Así afectan los MICROPLÁSTICOS a nuestro CUERPO

Summary

El script explora la omnipresencia del plástico en la era actual, destacando su impacto en el medio ambiente y la salud humana. Se discute el surgimiento de microplásticos, su dificultad para degradarse y su presencia en el océano, la sal, el agua y la comida, y cómo pueden entrar en nuestro cuerpo por ingestión, inhalación y la piel. Se mencionan estudios que sugieren efectos negativos en células y animales, y se cuestiona la falta de investigación en humanos. Finalmente, se aboga por la reducción de plásticos y la promoción de materiales sustentables.

Takeaways

• 🎲 La apuesta inicial del guion destaca la omnipresencia del plástico en nuestra vida cotidiana.
• 📈 La producción de plástico ha aumentado drásticamente desde 1950, pasando de 1,5 millones a 367 millones de toneladas en 2020.
• 🛠 El plástico es un material versátil y resistente, lo que lo hace ideal para múltiples usos, pero también complica su eliminación.
• 🌊 Los microplásticos son partículas pequeñas de plástico, descubiertos en 2004 por Richard Thompson, y son un problema ambiental global.
• 🔬 Los microplásticos se clasifican en primarios, que se lanzan directamente al medio ambiente, y secundarios, que provienen de la degradación de plásticos más grandes.
• 🚯 La degradación de microplásticos es un proceso extremadamente lento, que puede durar siglos, lo que los hace acumularse en el medio ambiente.
• 🐟 Los microplásticos se encuentran en los océanos y en la cadena alimentaria, llegando a los seres humanos a través de la ingestión.
• 🧂 Incluso las sales de mesa pueden contener microplásticos, siendo una fuente secundaria de ingesta.
• 🍎 Los microplásticos también pueden ser ingeridos a través de una amplia variedad de alimentos, incluyendo frutas, verduras, arroz y miel.
• 💨 Además de la ingesta, los microplásticos pueden entrar en nuestro cuerpo por inhalación o incluso a través de la piel.
• 🧬 Los estudios sobre microplásticos y su impacto en la salud son preliminares, pero sugieren efectos negativos en células y en animales de experimentación, como alteraciones en la microbiota intestinal.

Q & A

¿Qué es un microplástico y cómo se define su tamaño?

Un microplástico es una pequeña partícula de plástico que tiene un tamaño entre 5mm y 1 µm. Fue acuñado este término en 2004 por Richard Thompson tras descubrir dichas partículas en las playas del Reino Unido.

¿Cómo se producen los microplásticos?

Los microplásticos se producen de dos maneras: como microplásticos primarios, que se lanzan directamente al medio ambiente, y como microplásticos secundarios, que son el resultado de la degradación de plásticos más grandes.

¿Qué son los microplásticos primarios y cómo se introducen en el medio ambiente?

Los microplásticos primarios son aquellas partículas que se introducen directamente en el medio ambiente, como consecuencia de la abrasión de prendas de ropa sintética, la degradación de neumáticos o su inclusión en productos cosméticos como exfoliantes.

¿Cuál es la principal fuente de microplásticos en el medio ambiente?

La principal fuente de microplásticos es la degradación de plásticos grandes, con entre el 70 y 80% de los microplásticos siendo de este tipo.

¿Por qué es difícil degradar los microplásticos en la naturaleza?

Los microplásticos son difíciles de degradar porque no hay hongos ni bacterias en la naturaleza capaces de hacerlo. La luz solar puede degradarlos lentamente, pero el proceso puede durar siglos.

¿Cómo pueden los microplásticos afectar a la salud humana?

Los microplásticos pueden afectar a la salud humana a través de la ingestión, inhalación y absorción cutánea. Estudios en células y animales sugieren que pueden causar estrés oxidativo y alterar la microbiota intestinal, lo que podría estar relacionado con trastornos más serios.

¿Qué relación hay entre los microplásticos y la microbiota intestinal?

