansamente sin
sobresaltos bajo la gloria de aquellos
ciel los teros junto a la mujer querida
en aquella tierra ardiente apacible Y
perfumada quizá tuvo razón Alberto
Chávez cuando le dijo un día que en
Santa Cruz Había algo impalpable
aprisionando que vagaba sobre las casas
y se colaba a lo largo de sus calles
solitarias algo así como un hálito de
sueño que adormecía a los hombres y los
arral gaba al
suelo y acaso no sería sora para él
también una imagen un símbolo de aquel
embrujo no era su cuerpo hechicero
ardiente Como aquella tierra abrazada
por los holes
tropicales no era la sencillez de su
alma como rusticidad apacible de aquel
pueblo
silencioso y no era su espíritu lleno de
cálida ternura como ese algo impalpable
que se colaba por las callejas entre
aquella tibieza
perfumada de pronto volvió a la realidad
sorprendido de su lirismo
decididamente el cariño de sora le
transportaba a regiones irreales de
ensueño ahora había que pensar en la
proximidad de su regreso a Buenos Aires
y al recordar que solo le restaban poco
pocos días de permanencia en Santa Cruz
le invadía una gran
pena cómo extrañarías hora cómo
recordaría las callejas
ensombrecido le conducían hasta su casa
la salita Blanca donde le recibía la
pequeña alcoba las ternuras arrullador
en los momentos del amor su voz cálida
su mirada sumisa su risa de niña y en
las noches al despedirse de ella
henchida el alma de ternura aquel beso
largo que le daba en la puerta Bajo el
cielo azul donde las estrellas hacían
misteriosos guiños y donde la brisa
perfumada acariciaba sus cuerpos
ardorosos y en fin todo aquel ambiente
lleno de Encanto que rodeaba sus
nocturnas
entrevistas qué sensaciones inolvidables
la había dejado todo esto en el alma en
Buenos Aires le esperaba la ciudad
turbulenta indiferente
fría las vigilias sobre la ard dez de
los textos las inquietudes permanentes y
después la lucha sorda para conquistar
una posición todo en contraste con
aquella vida fácil donde tenía el calor
de un cariño y donde la existencia se
deslizaba Serena en la pasible
tranquilidad de las
horas pero la decisión estaba ya tomada
y había que seguir
adelante tenía que decírselo a
sora cómo recibiría ella la noticia y
Qué sería de ella una vez que él se
fuera le guardaría fidelidad o por
fuerza de las
circunstancias tendría que caer en
brazos de otro hombre esto le preocupaba
hondamente
al pensar que esa mujer que él había
poseído y que se la había dado en cuerpo
y alma como a nadie se entregara antes
podría llegar a ser de otro sentía que
le palpitaba el corazón y le enardecía
un resquemor de
celos de todas maneras no debía darle la
noticia de la proximidad de su viaje
aquella noche Lo dejaría para otro
momento habría tiempo para ello pues aún
tendría que esperar algunos días para
arreglar sus asuntos con Don
Diego íntimamente deseó que esos días se
alargará tanto como fuera posible en el
reloj de la Torre dieron las ocho cogió
su sombrero y salió a la calle afuera en
la noche azul las estrellas brillaban
temblorosas iba a golpear la puerta pero
se detuvo y quedó un momento en suspenso
de las rendijas brotaba tenue un rayo de
luz amarillenta y adentro se escuchaba
la voz ronca y alterada de un hombre
Toledo permaneció como clavado junto al
umbral presa de mil extrañas
conjeturas de pronto se oyó El ruido de
una bofetada y un soso ahogado de mujer
no pudo resistir más de un empellón hizo
saltar el cerrojo y entró
abarcó el cuadro de una ojeada zora
pálida y Sosa se levantaba del suo tení
las vestiduras en desorden la bata
rasgada dejada al descubierto la curva
de sus pechos de una mejilla le emanaba
un fino hilo de
sangre un hombre parado en medio de la
sala aguardaba desafiante lívido de ira
cuando sora vio entrar a Toledo corrió
hacia é tambaleante desencajado el
rostro y se quedó a su lado como
buscando
protección el hombre los miraba con los
ojos fulgurantes contraída la boca en un
gesto que quería ser
despectivo con que este es tu gallo por
quedarte con él no querías viajar
yegua como desprendido por un resorte
Toledo saltó sobre el miserable le echó
una mano al pecho y luego le asestó en
la cara un golpe tremendo que dio con él
en tierra sora se arrimó a Toledo
trémula de espanto y al notar su gesto
mudo de
interrogación es juvenal le dijo ha
regresado y quería llevarme a la
fuerza repuesto del golpe roca desde el
suelo hizo un movimiento brusco
relampagó El brillo de un revólver y s
lanzando un grito agudo se lanzó
fuertemente a Toledo cubriéndole con su
cuerpo el balazo retumbó en la
habitación Toledo sintió que sora
aflojaba los brazos y lentamente con un