La ingestión de microplásticos puede causar alteraciones en la microbiota intestinal, lo que se ha relacionado con trastornos digestivos y, potencialmente, con trastornos mentales y enfermedades neurológicas.

¿Qué medidas se pueden tomar para reducir la exposición a microplásticos?

Se pueden tomar medidas como no tirar la basura en la calle, reducir el uso de envases de plástico y promover el desarrollo de nuevos materiales que reemplacen a los plásticos actuales.

¿Cuál es la importancia de las regulaciones y leyes en la reducción de microplásticos?

Las regulaciones y leyes son fundamentales para proteger la salud de las personas y del medio ambiente, promoviendo prácticas sostenibles y limitando la liberación de microplásticos al entorno.

¿Qué es el 'eje microbiota-intestino-cerebro' y cómo se relaciona con los microplásticos?

El 'eje microbiota-intestino-cerebro' es la teoría que describe la conexión entre el intestino y el cerebro. Los microplásticos, al alterar la microbiota intestinal, pueden间接地 afectar la salud cerebral.

¿Qué es Brilliant y cómo puede ayudar a entender temas científicos como los microplásticos?

Brilliant es una plataforma de aprendizaje que ofrece ejercicios y cursos prácticos para entender conceptos científicos de manera progresiva y sencilla, fomentando el pensamiento lógico y crítico.

Outlines

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🌏 La omnipresencia del plástico en la era moderna

El primer párrafo introduce el tema del plástico y su impacto en el mundo contemporáneo. Se hace una apuesta sobre la presencia de plástico en objetos cercanos y se menciona el aumento dramático en la producción de plástico desde 1950 hasta 2020. Se discuten las propiedades versátiles del plástico y cómo su resistencia es un problema ambiental, ya que es difícil de degradar y acumula en el medio ambiente. También se menciona el problema de los microplásticos, que son partículas pequeñas de plástico que pueden entrar en ecosistemas naturales y, eventualmente, en nuestro propio cuerpo.

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🔬 Descubrimiento y difusión de los microplásticos

Este párrafo profundiza en el concepto de microplásticos, que se originaron en 2004 con el descubrimiento de partículas de plástico en las playas del Reino Unido. Se explica cómo los microplásticos pueden ser primarios, introducidos directamente al medio ambiente, o secundarios, provenientes de la degradación de plásticos más grandes. Se discute la dificultad para degradar los microplásticos en la naturaleza y su presencia en todos los océanos, incluyendo regiones remotas como el Ártico y la Antártida.

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🐟 Las vías de exposición a los microplásticos y su presencia en la cadena alimentaria

El tercer párrafo explora las diferentes maneras en que los microplásticos pueden ser ingeridos por los seres humanos, como la ingestión a través de la cadena alimentaria, donde los peces y otros organismos marinos ingieren microplásticos que luego son consumidos por las personas. Se menciona la presencia de microplásticos en la sal, así como en una variedad de alimentos de origen animal y vegetal, y cómo pueden penetrar en nuestro cuerpo a través de la ingestión, inhalación y absorbción cutánea.

🧬 Efectos de los microplásticos en la salud: estudios en células y animales de laboratorio

Este segmento examina los efectos de los microplásticos en la salud a través de estudios en células y animales de laboratorio. Se describen experimentos que muestran cómo los nanoplásticos pueden aumentar el estrés oxidativo en células de pulmón y cómo los microplásticos de poliestireno afectan a las células del estómago. También se discuten los efectos en la microbiota intestinal de los ratones, lo que puede llevar a una inflamación y un desequilibrio entre bacterias beneficiosas y dañinas, con posibles repercusiones en otros órganos y trastornos mentales.

🧠 Investigación sobre los microplásticos y su impacto en la salud humana

El penúltimo párrafo se enfoca en la investigación más reciente sobre los microplásticos y su impacto en la salud humana. Se mencionan estudios que han encontrado una correlación entre la cantidad de microplásticos en las heces y la gravedad de los síntomas en enfermedades inflamatorias intestinales. Aunque los datos son preliminares, se destaca la necesidad de comprender mejor cómo los microplásticos pueden afectarnos y se sugieren medidas ciudadanas y el desarrollo de nuevos materiales para abordar el problema.

🌱 Conclusión y llamado a la acción sobre la problemática de los microplásticos

El último párrafo concluye el video resaltando la presencia de microplásticos en el medio ambiente y en nuestros cuerpos y hace un llamado a la acción para reducir su impacto. Se sugieren medidas individuales y se enfatiza la necesidad de soluciones a nivel gubernamental y empresarial, como la promoción de materiales sustitutos y la regulación para proteger la salud humana y el medio ambiente. El video termina agradeciendo el apoyo del patrocinio y de los colaboradores del canal.

Keywords

💡Microplásticos

Microplásticos son partículas de plástico de menos de 5 mm de diámetro. En el video, se discute cómo estos microplásticos son un problema ambiental y de salud, presentes en océanos, en la alimentación y dentro de nuestro propio cuerpo. Se menciona su origen, ya sea a través de la degradación de plásticos más grandes (secundarios) o su lanzamiento directo al ambiente (primarios).

💡Plástico

El plástico es un material versátil y barato, pero al mismo tiempo muy resistente, lo que lo hace difícil de degradar. El video destaca la creciente producción de plástico desde 1950 hasta el presente, y cómo esta resistencia es un problema para el medio ambiente y la salud humana.

💡Ingesta

La ingesta se refiere a la entrada de sustancias en el cuerpo a través de la boca. En el contexto del video, la ingesta de microplásticos ocurre principalmente a través de la alimentación, como en el caso de los peces y la sal que contienen microplásticos, afectando así la cadena alimentaria.

💡Inhalación

La inhalación es el proceso por el cual se llevan microplásticos a las vías respiratorias. El video menciona que, debido a su tamaño y al viento, los microplásticos pueden ser inhalados, lo que podría tener efectos en la salud respiratoria.

💡Microbioma intestinal

El microbioma intestinal es la comunidad de microorganismos en los intestinos que son esenciales para la salud. El video destaca un estudio que indica que la ingesta de microplásticos puede alterar el microbioma, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud, incluyendo inflamación y trastornos mentales.

💡Estrés oxidativo

El estrés oxidativo es un desequilibrio entre la producción de radicales libres y el sistema antioxidante del cuerpo. En el video, se asocia el estrés oxidativo con el daño a las células, incluyendo el ADN, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades.

💡Disbiosis

La disbiosis es un desequilibrio en la comunidad de bacterias del microbioma. El video menciona que la ingesta de microplásticos puede causar disbiosis, lo que puede resultar en inflamación intestinal y afectar la salud en general.

💡Nanoplásticos

Nanoplásticos son partículas de plástico aún más pequeñas que los microplásticos, de menos de 1 µm. En el video, se describe un estudio donde nanoplásticos de PET aumentaron el estrés oxidativo en células pulmonares, sugiriendo un posible impacto en la salud respiratoria.

💡Efecto microbioma-intestino-cerebro

Este término describe la conexión entre el estado del microbioma intestinal y la función cerebral. El video menciona que la alteración del microbioma por microplásticos puede afectar el cerebro, con posibles implicaciones en trastornos mentales y demencia.

💡Degradación solar

La degradación solar se refiere al proceso por el cual la luz del sol degrada lentamente los plásticos. Aunque se menciona en el video que esta degradación es muy lenta, lo que contribuye a la acumulación de plásticos en el medio ambiente.

💡Acción ciudadana

La acción ciudadana implica el compromiso de las personas en la sociedad para abordar problemas comunitarios. El video concluye sugiriendo medidas de acción ciudadana para reducir la cantidad de microplásticos, como no tirar la basura en la calle y reducir el uso de envases de plástico.

Highlights

El plástico es un material barato y versátil, pero su resistencia también significa que es difícil de degradar y puede acumularse en el medio ambiente.