gemido de angustia se deslizaba hacia el
suelo la sostuvo para que no cayera
oprima contra sus pechos mientras que
zoka mortalmente pálido ganaba la puerta
en Veloz suida
afuera en el callejón Solitario se
escuchaban voces de alarma y pasos
agitados la agonía de sora se prolongó
durante algunos días en el lecho del
hospital donde la había trasladado la
vida se extinguía en su cuerpo adolorido
como una
exhalación sus ojos verdes tristes y
húmedos Tenían un brillo febril y su
rostro demacrado una lividez marmórea
un sudor permanente se le laa sobre las
cenes
torturadas Toledo había rogado a Doña
la bondadosa tía que la
acompañara durante las noches y é mismo
permanecería casi todo el día junto a
ella Aquella Mañana llegó muy temprano
en momentos en que la viejecita se
retiraba después de una noche de
desvelo cuando le vio movió la cabeza
llena de
pena dicen los médicos que no hay
esperanza Dios
mío Toledo corrió hacia la sala en que
se encontraba sora ella deliraba y su
voz desfalleciente pronunciaba su nombre
llamándole con infinito
amor Don Carlos Don
Carlos siempre le había nombrado así con
respetuosa sumisión a ratos sus labios
temblorosos se contraían en un gesto de
terror su mente alucinada se poblaba de
pavorosas imágenes sus dedos se crispan
sobre la blancura de las sábanas
No dejen que me lleve no quiero ir con
ese
hombre y después suplicante vencida por
el miedo clamaba llena de
ansiedad juvenal no lo mates por Dios no
no lo mates Toledo conmovido ahogado por
la emoción le cogía las manos afiebradas
ardientes como una brasa y se las
acariciaba con dolorosa
ternura ella tuvo un momento de lucidez
y al verlo a su lado su rostro
desencajado le iluminó con una sonrisa
de tristeza le apretó la mano en un
intento de atraerlo hacia ella su voz
era débil como un
prométame Don Carlos que no se irá
mientras yo viva él se lo juró y la besó
en la frente conteniendo un sollozo la
garganta estrangulada por la congoja
aquella misma noche murió él la
contemplaba desolado y veía como su
rostros se iba tornando cada vez más
lívido en la rigidez de sus facciones
puras antes de cerrarle los ojos se los
miró por última vez estaban opacos fríos
habían perdido su luz a Toledo se le
nubló la vista y sintió que se abrumaba
una infinita opresión de angustia como
si el alma se le llenara de tinieblas
algunos días después las Morales
visitaban a las Montero para participar
el matrimonio de carolinita con zamito
aquel mols salvete que tanto la
perseguía Y a quién Doña Concha a espera
de mejor partido para su hija había
prohibido la entrada en la casa las
monteros recibieron a las Morales con
salamera y cordialidad extrema como
correspondía al sentimiento de rivalidad
que unía aquellas dos
familias Doña Concha al anunciar el
acontecimiento observaba con íntima
satisfacción el efecto que causaba la
noticia en las niñas solteras de la casa
y como gotas de plomo hirviendo les iba
derramando los detalles del
acontecimiento estoy no más conforme con
este matrimonio harto la perseguido
ramirito a carolinita que se casa bien
rogada A pesar de que es tan tierna Mi
Pobre hija después de la boda viajan a
La Paz donde ramirito tiene ya
conseguido un buen puesto de gobierno
las Montero estaban encantadas con la
suerte de carolinita tan buena amiga tan
linda y tan querida por ellas Doña
Concha no creía una palabra de esto pero
les agradeció mucho una de las Montero
la más suave y discreta de ellas le
preguntó cariñosamente por alicita que
no había venido y como el acaso hizo
notar inocentemente la circunstancia de
que carolinita se había anticipado a su
hermanita
mayor nosotras creíamos Doña Concha que
el primer matrimonio que celebrarían en
su casa sería el de alicita nos habían
dicho que todo estaba arreglado para muy
pronto con Carlos
Toledo no sé si ustedes saben que Toledo
visitaba muy seguido a lisita parece que
hasta le habló en serio pero ella lo
rechazó desde el primer momento mi pobre
hija no quiere separarse de mí
todavía después me contaron que Toledo
por despecho estaba dado a la mala que
andaba por los
aramalar Y cómo habrá sido su vergüenza
que ni siquiera se animó a despedirse de
nosotras y luego bajando el vozarrón
hasta convertido en un zumbido para que
las niñas no oyeran aquellas
inmoralidades
dijo a la señora
Montero Sí señora Uno nunca sabe a quién
recibe en su casa ese Toledo resultó un
badulaque de marca mayor figúrese que
había estado en amores escandalosos con
una
pérdida con esa que le decían la Virgen
de las siete calles
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