La producción de plástico aumentó drásticamente de 1,5 millones de toneladas en 1950 a 367 millones en 2020.

Los microplásticos son partículas de plástico menores a 5mm, descubiertas en 2004 por Richard Thompson en playas del Reino Unido.

Los microplásticos primarios son liberados directamente al medio ambiente, como en la lavado de ropa sintética o en productos cosméticos.

Los microplásticos secundarios provienen de la degradación de plásticos más grandes, como bolsas y botellas, y representan el 70-80% de los microplásticos.

Los microplásticos son difíciles de degradar en la naturaleza y pueden permanecer en océanos y vertederos durante siglos.

Los peces y otros organismos marinos ingieren microplásticos, lo que puede llevar a su consumo por parte del ser humano.

Microplásticos han sido encontrados en alimentos y en el agua del grifo, lo que sugiere una exposición humana generalizada.

La ingesta de microplásticos puede causar estrés oxidativo en células, lo que aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades.

Estudios en ratones sugieren que la ingestión de microplásticos puede alterar la microbiota intestinal y causar inflamación.

La alteración de la microbiota intestinal por microplásticos puede afectar al cerebro, como se vio en ratones con menos aminoácidos en el cerebro.

Existen correlaciones preliminares entre la presencia de microplásticos en las heces y la gravedad de enfermedades inflamatorias intestinales en humanos.

A pesar de la preocupación, los estudios sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana son aún preliminares y limitados.

Se necesitan nuevos materiales y leyes para reducir el impacto de los plásticos y proteger la salud humana y el medio ambiente.

Las medidas ciudadanas, como no tirar basura a la calle y reducir el uso de plástico, son importantes para reducir la contaminación de microplásticos.

Transcripts

Vamos a hacer una apuesta.

Te apuesto este kleenex usado a que tienes ahora mismo algún objeto cerca de ti que

contiene plástico.

Si no lo tienes, déjame tu dirección y te lo mandaré en un sobre.

El plástico está por todas partes: tanto, que podríamos decir que vivimos en la era

del plástico: en 1950 se fabricaron alrededor de 1,5 millones de toneladas de plástico,

pero en 2020 se produjeron cerca de 367 millones.

Y se espera que estas cifras sigan subiendo y subiendo.

El plástico triunfa porque es un material muy barato de producir y muy versátil: es

muy flexible y elástico durante la producción, pero muy resistente al terminar, lo que nos

permite darle muchas formas y usos.

El problema es que esa resistencia es un arma de doble filo: deshacerse del plástico cuando

ya no lo queremos es muy complicado, lo que nos ha llevado a ver imágenes devastadoras

de espacios naturales invadidos por plásticos que llevan acumulándose años.

La cosa es que cada vez preocupa más no solo el daño que hace el plástico a los entornos

naturales, sino también el plástico que termina dentro de nuestro organismo, que nos

llega en forma de “microplásticos”.

Pero ¿Qué son exactamente los microplásticos?

¿Qué consecuencias tienen para la salud?

¿Son tan peligrosos como dicen?

Hoy en La Hiperactina hablamos de microplásticos.

A ver, para empezar: ¿qué narices es un microplástico?

Pues el término “microplástico” nació en 2004, cuando el ecólogo marino Richard

Thompson y su equipo de investigación, encontraron pequeñas partículas de plástico de entre

5mm y 1 µm en las playas de Reino Unido.

Este descubrimiento preocupó a la comunidad científica, y enseguida se comenzó a estudiar

el efecto de estas pequeñas partículas en los ecosistemas marinos.

Pronto se vio que no solo había microplásticos en Reino Unido, sino que los había en todos

los océanos, llegando incluso a regiones tan recónditas como el Ártico o la Antártida.

¿Y cómo narices acabaron esas partículas en el mar?

Pues los microplásticos pueden llegar al medio ambiente de varias formas, por eso los

clasificamos en microplásticos primarios y secundarios.

Los microplásticos primarios se llaman así porque se lanzan directamente al medio ambiente.

Esto puede ocurrir por ejemplo al lavar ropa sintética, por la abrasión de los neumáticos

de los coches o porque se echan a conciencia en algunos productos cosméticos, como los

productos exfoliantes con microperlas.

De hecho, quizá recuerdes que hace unos meses salieron un montón de noticias de que la

Unión Europea prohibía estas microperlas exfoliantes además de la purpurina, para

reducir la cantidad de microplásticos que llegan al medioambiente.

Pero bueno, si eres fan del brilli brilli y los looks de Euphoria, no te preocupes que

existe la purpurina biodegradable y esa sí está permitida.

¡Ya me han llamao'!

Por otro lado, tenemos los microplásticos secundarios.

Estos se originan a partir de la degradación de plásticos grandes, como las bolsas de

plástico o las botellas, ya sea por efecto de la luz, por el calor, o directamente golpes

o abrasiones, y por cierto, entre el 70 y 80% son de este tipo.

Ya sean primarios o secundarios, todos los microplásticos tienen algo muy importante

en común: una vez que se han producido, son muy difíciles de degradar, porque en la naturaleza

no hay ni hongos ni bacterias capaces de degradar el plástico.

Es cierto que la luz solar sí puede degradarlos poco a poco, pero ese es el problema: lo hacen

TAN poco a poco que el proceso puede tardar hasta siglos, lo que hace que los plásticos

se acumulen durante años en océanos y vertederos.

A este gravísimo problema medioambiental, se le suma otro que cada vez nos preocupa

más: los microplásticos también pueden acabar dentro de nuestro organismo.

Concretamente, de tres formas distintas.

La primera forma en la que esto ocurre es la ingestión.

Como hemos visto, el océano es el principal lugar en el que se acumulan tanto plásticos

como microplásticos; pero como estos últimos son tan pequeños, los peces y otros organismos

marinos se los comen sin darse cuenta.

De hecho, se han encontrado microplásticos en prácticamente todos los peces destinados

a consumo humano, ya comas atún rojo, arenque, bacalao, sardina o anchoa.

Aunque es cierto que no contienen grandes cantidades, el problema es que hay muchas

otras fuentes de microplásticos y que al final suman al total.

Por ejemplo, se han encontrado microplásticos hasta en la sal de mesa.

De hecho, se cree que de los 14 µg de microplásticos aproximadamente que el cuerpo humano absorbe

al año, una cuarta parte provendría de la sal que echamos a nuestra comida.

Si necesitabas una excusa extra para tomar menos sal, aquí la tienes.

Y esto no se queda aquí: también se han encontrado microplásticos en toda clase de

alimentos de origen animal y vegetal, desde las frutas y las verduras hasta el arroz y

la miel, pasando por el agua del grifo y la cerveza.

Al final, tienes que pensar que además de los océanos, los vertederos también acaban

llenos de plásticos, que se descomponen en microplásticos, y que a su vez son arrastrados

por las lluvias y el viento hacia distintos lugares.

Además, se cree que algunos de los embalajes y paquetes que se usan para envasar alimentos

también podrían dejar restos de microplásticos.

Y claro, si acaban en la comida, acaban en nuestro tracto digestivo.

De hecho, hay varios estudios que confirman la presencia de microplásticos en las heces

humanas.

Incluso se han encontrado microplásticos en la leche materna, aunque a día de hoy

todavía no se sabe qué efectos podrían tener sobre los recién nacidos.

Total, que comas lo que comas, ingieres microplásticos.

Y por si lo que has visto te parece poco, agárrate que vienen curvas.

Otra de las vías por las que nos llegan los microplásticos es a través de la inhalación.

Al final, si el viento arrastra los microplásticos, es fácil que terminen en nuestras vías respiratorias.

Por eso, la comunidad científica está insistiendo en estudiar sus efectos e incluirlos como

contaminantes atmosféricos para poder regular sus niveles.

Y ya por último, una tercera vía de entrada de los microplásticos a nuestro cuerpo sería

a través de la piel, aunque hay que decir que esta vía es minoritaria.

Al final, la barrera cutánea de la piel impide que entren la mayoría de las partículas,

pero las partículas muy muy pequeñitas sí pueden llegar a colarse, de ahí las normativas

de prohibir los microplásticos de los productos cosméticos, para evitar que penetren en la

piel.

En resumen, hay microplásticos hasta en la sopa, literalmente.

La cosa es: ¿cuál es el peligro real de que estos microplásticos terminen en nuestro

cuerpo?

Pues vamos a verlo.

Por explicároslo de forma resumida, hay 3 niveles en los que se han estudiado los efectos

de los microplásticos en la salud: células, animales de experimentación y seres humanos.

La primera forma de estudiar los microplásticos es, por tanto, ponerlos en contacto con células

en un cultivo y ver qué pasa.

Por ejemplo, en este estudio se quiso ver qué efecto tenían los microplásticos sobre

las células pulmonares.

Lo que hicieron fue triturar envases de alimentos de un tipo de plástico llamado PET para generar

nanoplásticos, es decir, plásticos incluso más pequeños que los microplásticos.

Al ponerlos en contacto con las células de pulmón, se vio que aumentaban su estrés

oxidativo.

El estrés oxidativo es algo que ya hemos visto en otros vídeos, pero dicho de forma

simplificada, ocurre cuando las células tienen un exceso de moléculas dañinas en su interior,

lo que causa daños en su ADN y, entre otras cosas, aumenta el riesgo de trastornos como

el cáncer.

Por eso, la conclusión del estudio fue que los nanoplásticos que se inhalan podrían

dañar salud pulmonar y aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno grave.

Otro estudio decidió observar qué ocurría con las células del epitelio gástrico, es

decir, las células del estómago, y vieron que los microplásticos de poliestireno también

les generaban estrés oxidativo, y teniendo en cuenta que muchos de los microplásticos

que ingerimos terminan en el tubo digestivo, pues mal.

Así que en resumen, una vez que entran en una célula, los microplásticos no les hacen

precisamente cosquillas.

Pero claro, no es lo mismo una célula en una placa de cultivo asiladas que un organismo

entero, y aquí es donde entran en juego los animales de experimentación como los ratones.

Por ejemplo, un estudio muy reciente vio que cuando los ratones ingerían microplásticos,

estos sufrían alteraciones en la microbiota intestinal.

La microbiota es esa comunidad de bacterias, hongos y otros microorganismos que viven en

los intestinos y que son muy necesarios para la salud.

Al ingerir microplásticos, los ratones desarrollaban disbiosis, es decir, un desequilibrio entre

las bacterias beneficiosas y dañinas de la microbiota, aumentando el número de las dañinas.

Esta disbiosis puede producir inflamación en el intestino, y si no se controla, puede

acabar dañando otros órganos como el hígado, o tal vez, el cerebro.

De hecho, un tema que ha ganado mucha relevancia en los últimos años es el llamado eje microbiota-intestino-cerebro:

el intestino y el cerebro están estrechamente conectados, por lo que si uno de los dos no

funciona correctamente, el otro puede resentirse.

De hecho, se cree que este sería el motivo por el que algunos trastornos mentales, como

la ansiedad, tienen un efecto a nivel digestivo, incluso existe la sospecha de que algunas

enfermedades que afectan al cerebro, como el Párkinson, tienen su origen en el intestino.

Es por eso que, a la vista de que los microplásticos parecen afectar a la microbiota intestinal,

un grupo de investigación decidió estudiar si la disbiosis y el daño intestinal de los

ratones podía tener un efecto sobre su cerebro, y la respuesta fue que sí: los ratones con

la microbiota alterada sufrían cambios en su cerebro.

Uno de los cambios que vieron fue que el cerebro tenía menos cantidad de aminoácidos, algo

que otros estudios han relacionado con el inicio temprano de demencia.

Si lo piensas, tiene todo el sentido: si los intestinos no funcionan bien, no pueden absorber

correctamente los aminoácidos de los alimentos.

Los aminoácidos son los “bloques de construcción” necesarios para fabricar proteínas, con lo

que si no absorbemos aminoácidos, las células cerebrales no pueden formar sus proteínas

y funcionar correctamente, lo que a su vez contribuye al desarrollo de la demencia.

Así es como una alteración de la microbiota podría terminar derivando en una demencia.

Cómo te quedas.

Ahora bien, recuerda que estamos hablando de ratones: como hemos visto, los estudios

tanto en células como en ratones apuntan a que los microplásticos no son buenos para

la salud, pero… ¿se han hecho estudios en humanos?

Pues antes de ver esto, dejadme contaros una cosa.

Algo que siempre pretendo con estos vídeos es no solo que entendáis el tema que estoy

tratando en el vídeo sino también poder transmitiros pues cómo funciona la ciencia:

pensamiento lógico, crítico, y sobre todo, la curiosidad.

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Ahora sí, sigamos con el vídeo.

Lo cierto es que, como el tema de los microplásticos es algo que nos preocupa desde hace relativamente

poco, por desgracia no hay muchos estudios en humanos, aunque sí que se está empezando

a ver algún que otro datos que debería preocuparnos.

Por ejemplo, como se ha visto que los microplásticos acaban en nuestro tracto digestivo, algunos

estudios han intentado buscar su relación con la enfermedad inflamatoria intestinal,

en la que el intestino está inflamado de forma crónica.

En esta línea, una investigación del año 2022 observó que las personas que padecen

una enfermedad inflamatoria intestinal presentan mayor cantidad de microplásticos en sus heces

que las personas sanas.

No solo eso, sino que la cantidad de microplásticos en las heces parece correlacionarse con la

gravedad de los síntomas.

Es decir, a más microplásticos, peores síntomas.

Así que los microplásticos pintan mal, pero como os he dicho, la mayoría de los artículos

científicos sobre microplásticos y salud humana que hemos consultado para este vídeo

se han publicado hace muy poco, muchos de ellos este 2024.

Esto significa que todos los datos que tenemos son todavía muy preliminares, con lo que

que apenas estamos empezando a entender cómo nos pueden afectar los microplásticos.

Lo que sí está claro es que los microplásticos están ahí, en el medio ambiente y también

en nuestros cuerpos.

¿Y qué podemos hacer ante esta situación?

Pues se han propuesto medidas ciudadanas para contribuir a reducir la cantidad de microplásticos,

como no tirar basura en la calle para evitar que acabe en el alcantarillado, y de ahí

a los ríos o mares, o intentar reducir el uso de envases de plástico en la medida de

lo posible.

Pero, como siempre, el problema va más allá de las acciones individuales: claro que podemos

usar una botella reutilizable en lugar de comprar una de plástico cada vez que tenemos

sed, pero también necesitamos desarrollar nuevos materiales que reemplacen a los plásticos

actuales y promulgar leyes que protejan la salud tanto de las personas como la del medio

ambiente.

Así que con esto termino el vídeo de hoy, nos ha costado sacarlo pero espero que haya

valido la pena y que os haya resultado útil, como siempre compartid este vídeo si os parece

de interés y dejad vuestro “Me gusta”, comentarios o cualquier interacción para

ayudar a que el vídeo funcione bien.

Muchísimas gracias de nuevo a Brilliant por patrocinar este vídeo, y por supuesto muchísimas

gracias a Dani e Inés, que son los documentalistas de este canal, por todo el trabajo de investigación

que hay detrás de estos vídeos.

Ellos también hacen divulgación en sus redes, así que os animo a que los sigáis.

Hablando de redes, recordad que también subimos contenido a través de Instagram, TikTok,

X y Facebook, y que también divulgo a través del podcast “Tú de ciencias y yo de letras”

en Podimo.

Así que tenéis divulgación por todos lados.

Muchísimas gracias por estar ahí y por todo el apoyo que dais a este canal, y nos vemos

a la próxima.